Álvaro Cervera se enfrenta a su situación más complicada desde que es entrenador del CD Tenerife. El técnico, cuestionado por la mala racha del equipo, podría tener ante el Barcelona B la última oportunidad para reconducir una dinámica negativa que podría terminar con su destitución al frente del equipo.

A pesar de afrontar su tercera temporada como técnico blanquiazul, a Cervera se le agota el crédito. Si bien fue capaz de remontar una situación similar la temporada pasada, en esta ocasión cuenta con un mayor número de detractores que piden ya su destitución. En VAVEL hemos querido debatir sobre la situación de Álvaro Cervera: ¿debe continuar el técnico más allá del próximo domingo o bien pesan más los malos resultados y la falta de juego del equipo?

A favor de la continuidad de Álvaro Cervera

Aitor Darias - Innegablemente, Cervera es el principal responsable de los males que sufre el actual Tenerife, pero de ahí a pedir su destitución hay un paso que el club no debe dar, por lo menos de momento. Es evidente que, más allá de errores individuales que han costado puntos, el técnico no ha dado aún con la tecla para que el conjunto chicharrero mantenga, ya ni siquiera el nivel que se le presumía a medida que llegaban las incorporaciones en pretemporada, sino un nivel óptimo para competir en la categoría de plata del fútbol español, pero a estas alturas de año hay que tener paciencia. Un cambio radical es una moneda al aire, una solución desesperada para la que todavía no ha llegado el momento.

Cervera es el entrenador que mejor nivel puede hacer dar a esta plantilla

En primer lugar porque, aunque el nivel medio de este Tenerife haya sido muy pobre, Cervera ha demostrado ser capaz de hacerlo funcionar, como ya se vio no solo en temporadas anteriores, sino en los partidos frente a Las Palmas o en el choque en El Sadar (exceptuando los últimos minutos). Dos "buenos" partidos en ocho jornadas no son una buena defensa para tantas críticas, cierto, pero demuestran que el entrenador, al menos, tiene la capacidad de sacar adelante al equipo. Ahora es su responsabilidad volver a hacerlo y conseguir que se mantenga el nivel cuanto antes.

Y no solo me baso en que Cervera sea capaz de hacer funcionar a este equipo, sino en que considero que es el entrenador que mejor nivel puede hacer dar a esta plantilla. Al fin y al cabo es una plantilla que él mismo, con la ayuda de Alfonso Serrano, ha confeccionado, a su gusto, con los jugadores que él ha elegido y para desplegar el juego que él quiere. ¿Por qué hemos de dar a otro entrenador un equipo hecho por y para otro y confiar en que lo saque adelante? No, no es así como deben hacerse las cosas, o por lo menos no todavía.

La segunda razón, y quizás la más importante, es que el club ha hecho una apuesta muy importante por un proyecto al frente del cual está Cervera en prácticamente todos los aspectos. ¿Qué sentido tiene echar abajo un proyecto de tres años en nueve jornadas? ¿No sería traer a otro entrenador, pan para hoy (si es que el nuevo técnico trae pan) y hambre para mañana? Ahora que por fin el Tenerife se ha propuesto un plan a largo plazo, es la hora de ir con él hasta el final, o por lo menos hasta que las circunstancias hagan inevitable su prematuro fin, y esas circunstancias no pueden llegar nunca tras nueve o diez partidos.

Cervera ha demostrado ser capaz de superar situaciones muy adversas

Por último, Cervera es un técnico que ha demostrado ser capaz de superar situaciones muy adversas, tanto o más que la actual. Sin ir más lejos, a estas alturas de la temporada el equipo estaba peor que ahora en cuanto a puntos (si bien las aspiraciones y sensaciones eran otras) y acabó dando un salto de calidad espectacular, pero más grave fue aún lo de la temporada anterior. Una funesta pretemporada que acabó con Luismi Loro y Suso siendo retenidos por la Policía Local para evitar una pelea campal en Lanzarote y con un equipo que no conocía la victoria ante equipos de la misma categoría dio lugar a un racha increíble de 13 partidos consecutivos sin perder que desembocaron en el ascenso a Segunda. Paciencia: Cervera ha demostrado que vale la pena tenerla con él, y, aún con una hipotética derrota ante el Barcelona B, debería seguir al frente del equipo. Solo el tiempo dirá qué bando tenía razón.

Ubay Rodríguez - Es cierto que, con cada semana que pasa, se suman más razones para pedir que Álvaro Cervera no continúe como entrenador del Tenerife. Según los tópicos, "el fútbol no tiene memoria", pero en este caso es conveniente echar la vista atrás para buscar motivos que defiendan la continuidad del técnico. Cervera es el segundo entrenador con más partidos en la historia del conjunto blanquiazul, logrando por medio un ascenso a Segunda y la permanencia en la categoría tras la difícil situación que se vivió al comienzo del año pasado.

Hay que apostar por la continuidad; Cervera se lo ha ganado

Si hay alguien adecuado para revertir la mala dinámica del equipo, ése es Álvaro Cervera. El técnico conoce la casa, a los futbolistas y tiene una idea clara de fútbol, guste más o menos, que de momento ha funcionado bien en la isla. Dando continuidad a un once y si logra que los futbolistas rindan a su mejor nivel, aún podemos esperar a un Tenerife que supere los obstáculos actuales y pelee por lo que se le presupone.

