El encuentro se presumía igualado antes de su inicio, tan sólo el factor cancha y el partido jugado por ambos equipos en pretemporada daba la razón a las declaraciones del técnico cordobés del BM. Guadalajara que daba como favorito al conjunto local.
Pese a esas previsiones el conjunto alcarreño se mostró muy superior desde el inicio del partido consiguiendo endosar a su rival un parcial de 1-5, en los primeros cinco minutos del encuentro. La velocidad y precisión de los visitantes sorprendía al equipo local que no encontraba manera de detener la avalancha morada.
Al buen hacer de los castellano-manchegos se sumaban los numerosos errores de los arandinos, lo que hizo que Jacobo Cuétara solicitase un tempranero tiempo muerto y comenzase a mover el banquillo en busca de soluciones.
Los cambios realizados surtieron efecto y las diferencias mediada la primera parte se redujeron a dos tantos (12-14), pero la aparición de un extraordinario Hombrados, que jugaba su partido 608 en Liga ASOBAL, y las rápidas acciones de ataque volvían a abrir brecha en el luminoso y mostraban nuevamente su intención de llevarse los dos puntos en juego. La bocina mandaba a los dos equipos a vestuarios cuando el marcador mostraba un 17-21 y la sensación sobre el parquet de que los alcarreños tenían controlado el encuentro.
Otra vez los minutos finales
La reanudación del encuentro fue la continuación de lo vivido en la primera mitad, los cambios en la defensa del equipo local no eran suficiente para cambiar la dinámica del partido y los de César Montes conseguían la mayor diferencia. A los diez minutos de la segunda mitad un claro 21-27 hacía presagiar que los dos puntos viajarían a tierras alcarreñas.
Al igual que sucedió en la temporada pasada, los últimos minutos de encuentro fueron un calvario para los visitantes que veían como un partido totalmente controlado empezaba a írseles de las manos. Villa de Aranda aumentó la intensidad del juego y BM. Guadalajara no fue capaz de seguir el ritmo marcado. El esfuerzo desarrollado y la falta de preparación física pasaban factura. Montes solicitaba tiempo muerto en el minuto 49. El técnico cordobés pedía a los suyos un último esfuerzo, pero los arandinos hicieron gala de una mejor condición física y se hicieron con el control.
Un solo gol en los últimos diez minutos de partido eran la prueba de la metamorfosis sufrida por el conjunto morado, que había sido capaz de endosar a su rival cinco goles en los primeros cinco minutos.
El partido se igualaba a falta de diez minutos para su finalización. Un juego loco en el que ambos conjuntos buscaban de cualquier manera la victoria deslucía el encuentro. Los nervios y la ansiedad conseguían que ambos equipos tan solo anotasen un tanto en los últimos cinco minutos.
Final del encuentro con un 30-30 y la sensación de que BM. Guadalajara había dejado escapar un partido que tuvo en sus manos.
César Montés resumía así el partido jugado por los suyos: “Considero que Guadalajara ha hecho muy buen partido. Ha sido un choque muy serio. Sin embargo, las múltiples exclusiones en la segunda parte han decantado la balanza a favor del Villa de Aranda, que ha conseguido hacerse con un partido que estaba muy bien encarrilado.”