Naturhouse La Rioja se ha despedido de la Champions League 2014/15 con un partido muy digno en Hungría. Su primera aparición en los octavos de final de la máxima competición continental ha terminado con una amplia derrota ante un equipo netamente superior, un Veszprem que pasa por ser uno de los mejores conjuntos de Europa y que de nuevo luchará esta temporada por entrar entre los cuatro mejores de la competición.

En el partido de vuelta de estos octavos de final el serbio Momir Ilic ha sido el gran protagonista. Sus lanzamientos exteriores han sido una ecuación irresoluble para la defensa riojana, que ha visto cómo hasta en diez ocasiones Ilic ha anotado gol en su portería. Sin duda, si hay que poner un ejemplo de jugador que defina a la perfección el término cañonero, ese es Momir Ilic.

El ambiente antes del partido era espectacular en Veszprem. Foto: EHF.

Valiente planteamiento de 'Jota'

El resultado de la ida, 23-31 favorable a los magiares, obligaba al Naturhouse a buscar algo fuera de lo común para intentar la heroica. La respuesta que dio el técnico 'Jota' González fue jugar con portero-jugador desde el principio, con Víctor Vigo portando el peto y realizando el cambio rápido con Gurutz Aginagalde. La necesidad de remontar ocho goles mandaba.

El Natur se la jugó con portero-jugador

Pero el ataque no encontraba fluidez, los dos pivotes provocaban la reducción del espacio para penetrar y los lanzadores riojanos no encontraban posiciones exteriores.

Gulyas y el cañonero Ilic anotaron los primeros goles para el Veszprem. El Natur encontró sus primeros tantos con lanzamientos de Vigo, con peto, y de Miguel Sánchez Migallón.

Víctor Vigo hizo un buen partido como portero-jugador. Foto: EHF.

Ambos equipos querían muchos goles, unos aprovechando la superioridad para remontar y otros subiendo rápido el balón para sacar ventaja del cambio de portero. Pero resultó un partido a pocos goles, al menos en sus primeros minutos. Sánchez Migallón mantenía al Natur mientras Ilic anotaba repetidamente. Desde los siete metros el serbio ponía el 5-3 justo cuando se cumplían los 10 minutos de juego.

Aumenta el ritmo

Pero entonces los ataques empezaron a acertar más. Los riojanos consiguieron buenas situaciones de juego con su segunda línea, pero no podían con los lanzamientos exteriores del Veszprem. Nagy se unía a Ilic para castigar desde fuera. Sin embargo, los franjivino aguantaban y Pedro Rodríguez a la contra puso el empate a 6.

Con exclusión de Terzic, Antonio Carlos Ortega decidió también usar portero-jugador, en su caso para mantener la igualdad numérica en ataque. Le salió bien la estrategia y su equipo ganó la inferioridad por 2-1.

Un Sánchez Migallón en estado de gracia impedía que el Natur se desconectara del encuentro. Su cuarto gol, en una bonita suspensión, ponía el 10-9 y obligaba a Ortega a pedir tiempo muerto.

La defensa logroñesa seguía haciendo aguas. El poderoso lanzamiento exterior de Ilic obligaba a salir más allá de nueve metros y un extremo de la calidad de Andreas Nilsson lo aprovechó a la perfección.

Víctor Vigo consiguió parar un lanzamiento de Sulic

El segundo gol de Vigo provocó la imagen curiosa del encuentro. Tras anotar no le dio tiempo a hacer el cambio y se tuvo que quedar de portero. El Veszprem la tuvo desde el pivote pero Vigo fue capaz de parar el lanzamiento de Sulic, ante el aplauso simpático y reconocedor del público magiar. Pedro Rodríguez lo aprovechó para volver a empatar (11-11).

Con el cansancio llegaron las dificultades para realizar cambio portero-jugador. Sulic anotó con Gómez Lite recién llegado a la portería y Mate Lekai hizo lo propio desde su propio campo sin portero. Segundos después Alilovic superó a su compañero al conseguir anotar desde su área.

El primer tiempo terminó con una espectacular colgada de Víctor Vigo para Pedro, que la cogió muy arriba y anotó sobre la bocina. Así se llegaba al descanso con 18-15.

Pequeña remontada

'Jota' González mantuvo su idea de jugar con portero-jugador. Es difícil saber qué habría pasado con un planteamiento más tradicional, pero fue su decisión y murió con ella.

En ningún momento se fue del partido el equipo español. Cargando el juego sobre Pedro Rodríguez se acercaron a dos goles. Llegaron a tener bola para ponerse a uno pero Stenmalm falló el tiro.

El imparable Ilic devolvió los tres goles de renta con su séptima diana. Pero los jóvenes Pedro Rodríguez y Sánchez Migallón tiraron del equipo español una vez más. El gallego puso el 22-21 en el electrónico.

Minutos después el propio Pedro empataba el partido y a Ortega no le quedó otra que pedir tiempo muerto para hacer espabilar a sus jugadores.El tiempo sirvió de poco, pues una nueva pérdida permitió a Ángel Fernández anotar a la contra para poner por delante a los riojanos.

Ángel Fernández puso por delante al Naturhouse. Foto: EHF.

Terzic consiguió empatar con acción muy antideportiva. Agarró a Vigo para que no puediera ir al cambio y después le llegó el balón y anotó a puerta vacía. Los colegiados lituanos no pitaron nada ante la sonrisa pícara del bosnio.

Tranquilidad magiar

Naturhouse mandó en el marcador durante varios minutos, pero los cañoneros Ilic y Nagy evitaron que la ventaja logroñesa fuera de más de un gol. El pivote Sulic volvió a poner por delante al Veszprem. Su compañero Chema puso dos goles de ventaja para los magiares y entonces fue ‘Jota’ González quien pidió tiempo muerto.

Una doble parada de Mikler empezó a cavar la fosa del Naturhouse en el partido. Sulic anotó para devolver la ventaja a tres goles y después Ilic perforó la red de nuevo sin portero desde su propia línea de nueve metros. Era su décimo gol en el partido.

‘Jota’ pidió de nuevo tiempo y, ahora sí, decidió quitar el portero-jugador. Sin este recurso táctico crecieron las dificultades del Naturhouse para meter goles.

En los últimos minutos Ortega dio minutos a los menos habituales y el iraní Iman Jamali aprovechó su tiempo con dos goles. El asturiano Carlos Ruesga cerró el partido con el 37-31 final.

El Natur cierra así su segunda campaña en Champions, una temporada en la que ha conseguido dar un paso al frente y avanzar por primera vez hasta los octavos de final. El objetivo de cara al futuro es asentarse entre los equipos que superan la primera fase y acceden a las rondas eliminatorias.

El Veszprem de Antonio Carlos Ortega, por su parte, cumplió con los pronósticos y pasó sin apuros a los cuartos de final. Su objetivo de acceder a la Final Four por segundo año consecutivo está más cerca.

Los jugadores húngaros saludan a la afición tras el partido. Foto: EHF.
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