La plantilla que está a disposición de José Luis Mendilibar no se parece en nada al equipo que estuvo a los órdenes de Gaizka Garitano la pasada temporada. Con respecto al curso pasado, tan solo ocho futbolistas continúan en Ipurua, de los cuales sólo tres fueron titulares en el estreno liguero del conjunto armero ante sus aficionados en el derbi vasco.
El público del Eibar tendrá que hacer un curso intensivo para conocer todas las caras nuevas. Hasta 15 jugadores han desembarcado por Ipurua en los dos últimos meses. Una profunda remodelación que convierte al cuadro eibarrés en el equipo que más se ha reforzado de toda la categoría. Una renovación necesaria que no ha tardado en dar sus frutos.
Pocas similitudes se encuentran con respecto al equipo que logró el ascenso a Segunda hace dos años en Hospitalet. De hecho, sólo se mantienen cuatro supervivientes de aquel maravilloso equipo. Se trata de Irureta, Capa, Dani García y Arruabarrena. La marcha de Errasti se suma a otras de importante consideración como han sido las de Bóveda, Raúl Navas, Añibarro, piezas claves en los ascensos.
Más allá de los seis puntos sumados y el liderato compartido con el Celta de Vigo, el Eibar cuenta con un potencial a tener en cuenta. Muchos pensaban que el equipo necesitaría un tiempo de adaptación para alinear todas las piezas nuevas. Nada más lejos de la realidad. El cuadro armero ha mostrado muchos recursos para generar fútbol en estos dos primeros encuentros oficiales.
Sin duda alguna, una de las grandes claves del excelente inicio del Eibar se debe al buen funcionamiento de la sala de máquinas. Gonzalo Escalante y Adrián González han dotado al centro del campo de una consistencia considerable. El Eibar controla los partidos en la medular, apenas concede espacios por dentro y ha sabido encontrar la profundidad por las bandas.
Cuando algo funciona, es mejor no tocar nada. Mendi repitió el mismo once frente al Athletic, con la única novedad de apostar por Asier Riesgo en la portería. Futbolistas que llegaron con un cartel destacado, como son Simone Verdi o Borja Bastón, tendrán que aguardar su oportunidad en el banquillo. El puesto está muy caro. Pero la temporada es larga y habrá tiempo para todos.