Francia, palabras mayores. El combinado galo tenía ante sí una importante piedra de toque en Qatar. No importó. Los pupilos de Claude Onesta cuajaron un fantástico encuentro y superaron a la selección asiática. La solidez defensiva hizo que el los entrenados por Valero Rivera no fueran capaces de anotar ni diez goles en la segunda media hora.

Igualdad y poco acierto

Duelo por todo lo alto entre dos de las selecciones más potentes del panorama balonmanístico. Quedó patente en los primeros minutos del encuentro con la igualdad mostrada sobre el parquet. Sorhaindo anotó el primero para los franceses y Markovic igualó para los cataríes.

Fue entonces cuando surgió otro de los duelos del encuentro. Danjiel Saric y Thierry Omeyer fueron capaces de tocar varios balones consecutivos. Los dos guardametas demostraron que son de los mejores del mundo. Este hecho provocó que los ataques no finalizaran con acierto y que el marcador apenas se moviera.

El ataque posicional de Francia no era capaz de sobrepasar el duro 6-0 catarí y para colmo de males no eran capaces de encontrar a Nikola Karabatic. Precisamente, la estrella gala puso el empate de buevo, justo antes de que el cañón que tiene por brazo Markovic hiciera acto de presencia. Pero la exclusión de Mabrouk propició que con portero-jugador Luka Karabatic diera la vuelta al marcador con el 4-5.

Francia se entonó y lo hizo a partir de las intervenciones de un acertado Omeyer. Detonante principal para que el cuadro galo adquiriera una ventaja importante y que a las postre sería fundamental. Y es que la primera media hora de juego terminó con la victoria parcial del cuadro europeo con tres tantos de ventaja.

Francia fulmina a Qatar

Vista la igualdad de la primera parte nadie podía imaginar lo que estaba a punto de ocurrir. Qatar desaparecía por completo del partido, al punto de perder cualquier opción de sumar algo positivo ante la doble campeona olímpica. Francia dejó claro en la segunda jornada de la fase de grupos que ha viajado a Río de Janeiro con la convicción de llevarse un nuevo oro a casa.

Dos goles cataríes que fueron un total espejismo para lo que quedaba de encuentro. El arranque del segundo acto hacía indicar que continuaría como en el primero, aunque sí que es cierto que Francia mejoró en defensa con la contundencia de los hermanos Karabatic. Por si esto fuera poco pudo correr y aquí Luc Abalo es todo un especialista como así muestran sus buenos registros anotadores.

Mientras que los goles en Qatar llegaban a cuenta gotas, Francia batía con una facilidad pasmosa la meta rival. Ni la entrada de Stojanovic logró frenar la sangría del cuadro catarí. Las ventajas alcanzaban los diez goles al paso por el minuto 15 de la segunda parte y todo parecía decidido. Y así fue.

Tanto Claude Onesta como Valero Rivera optaron por dar oportunidades a los menos habituales con el objetivo de dosificar las fuerzas. Así se vio a Borja Fernández o Zakkar en Qatar y a Dipanda o Fabregas en el cuadro galo. La ventaja siguió creciendo hasta situarse en los catroce tantos con los que finalizó el choque.