Hoy se cumplen 19 años de uno de esos días que todo aficionado del Club Deportivo Tenerife guarda en un rincón especial de la memoria. Si bien es cierto que la época dorada que vivió el club en la década de los 90 hace que este día quede a la sombra de las victorias ante Juventus, Lazio o Brondby, o las famosas "Ligas de Tenerife" que el Madrid perdió en la isla en dos años consecutivos, el 2 de abril de 1995 es una fecha especial para todo chicharrero por la victoria conseguida y por la forma en que se hizo.

Llegaba a la isla el vigente campeón de Liga y Supercopa, el FC Barcelona de Johan Cruyff, segundo clasificado y enfrascado de pleno en la lucha por su quinto campeonato consecutivo. Frente a Guillermo Amor, Eusebio, Koeman, y un largo etcétera de grandes jugadores que conformaba aquella plantilla, se encontraba el Tenerife de Cantatore, que buscaba asentarse en la media tabla en su sexta temporada consecutiva en la élite. Con el Heliodoro lleno y la grada desbordada por la ilusión de enfrentarse a uno de los dos grandes del fútbol español, dio comienzo un partido que aún hoy deja en los labios blanquiazules un dulce sabor a victoria.

El Barça golpeó primero, pero no dos veces

Pese a la expectación de la afición, las cosas comenzaron pronto a torcerse para el bando local. A los 20 minutos de encuentro, Ojeda derribó dentro del área a Txiki Begristain, y Andújar Oliver no dudó en señalar el punto de penalty y expulsar al guardameta tinerfeño. Cantatore dio entonces entrada a Buljubashic, portero suplente, que tardó apenas un minuto en convertirse en el primer héroe de la tarde. Koeman coloco el balón, tomó carrerilla, y disparó a su izquierda, pero se encontró con la mano del meta argentino, que permitió que los suyos conservaran el empate hasta que el colegiado indicara el final de la primera parte.

Buljubashic paró un penalty a Koeman con 0-0

Sin embargo, en la segunda mitad ni siquiera el portero blanquiazul pudo impedir que los culés se adelantasen. Fue Guillermo Amor quien, tras ganar un balón dividido en la frontal del área, sacó un disparo a la escuadra derecha de la portería y adelantó a los suyos en el minutos 61 de partido. Con un jugador más sobre el césped y con ventaja en el marcador, la situación parecía cómoda para los visitantes, pero aún quedaba una larga media hora y un Tenerife dispuesto a dar la sorpresa.

Remontada final y victoria chicharrera

En el minuto 71 Ramis hizo saltar las alarmas en el Barça. Paqui desbordó por banda izquierda, puso un centro al área, y el central de Tarragona remató totalmente sólo para batir a Carles Busquets y poner el empate en el electrónico. Comenzaba a forjarse una sorpresa que se vería culminada a falta de cuatro minutos para el final de la mano de Julio Llorente. Cuando los jugadores blanquiazules firmaban ya el empate, Pizzi estuvo más listo que nadie para sacar rápido una falta al borde del área y servir el balón al lateral vallisoletano, que con un zapatazo cruzado a bote pronto llevaba el 2-1 al marcador y el delirio a la grada del Heliodoro que veía cómo los suyos se hacían con una victoria tan importante como prestigiosa.

Ramis y Llorente dieron al Tenerife 2 puntos sin los cuales habría jugado promoción de decenso

El Tenerife sumó hace 19 años dos puntos que a la postre serían más que decisivos de cara a mantenerse en la élite del fútbol español. Este hecho, sumado a la entidad del rival y a la dificultad de la remontada con un jugador menos hace que éste sea un día que merece especial mención en la historia blanquiazul. Las casi 20 mil personas que llenaban el Heliodoro aquel día difícilmente olvidarán la experiencia de ver a los suyos ganar a uno de los equipos más grandes de la historia de fútbol mundial.

Si no lo viviste, no lo recuerdas, o quieres volver a sentir las emociones de aquel momento, aquí tienes el resumen del partido: