Los eibartarras llegaban a Málaga con los ánimos y las pilas cargadas después de la victoria contra el Rayo Vallecano. Pero una vez más el destino se encaprichó con el conjunto armero y les arrebató un valioso punto en el último segundo de partido y de una forma que duele.
Quizá el fútbol le dio de la misma medicina a los de Garitano, que ganaron el anterior partido en Vallecas casi con el mismo guión pero con las tornas cambiadas. Arruabarrena una vez más fue el verdugo, y dio la victoria a los guipuzcoanos en el minuto 87' cuando el Rayo Vallecano ya acariciaba la remontada.
A la SD Eibar ya se le han escapado varios puntos por la mínima esta temporada. Muy doloroso fue el empate que se cosechó ante el Levante en Ipurúa. Los armeros pasaron de culminar una hipotética remontada a, otra vez, tener que remar contra corriente. También la derrota contra el Deportivo por 0-1, un partido que en el segundo tiempo se dejó escapar, igual pasó contra el Granada, que estuvo contra las cuerdas en Ipurua, aunque por lo menos se rescató un empate.
En Málaga la fortuna y el fútbol dieron la espalda al Eibar. Después de aguantar el empuje de un gran Málaga y adelantarse en el marcador gracias al gol del incansable capitán azulgrana, volvieron a saborear la derrota. Además, con un sabor muy amargo, un penalti polémico en el último minuto dejó a los de Garitano con diez y con gol casi imposible de remontar. "Descompuestos y sin novia" dejaron a los armeros el malaguista Amrabat y el colegiado Martínez Munuera.
Un equipo incansable y tan combativo como el Eibar se repondrá de lo vivido en La Rosaleda y volverá después de un parón, que vendrá bien, a intentar hincarle el diente al Real Madrid en Ipurua.