Al grito de ‘’El Rayo es de Vallecas’’, la afición franjirroja dejó clara su postura respecto al posible cambio de estadio, que a pesar de encontrarse en una fase embrionaria, tiene en contra a un gran colectivo de la afición rayista. Con capacidad para 14.708 personas y casi 48 años de historia, el Estadio de Vallecas es el segundo más pequeño de LaLiga, solo por delante de Montilivi, al que apenas supera por 500 asientos. El pobre cuidado que ha recibido el recinto sumado al crecimiento del Rayo Vallecano como entidad deportiva son los argumentos que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ofrece para defender que ‘’cada vez es más insostenible seguir en Vallecas.’’
La vox populi choca de nuevo con la de la directiva
El Estadio de Vallecas es propiedad de la Comunidad de Madrid. Ubicado en el barrio Palomeras Bajas, carece de un fondo debido a las genialidades urbanísticas típicas de mediados del siglo XX. El presidente del Rayo, Raúl Martín Presa afirmó en Onda Madrid que el estadio ‘’ya no da para más'' y al no tener donde crecer puede estudiarse ‘’un nuevo estadio propio cerca del habitual.’’ Según adelantó El Español, la presidente de la comunidad madrileña ha ofrecido ya varios terrenos a la directiva rayista, y solo falta que la mesa de Martín Presa elija aquellos ‘’terrenos dotacionales para jugar al fútbol’’, como decía el propio Presa. El trato radica en que la Comunidad de Madrid abone la cantidad necesaria para hacerse con el terreno, mientras que el club se encargará de las obras.
"La afición y peñas del club rechazan la propuesta, atribuyendo las malas condiciones del estadio a la dejadez del Gobierno Autonómico." ha sido la declaración de los portavoces de la afición ‘’bukanera’’, que ya se han asociado al PSOE del municipio para intentar revertir la situación. El tema está candente, y la afición es una baza muy importante, pues el Rayo Vallecano es un emblema de Vallecas, de sus valores antifascistas y antirracistas; ‘’El Rayo es Vallecas y Vallecas es el Rayo’’ en palabras de Miguel, abonado al club desde hace una década.
Sin embargo, el cambio de estadio del Rayo tiene sus fundamentos detrás. Los baños están en un estado deplorable y hay goteras cuando llueve. ‘’Más que viejo diría que está muy mal cuidado’’ nos dice Miguel, y confirma el famoso rumor del estadio de que ‘’tienes que llevarte de casa el dixan y el trapo para limpiar tú mismo la suciedad de los asientos.’’ La dejadez del club con respecto al cuidado del feudo rayista enfurece a los aficionados, y la Inspección Técnica de Edificios no engaña, desde 2012 no arroja resultados favorables. Bien es cierto que en cuanto a infraestructura es casi imposible crecer por los edificios que rodean el coliseo, mas se puede hacer mucho más por la experiencia del aficionado. El presidente decidió enfocarse más en lo que se refiere a infraestructuras ante los micrófonos de Onda Madrid, pues señala que el campo ‘’no tiene parking para jugadores ni autoridades, tampoco zonas de hospitality ni VIP.’’
Presa y el Rayo, una historia de amor
En 2011, Raúl Martín Presa se hizo con el 98,6% de las acciones del Rayo Vallecano, asumiendo la deuda de 30 millones que dejaba la familia Ruiz Mateos en el club madrileño. Los choques ideológicos entre Presa y la afición son más que notables, con desagradables eventos como el de Zozulya o la asistencia en 2020 de Santiago Abascal y Rocío Monasterio al palco del estadio para presenciar un encuentro frente al Albacete. Aquel día se aglutinaron todas las causas para que se desatara la tormenta perfecta, pues la presencia en el equipo rival de Zozulya sumada a la asistencia de dos líderes de derechas al encuentro, fueron suficientes para que la grada estallase y pidiera la dimisión del presidente rayista al grito de ‘’En Vallecas no hay lugar para el fascismo.’’ En la memoria de muchos quedará el famoso ‘’Presa vete ya’’ en la presentación de Radamel Falcao en 2021, uno de los momentos más incómodos de la carrera de la estrella colombiana.
El tema no ha tardado mucho en politizarse, y como es costumbre, ya hay dos posturas muy diferenciadas. La oposición, con Rita Maestre como portavoz respecto al tema, ha comentado que el cambio de estadio ‘’huele a pelotazo’’. La concejala de Más Madrid lo ha catalogado como “el final de unos planes que Ayuso y Martín Presa llevan meses preparando’’, y de ‘’la crónica de una muerte anunciada’’ del Estadio de Vallecas. Revisando los antecedentes, la situación que expone Rita Maestre recuerda a lo ocurrido en la Comunidad de Valencia a principios de la pasada década, un entramado que sigue pagando a día de hoy la región mediterránea.
Un pulso por el Estadio de Vallecas
Los intereses chocan en Vallecas, con fuerza y en direcciones opuestas. Desde la directiva, Presa ve el traslado del feudo vallecano como una oportunidad para reafirmarse en la presidencia, quizá librarse de una parte de la afición molesta para sus intereses y así aumentar las ganancias del club, y por tanto suyas. La afición, sin embargo, considera el Estadio de Vallecas un símbolo del municipio, en palabras del presidente de la ADRV, "No se puede entender el Rayo Vallecano fuera de Vallecas ni quizás una Vallecas sin el Rayo Vallecano." Los rayistas no piden un traslado, pues no creen tan sustancial esta masa social in crescendo que Presa menciona, sino que piden que las instalaciones se cuiden bien y se cumplan unos mínimos en relación al precio del abono, y más en un distrito obrero como Puente de Vallecas. Finalmente, como en todos los temas de los que se habla en este país, los partidos políticos se han apropiado de las dos posturas posibles respecto al traslado del estadio; la derecha de Ayuso se posiciona evidentemente a favor de la propuesta de cambio, sin embargo, la izquierda junto a la afición presionan para que esto no ocurra así y barruntan un entramado para que la derecha se reparta una gran cantidad de dinero con la directiva encabezada por Presa. La vox populi ha hablado, la del dinero también; ¿Quién ganará el pulso?