En muchos deportes de balón el ataque es el protagonista, lo vistoso, lo que enamora al público y a sus practicantes, mientras que la defensa es una parte de la competición mucho más oscura, casi anónima y sinónima para muchos de aburrimiento. El balonmano es distinto, es un deporte mucho más agradecido para la defensa, pues la hace mucho más vistosa y le da un brillo especial. Los amantes del balonmano saben lo importantes que es defender en este deporte y disfrutan viendo la variedad de entramados tácticos, la intensidad y el contacto de los defensores o la comunicación entre ellos. Cualquier aficionado lo primero que desea es que su equipo tenga la capacidad de anular al rival desde la defensa.

Es por eso que, paradójicamente para el no iniciado, los partidos a pocos goles terminen siendo los más bonitos. El debut en esta edición de la VELUX EHF Champions League de Rhein-Neckar Löwen y FC Barcelona Lassa ha sido precioso, el público que abarrotaba el SAP Arena ha hecho vibrar la ciudad entera de Mannheim y los jugadores han disfrutado casi tanto como los aficionados y televidentes. Las sonrisas entre Gensheimer y Saric, por ejemplo, han sido una constante durante todo el partido.

Casi lo menos importante ha sido la victoria final del Rhein-Neckar, más que merecida después de la apuesta que su entrenador Nikolaj Jacobsen y sus jugadores han realizado. Es difícil en el balonmano actual ver un equipo que defienda con un sistema distinto al 6:0 o el 5:1, como mucho los más osados plantean un 3:2:1 muy profundo. Pero Jacobsen apuesta por un 3:3 muy individualizado, forzando al rival a jugar muy lejos de la portería y ahogando su ataque. Lo hace aprovechando el gran potencial físico de sus jugadores y su capacidad de desplazamiento. En este sentido lo más interesante del partido ha sido la comparativa entre el tradicional aunque sólido 6:0 azulgrana con el atrevido y espectacular 3:3 de los teutones.

La defensa 3:3 dificultó mucho el ataque catalán. Foto: EHF.

El duelo no se ha decidido hasta el último minuto y ahí el factor diferencial ha sido el talentoso central Andy Schmid, autor de los últimos tres goles de los 'Leones' de Mannheim, los tantos que han ajusticiado al Barcelona y han cerrado el 22-21 final. El máximo goleador teutón, eso sí, ha vuelto a ser Uwe Gensheimer. El extremo y capitán del equipo no ha rendido como en las anteriores visitas del Barça (15 y 14 goles les endosó), pero sí ha destacado con seis tantos. También ha conseguido media docena el macedonio Lazarov, en su caso para el FC Barcelona.

Ya lo decía la previa el entrenador azulgrana Xavi Pascual, para él el Rhein-Neckar está practicando un juego en este comienzo de temporada que le convierte en "el mejor equipo de Europa" -no en vano es el líder de la Bundesliga-. Es la tercera vez que el Barça visita el SAP Arena y la tercera que vuelve a casa sin la victoria. Al empate del curso 2010/11 y la contundente derrota de hace dos temporadas hay que añadir este nuevo tropiezo, esta vez por la mínima.

Defensa y más defensa

Pronto se vio que en este partido no se iban a marcar muchos goles. Las dos defensas dejaron claras sus intenciones desde el pitido inicial y, pese a la extraordinaria acumulación de talento ofensivo reunido en el 40x20, los goles caían a cuentagotas. Ante el asfixiante 3:3 del Rhein-Neckar, Xavi Pascual lo intentó durante el partido ordenando mucha movilidad de sus extremos y el pivote y haciendo a Dani Sarmiento y Raúl Entrerríos compartir pista durante muchos minutos, para tratar de aprovechar su capacidad de aprovechar los espacios. La ausencia de Siarhei Rutenka dio además más tiempo de juego a los dos centrales españoles.

Kim Ekdahl du Rietz. Foto: EHF.

En el comienzo el Rhein-Neckar fió su ataque estático a su primera línea, con Schmid y Kim Ekdahl du Rietz como primeros goleadores, mientras que el Barcelona encontraba alguna vía para hacer daño con los pases a Sorhaindo y las circulaciones de Víctor Tomás.

Llegaba el minuto 10 de partido y el marcador apenas lucía un resultado de 3-3, aunque entonces llegaría el primer arreón alemán. Lo consiguieron los pupilos de Jacobsen a partir de la defensa y tras un robo de balón Gedeón Guardiola logró el 6-3 que obligó a Xavi Pascual a pedir el primer tiempo muerto.

