Muy de vez en tanto en la vida, como en el fútbol, te encuentras con personas que son diferentes. No peores y si muchas veces mejores, pero por un motivo o por otro, son rechazadas por gran parte de la sociedad. Lo distinto parece malo a los ojos de personas ancladas en el pasado y con una mentalidad que, muy difícilmente, cambiará.

David Timor Copoví, es un gran ejemplo de un futbolista diferente e incomprendido. Su buen manejo de balón, su visión de juego y su golpeo privilegiado no han sido suficientes para una afición habituada a otro tipo de jugador.

El Sadar pide sangre y carreras kilométricas, olvidándose de que el fútbol no es solo físico y que para eso, ya están los juegos olímpicos en su modalidad de atletismo. El fútbol es algo más que 22 personas corriendo detrás de un balón y son los jugadores distintos como David, los que ponen el picante al mejor deporte del mundo.

Montilivi y la ciudad de Girona tendrán ahora la oportunidad de disfrutar del talento que no supo valorar el Sadar. Aprovéchenlo, porque hay jugadores que solo pasan por tu club una vez en la vida.

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Sobre el autor
Charly  López Barbeito
Redactor de Osasuna,SD Huesca, Selección Femenina Sub-17 y Segunda B, grupo 2, en @vavelcom. Colaborador de Trak FM Pamplona (101.6), hablo de Osasuna Promesas.