Importante victoria la lograda por el Tenerife ante el filial del FC Barcelona. Los blanquiazules, que se jugaban más que tres puntos en un choque considerado casi como una final, respondieron ante su parroquia y cosecharon una victoria que sirve como balón de oxígeno tras los malos resultados de semanas anteriores.
Desde el principio salió decidido el conjunto de Álvaro Cervera a lograr la victoria. Al técnico ecuato-guineano, que optó por repetir el trivote de la semana pasada, y dio únicamente entrada a Raúl Cámara por el lesionado Albizua, le salió bien la apuesta. A pesar de que era el Barça B el que tenía la posesión, fueron los blanquiazules los que leyeron mejor el encuentro, creando las ocasiones en el primer tramo del partido. Así, con un Suso incisivo y un Ifrán con hambre de gol, trajeron de cabeza a la defensa del filial culé, demasiado arriesgada en la salida del balón.
Suso abrió la lata con un trallazo a la escuadra
Desde el comienzo del choque era evidente que el Tenerife tenía armas suficientes para desarbolar al filial blaugrana, que no demostró ser el equipo de la categoría que más disparos a puerta lleva a cabo. Fueron los tinerfeños, alentados por su afición, los que crearon más peligro en el primer tiempo, saliendo de forma inteligente a la contra y poniendo en aprietos a la joven defensa del Barcelona B. Tanto Suso como Ifrán tuvieron ocasiones para adelantar a los suyos pronto, pero no sería hasta el 26 cuando el primero inauguraría el marcador.
Suso quitó las telarañas de la portería de Ortolá
En una acción individual, el tacuense se deshizo de Patric, por dos veces, para poner el balón allá donde Ortolá nada pudo hacer por evitar el gol. El gol hizo justicia con lo visto hasta el momento, pues el Barcelona B apenas se acercó a portería durante el primer tiempo. Un cabezazo de Diagne, que despejó Roberto, fue lo más destacado de los culés en ataque, además de las incorporaciones por banda de Sandro Ramírez y Adama.
El primer tiempo no dio muchó más de sí, llegando al descanso con ocasiones suficientes para que el Tenerife hubiera tenido mayor ventaja. El trivote formado por Aitor Sanz, Vitolo y Ricardo daba sus frutos, anulando la zona de creación del Barça B.
Ifrán sentenció tras un córner
El comienzo del segundo tiempo fue eléctrico. Eusebio dejó a Sandro en vestuarios y dio entrada a Cámara, mientras que Cervera optó por dar continuidad a lo que bien le había funcionado en los primeros 45 minutos.
Ifrán estrenó su casillero como goleador
No tardó en sumarse Diego Ifrán a lo que mejor sabe hacer, marcar goles, tras un saque de esquina en el que pudo haber tocado el balón con la mano, en todo caso involuntaria. Antes, tanto Ricardo como Dongou habían tenido ocasión de anotar, si bien Ortolá y Roberto se mostraron seguros bajo palos para despejar las respectivas ocasiones.
El segundo gol fue un mazazo para las aspiraciones del filial, que se diluyó en el Heliodoro y no fue capaz de llevar peligro al área local. Las individualidades de Dongou y Adama no fueron suficientes para romper la seria zaga tinerfeña, que no notó la baja de Albizua.
Ya en las postimetrías del partido, Patric se ganó la expulsión tras una fea entrada a Aridane, lo que allanó el camino del Tenerife en los últimos diez minutos del partido, en los que el jovencísimo Cristo González, debutante en el Heliodoro, incluso pudo anotar el tercero. Finalmente, victoria por 2-0 para los tinerfeños, que rompen la dinámica negativa y salen del descenso con una mejora notable en juego y sensaciones. Zaragoza será el próximo rival para los de Cervera, mientras que el Barcelona B recibirá en el Mini Estadi al Sporting.