Lazarov asume galones

Lazarov anotó tres goles para contener el primer arreón alemán

La reacción azulgrana fue repentina y tuvo un nombre propio, el de Kiril Lazarov. El zurdo anotó tres goles que, sumados al de un oportunista Gudjon Valur Sigurdsson, pusieron por delante al Barça por primera vez en el partido.

Cada gol costaba prácticamente sangre, sudor y lágrimas, pero el Rhein-Neckar Löwen recibió una buena noticia: sus extremos, sus grandes goleadores, estaban enchufados. Gensheimer y Groetzki aparecieron en los minutos finales del primer tiempo y volvieron a dar a su equipo una ventaja de dos goles, aunque Filip Jicha recortó la distancia y con 10-9 se llegó al descanso.

Gensheimer toma la alternativa

Para cuando comenzó el segundo tiempo los dos entrenadores habían tenido tiempo suficiente para hablar con sus jugadores y reaccionar ante las duras defensas que se estaban encontrando, pero lo cierto es que nada cambió cuando el balón volvió a rodar por el aire. Las defensas seguían imponiéndose y el primer gol de la segunda parte no llegó hasta el quinto minuto de juego. Fue obra, cómo no, de Uwe Gensheimer.

Gensheimer y Saric escribieron un capítulo más de su rivalidad. Foto: EHF.

En un partido de tan pocos goles una ventaja de dos se consideraba peligrosa, así que el Barcelona puso una marcha más y logró reaccionar, gracias a las intervenciones de Saric y los goles de Lazarov y Sigurdsson. Volvían a empatar el partido los catalanes, pero de nuevo Gensheimer dejó patente su calidad con dos goles más -el segundo un siete metros lanzado de fuerte-flojo, una delicia para la vista- y puso el 13-11.

El Barça se agarraba al acierto de Lazarov, aunque no lograba frenar al sueco Kim Ekdahl du Rietz. La rapidez del zurdo Groetzki dio de nuevo la máxima renta a los alemanes (16-13), pero de nuevo el cuadro barcelonista reaccionó cuando se vio contra las cuerdas. Sarmiento y Entrerríos tomaron la responsabilidad del gol y el marcador volvió a lucir empate.

En inferioridad el Barça consiguió ponerse por delante

Todo parecía complicarse a falta de menos de un cuarto de hora, cuando Rafa Baena volvía a poner por delante al equipo local por delante y además forzaba la exclusión de Viran Morros. Pero con un jugador menos el Barça logró robar dos balones y con sendos contragolpes Raúl Entrerríos y Víctor Tomás volvieron a poner a su equipo por delante, por segunda vez en el partido.

Nikolaj Jacobsen, visiblemente enfadado, pidió tiempo muerto y amenazó con sacar portero-jugador, aunque finalmente lo desestimó. La bronca de su entrenador hizo espabilar a los jugadores alemanes, que volvieron a recuperar el mando merced a los goles de los extremos y las intervenciones de Appelgren.

El momento Schmid

A Andy Schmid nadie le va a descubrir ahora. El suizo ha sido nombrado mejor jugador de la Bundesliga en las dos últimas temporadas y en el final de este partido ha demostrado por qué. Tres píldoras de calidad, tres lanzamientos que han neutralizado los goles postreros de Sigurdsson para el Barça. Con un escuadrazo al borde del pasivo Schmid ponía el 22-20 a falta de poco más de un minuto.

Schmid sacó su magia al final. Foto: EHF.

Con tan poco tiempo por disputarse al Barcelona le entraron las prisas y Lazarov lanzó fuera un balón que daba media victoria al equipo local. Aunque Víctor Tomás consiguió poner a su equipo a un gol a falta de 15 segundos, ya no fue posible robar el balón, por lo que el Rhein-Neckar Löwen cerró el partido con victoria.

La maldición de Alemania

No se le dan bien los equipos alemanes al Barça, aunque en honor a la verdad cualquier equipo de balonmano del mundo sufre cuando visita tierras germanas. Esta temporada los de Xavi Pascual se han visto las caras hasta el momento con dos conjuntos alemanes y son las dos derrotas que hacen gris su currículum. Ya cayó ante el Füchse Berlin en la IHF Super Globe y ahora suma una nueva derrota ante el Rhein-Neckar Löwen.

Es cierto, por otra parte, que este momento es el mejor de la temporada para sufrir una derrota. Lo importante es encontrar el mejor momento de juego y resultados a partir del año nuevo, tras el parón por selecciones.

El segundo partido del Barcelona en esta edición de la Champions llegará el próximo sábado. Será el debut en el Palau Blaugrana, contra un rival en principio de menor entidad como el Kristianstad sueco, aunque en la primera jornada ha sorprendido al Kolding. El Barça buscará redención ante el equipo nórdico.