El Girona diluye el efecto Agné

Los pupilos de Pablo Machín dieron a conocer en el Heliodoro su condición de mejor visitante de la categoría y se llevaron los tres puntos en un choque insípido y en el que el Tenerife estuvo fallón atrás y falto de ideas en la parcela ofensiva.

El Girona diluye el efecto Agné
Foto: LFP.
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Por Ubay Rodríguez

No puede decirse que el Tenerife no intentara por activa y por pasiva llevarse el choque que le enfrentó al Girona en una nueva jornada de la Liga Adelante. Con el aliciente que supone tener un nuevo inquilino en el banquillo, los blanquiazules salieron dispuestos desde el primer minuto a hacerse con el control de la pelota y los tres puntos, pero el Girona no es colíder de la categoría por casualidad.

Lejeune puso en ventaja al Girona a los ocho minutos

Apremiado por la necesidad, el Tenerife comenzó el encuentro sabedor de la importancia de lograr un triunfo que le permitiese coger una bocada de aire para salir del descenso. Así, la primera ocasión del partido fue para los blanquiazules: Suso recortó a Becerra y centró donde no había nadie para animar a los "valientes" que se dieron cita en las gradas del Heliodoro.

Sin embargo, el Girona tiró de eficacia para adelantarse a las primeras de cambio. Tras dos contras peligrosas que desbarató la zaga tinerfeña, tras sendos errores de Carlos Ruiz, a la tercera fue la vencida. De córner, al igual que los tres goles encajados en Albacete, llegó el único tanto de la tarde-noche: Lejeune se elevó más que nadie para establecer el, a la postre definitivo, 0-1 en el electrónico.

Cuarto gol en contra del Tenerife a balón parado en los dos últimos partidos

Ni el equipo ni la hinchada quisieron caer en el desánimo, pero lo cierto es que al Tenerife se le hizo difícil generar ocasiones para poder empatar el partido. La pelota, blanquiazul, se movía de un lado a otro sin profundidad ni verticalidad, fiel reflejo de un equipo que continúa igual que con su anterior técnico.

El Girona, a lo suyo, pudo aumentar su renta de no ser por la mala puntería y la buena actuación de Dani Hernández, que a pesar del gol encajado fue uno de los mejores del encuentro. El descanso parecía necesario para los intereses isleños, que necesitaban refresco e instrucciones para poder voltear el partido.

La segunda parte, más de lo mismo

Con Cristo Martín en vestuarios, Juan Carlos saltó al césped en el segundo tiempo para dar un cambio de aires al Tenerife. Con el 4-4-2 inicial invariable, el guión no varió demasiado en el segundo tiempo. El Girona, dedicado a verlas venir, se cerró para salir a la contra y matar el partido en ocasiones que desperdició.

El Tenerife, dueño del balón también en la segunda parte, no fue el que acostumbraba durante la anterior etapa como local, aunque sin embargo dispuso de ocasiones para poner en aprietos al Girona. Tanto Ifrán como Víctor García erraron en la definición y no fueron capaces de establecer el empate. 

Posible penalti en el área del Girona en el tiempo de descuento

Con el Tenerife 'a pecho descubierto', según palabras de su propio entrenador, el conjunto gerundense pudo sentenciar a la contra pero se encontró con un excepcional Dani Hernández, que atajó cuando el gol parecía cantado. Con la grada cabreada con la actuación arbitral tras un posible penalti por manos en el área visitante se llegó al final, sellando la tercera derrota del Tenerife en el Rodríguez López en lo que va de temporada.