Además, no es desconocido para la afición del Tenerife que dar bandazos cambiando de entrenador en pocas jornadas no siempre da buenos resultados. Sería difícil elegir un técnico como Cervera, que conozca a la plantilla y sepa sus virtudes y defectos, y que gestione como hasta ahora a un grupo que, bien es cierto, puede dar más de sí. ¿Y si el sustituto del ecuato-guineano tampoco da con la tecla? ¿No es mejor lo 'malo conocido' que lo 'bueno por conocer'? Álvaro Cervera es capaz de reconducir la situación, que ya comenzó a mejorar en Pamplona.

A favor de su destitución

Iván Martín - Álvaro Cervera es el principal responsable de la situación del Tenerife, tanto en el aspecto técnico como en la confección de la plantilla, la cual tiene algunas carencias, especialmente en la banda izquierda. En este sentido, ha sido un disparate lo que se ha hecho con la posición de lateral izquierdo: el dejar sin ficha a Juan Carlos García para contratar a Uli Dávila; el alta a última hora de Igor Arnáez, futbolista que la temporada pasada jugó en el Bilbao Athletic y estaba sin equipo; prescindir de Jairo el último día del mercado, cuando se había dicho que se contaba con él. Además, tampoco ha ayudado mucho lo que ha pasado con Ayoze. Y todo ello para que Raúl Cámara, lateral derecho, sea el que más veces haya ocupado la posición de lateral zurdo.

Ahora mismo no se sabe a qué juega el Tenerife

Otro aspecto que parece incomprensible es el pésimo estado de forma en el que llegaron algunos futbolistas al comienzo de la temporada. Por otro lado, Cervera se ha equivocado al prescindir de Ricardo y contar de inicio en tantos partidos con dos medios de corte defensivo como Vitolo y Aitor Sanz. Salió bien ante Las Palmas, pero fue más fruto de la actitud y de la intensidad de los jugadores que de la disposición táctica. En los últimos encuentros ha hecho demasiados cambios y ahora mismo no se sabe a qué juega el Tenerife. Ante el Barcelona B es una auténtica final y si Cervera cree que puede sacar rendimiento a la plantilla que ha confeccionado junto a Alfonso Serrano, el domingo es el día para demostrarlo. No le queda margen de error.

Carlos Doble - Que a Álvaro Cervera se le haya acabado el crédito en el Club Deportivo Tenerife no es sorprendente, más bien se trata de la “crónica de una muerte anunciada”. Sus continuos vaivenes, dentro de una filosofía de juego para la que no tiene a los profesionales adecuados, han terminado por convertirse en su propia tumba. Con las ideas cada vez menos claras, cambiando de parecer jornada tras jornada en su búsqueda desesperada de una identidad ya perdida, y permitiéndose la licencia de anteponer situaciones personales a las meramente futbolísticas, al técnico ecuatoguineano le deben quedar las horas contadas en el club blanquiazul.

Mucho tiempo ha pasado ya desde que el vestuario fuera una piña a su alrededor. Ahora, con un bagaje más que pobre en un inicio de campaña desalentador, poco a poco parece que los futbolistas empiezan a dudar de la capacidad de su comandante en jefe. Cuando no se tiene nada que aportar para que la situación mejore, es momento de apartarse a un lado. Por el bien de la marcha del equipo, para que alguien con otro enfoque le dé al club el aire fresco que le permita volver a engancharse a la Liga, y porque los aficionados no se merecen pasar otra temporada como la del último descenso a Segunda B, Cervera debe hacer las maletas y partir. Siempre se le estará agradecido en la isla por haber devuelto al equipo al fútbol profesional, pero cada uno tiene su momento y el de Álvaro parece haber terminado.

Javier Ezquerra - El tiempo de Álvaro Cervera en el banquillo del CD Tenerife ha llegado a su fin. Es cierto que solo han transcurrido nueve jornadas de Liga y la temporada acaba de empezar, pero las sensaciones que está dando el equipo, y más importante aún, los malos resultados, hacen pensar que lo mejor es un cambio de aires en el banquillo del Heliodoro Rodríguez López.

Se avecinaba una temporada muy ilusionante para la parroquia blanquiazul, y es que, pese a la salida de Ayoze Pérez, las buenas sensaciones dadas por el equipo pese al mal final de año, junto a algunos fichajes esperanzadores como los de Ifrán o Vitolo, hacían pensar que esta temporada el Tenerife podía aspirar a todo en la división de plata del fútbol español, pero esa ilusión se ha ido poco a poco haciendo añicos.

Parece que los jugadores han dejado de creer en su entrenador

Pese a la derrota en Ponferrada y la lesión de Ifrán en el primer partido de Liga, el equipo dio una buena imagen, pero a partir de ese partido todo ha ido a peor. La imagen del equipo fuera de casa es muy pobre, salvo la dada en el choque de El Sadar, y en casa más de lo mismo, pese a conseguir mejores resultados como el del derbi. Los de Álvaro no juegan igual que el año pasado, y los malos resultados parece que han hecho que los jugadores dejen de creer en las ideas de su entrenador.

Hay que reconocerle a Cervera todo lo que ha hecho por el club, devolviéndolo al fútbol profesional y el año pasado haciendo soñar a la afición con un ascenso a Primera, impensable unos meses atrás. Pero también hay que saber que el fútbol va por rachas, por ciclos, y parece que el de Álvaro Cervera al frente del CD Tenerife, por el bien de este último, ha llegado a su fin.