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Renovar o morir

Con el comienzo del mercado invernal también se abre la posibilidad de negociación con otros clubs de los jugadores que acaban contrato el 30 de junio. Osasuna cuenta en plantilla con nueve jugadores en esta situación, algunos de ellos futbolistas que, hoy por hoy, son pilares básicos dentro del esquema de Javi Gracia.

Renovar o morir
Montaje de Asier Ganuza [VAVEL.com]
asierganuza
Por Asier Ganuza

Viernes 31 de enero, todos los directores deportivos de Primera División se encuentran ya en sus despachos con una mano sobre el teléfono esperando una llamada. La que sea. Hoy todo vale y más en la Liga española. Bien sabido es que este país es muy dado a dejarlo todo para el último momento, por ello, esta fecha, la del cierre del mercado invernal, es una de las más vertiginosas del año para las secretarías técnicas de los diferentes equipos que pueblan el panorama nacional. Da igual que las plantillas estén cerradas, pues son épocas de necesidades y nadie está libre de recibir una desesperada oferta de última hora. Es algo así como la recuperación de un examen: una nueva oportunidad para solventar los errores que cometieron en agosto.

Desde el 1 de enero, cualquier jugador que acabe contrato en junio puede negociar legalmente con otros equipos

Cientos de nombres bailan estos días al compás de los rumores que lanzan los diferentes agentes, equipos o incluso aficionados vía Twitter. Hoy no hay tiempo de investigar ni contrastar; hoy apartar la mirada de la pantalla supone perderse un fichaje o un precontrato. Porque sí, en estas fechas de agitación mercantil no solo se acuerda incorporaciones inmediatas, sino también a medio plazo. Es el caso de los jugadores que acaban contrato con sus respectivos equipos el 30 de junio. Desde el pasado 1 de enero, estos futbolistas son libres de negociar su futuro con quien quieran sin necesidad de rendir cuentas al club que en ese momento les da de comer. Aquí no hay amor por los colores; aquí prima la lógica del mercado.

La actualidad rojilla la marca lo inmediato. Las llegadas de Acuña y Lobato, las idas y venidas del caso Konè, el desplante del West Ham ante el fichaje de Raoul Loé y el coqueteo del 'Gato' Silva con un equipo chino. Sin embargo, la fecha límite ha pasado. No la del mercado de fichajes, sino la de la apertura de las posibles negociaciones de los jugadores rojillos que esta campaña terminan su contrato; y aquí no valen excusas ni plazos. De hecho, no hay un intervalo de tiempo fijado con un final. Sin darse cuenta, el club se mete en enero y cuando quiere renovar a un jugador este empieza a darle largas porque ya ha encontrado acomodo en otro equipo para la próxima temporada. Algo así como lo ocurrido con el delantero del Racing Mamadou Konè que, por mucho que la directiva del club cántabro le ofrezca una ampliación, el marfileño ya tiene un precontrato firmado con Osasuna para las próxima tres temporadas y, el 1 de julio, si no se tuercen mucho las cosas, será jugador rojillo.

Por situaciones así es importante que los clubes tomen la delantera a la hora de renegociar y ampliar el contrato de sus jugadores. Sin embargo, en muchas ocasiones, este tipo de trámites se demoran hasta casi el vencimiento de su vinculación. En el caso del conjunto navarro, el titubeante ritmo que llevaba el equipo hasta hace poco más de un mes obstaculizaba por su incertidumbre la realización de movimientos al respecto. No obstante, la buena marcha del equipo en la últimas jornadas —a pesar de la abultada derrota frente al Athletic— ha puesto sobre la mesa un tema que empezará a tratarse con el advenimiento de febrero.

