La Sociedad Deportiva Eibar ha llegado a la Liga BBVA para quedarse. Siete jornadas, nueve puntos y el mejor equipo vasco en su estreno en la máxima categoría del fútbol español. Un éxito cosechado a base de la filosofía del club: trabajo, trabajo y más trabajo. Un trabajo que llega desde todos los puntos y del que todo el mundo aporta su granito de arena para poder hacer algo grande como lo están consiguiendo en este comienzo de temporada.

El conjunto de Gaizka Garitano, lejos de verse superado por la categoría y los rivales, ha sabido competir en todos los encuentros disputados hasta ahora, tal y como dijo Jon Errasti a VAVEL, y ha demostrado que será un muro difícil de derribar para los adversarios. De hecho, los armeros han firmado el mejor arranque de un equipo debutante en Primera División en los últimos 20 años con dos victorias y tres empates.

Las armas del Eibar son claras. Un equipo compacto, unido y, sobre todo, muy fuerte en la parcela defensiva. De hecho, antes de encajar tres goles ante el Levante, Xabi Irureta era uno de los porteros menos goleados de la temporada. Una base que se empieza a cimentar desde atrás para después culminar en ataque. Un ataque en el que la estrategia tiene una importancia mayor que en otros equipos. Las jugadas a balón parado son una gran baza para los eibarreses.

La dirección deportiva ha vuelto a establecer un equipo muy competitivo para su estreno en la Liga BBVA. Los resultados lo avalan y el trabajo de Garitano está siendo soberbio, sacando lo mejor de sus jugadores para conseguir los objetivos. Además de llegar al parón liguero con 9 puntos, las grandes sensaciones que transmite el equipo guipuzcoano es una de las mayores razones para que sus aficionados crean en permanecer más tiempo en la élite y que los demás equipos sepan que no es Cenicienta.