Parafraseando a Winston Churchill, a Croacia le ha costado “sangre, esfuerzo, lágrimas y sudor” vencer a la hipercombativa selección de Brasil. Los balcánicos han impuesto en los minutos finales los galones ante un equipo, el brasileño, que durante gran parte del encuentro ha dominado el marcador. El juego táctico de Jordi Ribera y el despliegue físico de sus jugadores a punto ha estado de servirles para dejar en la cuneta a una de las favoritas para hacerse con el título.

Brasil ha demostrado que su balonmano es ya una realidad. El paso adelante que han dado en este Mundial tanto ellos como los argentinos demuestra que este deporte está creciendo a pasos agigantados en Sudamérica y que en un futuro sus equipos lucharán por cotas altas.

A Croacia le ha costado horrores deshacerse de su rival de octavos. El jugador del Vardar Igor Karacic y la estrella Domagoj Duvnjak aparecieron en los minutos finales para cerrar la victoria de los pupilos de Slavko Goluza.

Buen inicio croata

No parecía que los problemas iban a ser tan grandes para Croacia viendo el inicio del partido. Entraron en el duelo muy metidos y concentrados, defendiendo con mucha eficacia y corriendo al contraataque, con Bicanic y Kopljar como goleadores. Antes de llegar al minuto cinco de partido ya vencían por 4-1.

Sin embargo la reacción de Brasil no se hizo esperar. Su defensa abierta creó muchos problemas a la circulación de balón de Croacia y Felipe Borges consiguió la primera contra brasileña. En el ataque posicional, la movilidad y el trabajo táctico de la ‘verdeamarela’ generaban opciones para que Valadao y Silva anotaran con facilidad ante un Alilovic que no estaba muy acertado. Mediado el primer tiempo el central de Ademar Joao Silva ponía por delante a Brasil por primera vez.

Brasil se fue al descanso con dos goles de ventaja

La segunda línea croata llegó al rescate de los de Goluza. Los pivotes Vori y Brozovic y los extremos Cupic y Horvat –desde los siete metros éste– anotaron para volver a voltear el marcador. Pero en los minutos finales la defensa brasileña volvió a hacer estragos en su rival, lo que unido al acierto de Joao Silva y Felipe Borges Ribeiro hizo que Brasil se marchara al descanso ganando por 13-15. Llegaba el ecuador del partido y saltaba la sorpresa en Doha. Una de las favoritas al oro necesitaba remontar en la segunda parte para superar su duelo de octavos de final.

Remontada rápida

Algo que suele ocurrir en el deporte en situaciones como ésta es que el menos favorito sufra vértigo de verse por delante. Algo así es lo que le sucedió a Brasil al inicio del segundo tiempo. Croacia salió al 40x20 concienciada de que tenía que dar el máximo y sorprendió de inicio a los brasileños. Duvnjak empezó la labor con un lanzamiento exterior que acabó en gol y exclusión de José Toledo. Con un jugador más, los croatas pudieron robar y correr, y así lo hicieron con Gojun finalizando una contra que ponía el empate en el marcador.

Los balcánicos no frenaron su buena dinámica y a base de defensas y contras, finalizadas ahora por Sterlek y Cupic, consiguieron tres goles de renta. El parcial de salida había sido de 5-0 y parecía que las aguas volvían a su cauce.

La garra 'verdeamarela'

Los sudamericanos tiraron de orgullo y encajaron el golpe con madurez. Volvieron a concentrarse y a jugar como lo habían hecho durante el primer tiempo, y con un gran Pacheco asistiendo a sus compañeros volvieron a empatar el partido: 19-19 a falta de más de un cuarto de hora para la conclusión. El propio Pacheco volvió a poner por delante a Brasil con un lanzamiento de nueve metros que batió a Alilovic.

Filip Ivic paró un lanzamiento clave de siete metros a Chiuffa

Los fantasmas volvían a rondar las cabezas de los croatas, que se veían de nuevo obligados a remontar. Después de un intercambio de goles llegó un momento clave. Con empate a 22 en el luminoso Sterlek cometió penalti sobre Teixeira. Chiuffa, el zurdo del Guadalajara, se encargó del lanzamiento y bajo palos Filip Ivic había sustituido a Alilovic. El joven guardameta croata se la jugó lanzándose abajo, abriendo las piernas, y acertó de lleno, pues detuvo el lanzamiento del brasileño y dio aire a su equipo. Segundos después Kopljar anotó en penetración para redondear la jugada.

Brasil no se rendía y a cinco minutos para la conclusión el pivote Pozzer puso el empate a 24. Llegaba el tramo decisivo del partido y todo estaba por decidirse.

Fue Croacia por medio de Ivan Karacic quien se adelantó en el marcador. Brasil tuvo varias oportunidades para empatar, la más clara en un lanzamiento de Pozzer que entró, pero los colegiados pitaron que había cogido el balón dentro del área, ante las quejas de Ribera y todo su equipo técnico. A los balcánicos les costaba anotar y dieron otra opción a Brasil, pero Felipe Borges cometió falta en ataque en un bloqueo y dificultó las cosas a los suyos.

Duvnjak aparece en el momento justo

Llegaba el partido a su último minuto y Croacia mandaba por un gol. Era el momento de que apareciera su jugador franquicia y Duvnjak no falló. Elevándose desde los nueve metros, el central del Kiel anotó el 26-24 que parecía matar el partido.

Sin embargo, Brasil no se rendía y a 20 segundos para el final Thiagus Petrus puso a su equipo a un gol. Necesitaban un robo de balón para tener una última opción. Pero Croacia, con mucho oficio, durmió el balón y dejó el partido morir, gastando los últimos segundos en el centro de la cancha.

Con muchos apuros, Croacia se planta en cuartos de final. Allí se enfrentará al ganador del partido que disputarán mañana Polonia y Suecia.