Damià y Cejudo: a minutos de la renovación

Acaban contrato en junio: Damià, Cejudo, Puñal, Lolo, Bertrán, Satrústegui, Nino, Acuña y Lobato

Actualmente son nueve los jugadores rojillos que acaban contrato el próximo verano —Damià Abella, Álvaro Cejudo, Patxi Puñal, Lolo, Marc Bertrán, Satrústegui, Nino, Javi Acuña y Lobato—, aunque variadas son las circunstancias que envuelven a cada uno de estos jugadores. El caso de Damià y Cejudo es, a priori, el más sencillo para la dirección técnica, ya que ambos cuentan con una cláusula de renovación automática en función de unos objetivos que a buen seguro cumplirán antes de que finalice el campeonato. Da la casualidad de que ambos son, probablemente, los jugadores rojillos más en forma en las últimas fechas.

El polivalente lateral catalán se ha vuelto a hacer con un puesto indiscutible en el once y, a pesar de su edad —cumplirá 32 años en abril—, es uno de los futbolístas en mejor forma física de la Liga. Su potente y veloz zancada, unido a su poderío aéreo —1,88 m— le convierten en todo un seguro en la zaga rojilla. Le costó entrar en el equipo en sus primeras temporadas, pero en los últimos tres años se ha convertido en un fijo para el técnico rojillo de turno. Su continuidad se antoja casi como una prioridad, pero, gracias a su contrato y predisposición por seguir en Pamplona, posiblemente sea la menos costosa de todas. Su última renovación, en agosto de 2012, incluía una cláusula por la que se le amplía un año más su vinculación con Osasuna si juega en la presente temporada el 50% de los minutos de los partidos oficiales que se disputen, sean de Liga o de Copa. Esta cifra se eleva hasta los 1.890 minutos, 281 más de los que lleva disputados Damià esta temporada. Eso supone tan solo tres partidos completos y 11 minutos adicionales, algo que, teniendo en cuenta que es titular indiscutible, podría conseguir el próximo 16 de febrero contra el Elche. "Estoy muy feliz aquí y ojalá siga muchos años", dijo el miércoles el catalán en rueda de prensa.

Damià y Cejudo renovarán automáticamente en 281 y 590 minutos de juego, respectivamente

Similar es el caso de Álvaro Cejudo. Según su contrato, el cordobés renovaría automáticamente si disputaba el 50% de los minutos totales entre la temporada 2012/13 y la presente, una barrera a la que le quedan 590 minutos para ser superada —en otras palabras: 6 partidos y 50 minutos del séptimo—. El extremo andaluz se ha ido diluyendo con el paso de las temporadas, pero en los últimos compromisos parece encaminado a recuperar el tono que encandiló a El Sadar en 2011, cuando llegó procedente de Las Palmas para sustituir a Juanfran. La lesión de Sisi y las constantes bajas en las bandas han acabado por darle más oportunidades de las que esperaba con la llegada de Javi Gracia y lo que en un principio eran rumores sobre su salida han acabado tornándose en cantos de renovación. En cualquier caso, el de Puente Genil es, según varios medios andaluces, el "objetivo prioritario" del Betis para el próximo verano. Cabe recordar que es un jugador formado en la cantera heliopolitana y no debutar con el primer equipo verdiblanco es una espinita que Cejudo guarda desde que tuvo que emigrar de la capital andaluza. En cualquier caso, "Osasuna le dio la oportunidad de debutar en Primera y de hacerse un nombre en la elite. Le han dado confianza, por lo que se encuentra feliz allí", dijo su padre y representante, Paco Cejudo, hace unos meses.

Bertrán, Lolo y Puñal tendrán que decidir

Todas las renovaciones que se hagan serán a la baja, ajustándose a la economía del club

Mas enrevesadas serán las negociaciones con Marc Bertrán, Lolo, Patxi Puñal y Eneko Satrústegui, todos ellos cumpliendo también sus últimos meses de contrato. Al menos en los tres primeros casos, será el jugador el que tenga la última palabra sobre una posible ampliación de contrato. Esto dependerá de su disponibilidad de adaptarse a las particularidades económicas de Osasuna. El club tiene claro que las renovaciones que se hagan serán a la baja y en las próximas semanas se reunirá con ellos para transmitirles su propuesta.

