Balonmano VAVEL

Los hispanos despiertan de la pesadilla ante Irán

Quince minutos duró la resistencia de los iraníes en un primer tiempo gris de los españoles, que se resarcieron en la segunda mitad logrando una abultada victoria para olvidar el tropezón de ayer ante Eslovenia.

Los hispanos despiertan de la pesadilla ante Irán
Cristian Ugalde armando el brazo para lanzar ante el portero iraní. Fuente: RFEBM.
josergrado
Por José Ramón Pérez

Los dos contrincantes llegaban a la segunda jornada del Preolímpico que se está celebrando este fin de semana en Suecia con igual trayectoria en el primer día del mismo: Irán cayó en su estreno ante la selección anfitriona por dieciséis goles de diferencia (19-34) y España recibió un inesperado correctivo por parte de Eslovenia por veintiún goles a veinticuatro. Los hispanos, favoritos a priori ante el rival más débil del grupo, buscaban una victoria para olvidar el resbalón del día anterior y llegar a la confianza y al nivel de juego necesario para afrontar con garantías de obtener el billete olímpico la última jornada, en la que se enfrentará al combinado sueco en un ambiente totalmente hostil. 

A España le costó despegar en el marcador en los primeros compases del encuentro: pese a mostrar la variedad de recursos con la que cuenta en ataque, donde Cristian Ugalde destacaba con sus goles desde el extremo y de contraataque; hacía aguas en defensa, ante una Irán que seguía metida en el partido mostrándose muy sólida en el lanzamiento exterior, encontrando huecos en el centro de la defensa española, con gran protagonismo del central Norouzinezhad y el lateral izquierdo Afshin Sadeghi, tanto en el aspecto anotador como asistencial, lo que hizo que la renta de la que disfrutaban los hispanos no fuera más allá de los dos o tres goles.

La selección española combinó durante la primera mitad la defensa 6:0 y 5:1, y esta última a la postre resultaría fundamental, ya que el hombre adelantado, Ugalde, llevó a cabo un gran trabajo defensivo que se tradujo en más de una ocasión en contraataques que ejecutó con éxito. Sin embargo, la propia dinámica veloz  de los contragolpes provocó que varios disparos del combinado nacional se estrellaran contra la madera o la figura del portero iraní, lo que permitió que los asiáticos se acercaran en el marcador, consiguiendo el empate con un robo de balón en el minuto 15 tras el tiempo muerto solicitado por el seleccionador español (8-8).

Los subcampeones de Europa se encontraban renqueantes en ataque, optando por recurrir de forma continua al juego interior intentando conectar con el pivote, posición que era ocupada de forma alternativa por el estepeño Rafa Baena y el petrelense Gedeón Guardiola. También España seguía haciendo aguas en la defensa al lanzamiento exterior, pero el tiempo muerto solicitado el técnico de la selección asiática le servió al propio equipo español para arreglar el desajuste defensivo.

LA "MAQUINARIA HISPANA" EMPIEZA A ENGRARSARSE

A la ostensible mejora de la maquinaria defensiva  contribuyó la sustitución del cancerbero Rodrigo Corrales por el joven guardameta del FC Barcelona Lassa, Gonzalo Pérez de Vargas, que emergió con fuerza en el encuentro realizando varias intervenciones meritorias. La defensa 5:1 practicada por el combinado nacional empezó a carburar, frenando las acometidas de los lanzadores exteriores asiáticos y realizando importantes robos de balón que se acabaron traduciendo en goles españoles.

El juego español empezó a carburar a mediados de la primera mitad

Cristian Ugalde y Dani Sarmiento empezaron a tirar el carro del ataque de los hispanos monopolizando las acciones de contraataque y los lanzamientos en penetración, que lograban mermar el centro de la defensa iraní, que eran superados por los lanzadores españoles en el uno contra uno. A falta de unos segundos para la conclusión de la primera mitad llegó la máxima renta para las huestes de Manolo Cadenas, gracias a los tantos de Alex Dujshebaev y Joan Cañellas, que pusieron los siete goles de diferencia en el electrónico (18-11)

En el inicio de la segunda mitad se produjo un intercambio de golpes entre los combinados, con un equipo asiático que había variado su planteamiento en ataque con respecto al primer tiempo. Sabedores de que en los primeros treinta minutos habían abusado de los disparos lejanos de sus centrales y laterales, estrategia que había contado con gran efectividad hasta el arreón final de los hispanos, decidió conectar en ataque con los extremos y el pivote, quienes empezaron a cobrar protagonismo, contrastando con la primera mitad en la que habían pasado totalmente desapercibidos. En el lado español, Dani Sarmiento volvió del vestuario igual de enchufado que en el final del primer tiempo.

LA SELECCIÓN PONE TIERRA DE POR MEDIO

El encuentro estuvo lleno de acciones rápidas y contragolpes

Sin embargo, cuando el encuentro llegó al 22- 16, el combinado nacional puso la directa, quedándose la plantilla iraní estancada en el marcador. Varias acciones rápidas en ataque y los consiguientes aciertos defensivos, gracias a la defensa 5:1, esencial durante todo el encuentro y que ya había conseguido desatascar al equipo la primera mitad, permitieron aumentar la renta hispana, pese a las meritorias intervenciones del guardameta iraní, que estuvo especialmente acertado, logrando importantes paradas en contragolpes y lanzamientos que se habrían traducido en goles cantados en cualquier otra circunstancia; pese a lo cual encajó un parcial de 6-0, poniendo los doce goles de diferencia con el 28-16 en el marcador.

Cristian Ugalde fue el máximo anotador con nueve tantos y MVP del encuentro

Al fin se hacía visible con claridad la diferencia en términos balonmanísticos existente entre los dos equipos. Una vez que la victoria estaba garantizada, Cadenas consideró que había llegado el momento propicio para realizar rotaciones y que el equipo español probara diferentes alternativas en el juego de cara al partido en el que España se jugará sus aspiraciones para lograr uno de los dos pases que están en juego este fin de semana en el preolímpico de Suecia.

Aunque los goles en contraataque y desde el extremo caían uno tras otro, y la defensa rival tenía serios problemas para defender a un correoso Rafa Baena que hizo un meritorio trabajo en el pivote; es cierto que los jugadores españoles pudieron pecar en la recta final del encuentro de desconcentración, circunstancia que suele ocurrir ante una diferencia tan holgada en goles y en juego como la que existía entre ambos combinados, lo que pudo provocar varios errores en contraataque y tantos rivales evitables en los que los jugadores quedaron desmarcados fácilmente. Y es que, pese a lo abultado de la victoria, la diferencia en goles que se obtuviera en el enfrentamiento podía llegar a ser transcental, ya que tener un goal average favorable es importante en un torneo de tres jornadas, más aún habiendo perdido un partido.

La selección española alcanzó los quince goles de diferencia de la victoria de Suecia sobre el equipo iraní durante el encuentro, aunque la renta final fue de catorce (37-23). España cumplió y dejó buenas sensaciones de cara la "final" contra Suecia, por lo que mantiene sus opciones intactas y el pase olímpico sigue siendo posible.