Su nombre fue de los más pronunciados en la noche del domingo. Todos los comentaristas alababan su actuación. Paradones con los que había logrado sujetar al todopoderoso Barcelona, y poner la liga más al rojo vivo. Y no era la primera vez. Hace dos años, sus intervenciones en el Bernabéu habían servido para enterrar las últimas opciones de los locales de ganar el título. No marca goles, no lleva el ritmo de su equipo pero sus actuaciones dan puntos, y muchos, al Valencia, un club envuelto en líos. Él es Diego Alves.
Tres paradas realizados por el brasileño en el Camp Nou sirven para definirle bajo los palos. La primera se la hizo a Messi en un uno contra uno que acabó ganando el portero. Alves no se arrugó en esa tesitura y puso todo su cuerpo, la parada la hace con las manos pegadas a la cara, para mantener el empate a cero en el marcador. Es un jugador con compromiso, algo que no abunda en la plantilla del Valencia. También con el resultado igualado demostró que es un portero rápido. De esta manera salió a los pies de Neymar cuando el delantero se presentó delante de él. Su velocidad también le sirvió para regular y despejar la vaselina que intentaba colarle el azulgrana. Y ya con 1-2, Alves enseñó su mejor característica: los reflejos. Es capaz de cambiar de dirección en milésimas de segundo, cómo demuestra en el paradón que le hace a Rakitic en un disparo a media vuelta. Estas son tres de las singularidades de uno de los mejores porteros de la Liga que, con su actuación permitió que el Valencia ganara el encuentro.
Y es que, no está siendo una temporada fácil para los che. La reaparición de Alves, hace solo dos meses, ha permitido a los valencianos lograr 15 puntos que le alejan definitivamente del descenso. Mucho ha cambiado en el club desde el 23 de mayo del 2015 cuando el brasileño sufría la rotura del ligamento y del menisco de su rodilla derecha en el último partido de campeonato. Fue un amargo final en la vuelta del Valencia a Champions. Hasta finales del año pasado no pudo volver a entrenar con sus compañeros. Tuvo que esperar un mes más para estrenarse en la Liga. En total 9 meses de parón en los que su equipo lo ha echado de menos. Ahora Alves está de vuelta y quiere demostrar que sigue siendo una tabla de salvación en el mar de dudas de Mestalla.