La intención es que todos ellos sigan en Osasuna la próxima temporada, siempre ajustándose a la realidad económica del conjunto navarro. Este no será problemas en los casos del Puñal y Satrústegui. Con 38 años, el capitán navarro sigue siendo el pilar principal que sostiene el vestuario y un fijo en las rotaciones de Javi Gracia. Sin embargo, a nadie se le escapa que Puñal está pegando sus últimas carreras por el césped de El Sadar y solo hace falta confirmar si su retirada llegará al término de la presente campaña o si, por el contrario, decidirá prolongar su idilio con la grada rojilla un año más. Desde luego, la dirección deportiva tiene muy claro que, con la cuestión salarial muy lejos de ser un problema, la decisión final la tendrá el jugador.

Más complicado lo tiene Eneko Satrústegui. El canterano debutó en 2011 como una solución de emergencia para el maltrecho lateral zurdo rojillo. Con el finlandés Jukka Raitala muy lejos de cumplir con las expectativas puestas en su fichaje, el zurdo de Villava disputó varios partidos con el primer equipo, realizando alguna que otra buena actuación. La temporada siguiente fue cedido al Numancia en un test para demostrar sus habilidades de cara a una futura incorporación al conjunto dirigido por José Luis Mendilibar, pero, aunque esta llegó, no fue por sus logros como jugador. Una grave lesión de rodilla le apartó durante seis meses de los terrenos de juego y el cuerpo técnico rojillo, como muestra de apoyo al chaval, le otorgó esta campaña una ficha en Primera División. No obstante, ya recuperado de su lesión, no ha contado para Javi Gracia y su futuro en Osasuna es incierto.

Menos problemas para convencer a la secretaría técnica tendrán Marc Bertrán y Lolo. Ambos titulares con el preparador navarro, entran dentro de los planes de la dirección deportiva para la próxima temporada, pero está por ver si aceptan la bajada de sueldo que les propone el club rojillo. El catalán llegó a Osasuna en 2011 para ocupar el lateral diestro que dejaba libre Nélson. El portugués, cedido por el Betis, cuajó una gran temporada en Pamplona, cumpliendo de forma satisfactoria la difícil papeleta de sustituir al César Azpilicueta. Su buena labor a las órdenes de Mendilibar le llevó de vuelta al club verdiblanco y Osasuna encontró en Marc Bertrán un jugador de garantías capaz de cubrir el hueco que dejaba el hoy jugador del Almería. Salvo momentos puntuales, Marc ha demostrado en sus casi tres temporadas en Pamplona una gran regularidad y, cerca de cumplir los 32, podría seguir el camino de su compañero Damià. Lolo, en cambio, sigue sin cuajar del todo en Osasuna. El centrocampista onubense cumple su cuarta temporada en Pamplona y su participación en el equipo desde que llegara procedente del Sevilla ha sido intermitente. En cualquier caso, su polivalencia le han convertido en un jugador muy del agrado de los diferentes entrenadores y no sería extraña su renovación.

Nino y Acuña out; Lobato en proceso

Completan la lista Nino y los dos refuerzos invernales: Cristian Lobato y Javier Acuña. Este último será el que menos dolores de cabeza traiga. El paraguayo está en Osasuna en condición de préstamo y sin opción de compra, por lo que a partir del 30 de junio volverá al Udinese, club que posee sus derechos y con quien deberá debatir su futuro. Lobato, en cambio, es propiedad del conjunto navarro, aunque solo durante los próximos seis meses. Los problemas que viene arrastrando en su rodilla desde la temporada pasada hacen desconfiar a la secretaría técnica y de su rendimiento dependerá que se le ofrezca o no una ampliación de contrato. De momento no ha debutado, aunque en el último partido entró por primera vez en una convocatoria.

La única baja segura es la de Nino, quien se pretende que deje Osasuna este mismo mercado

Por último está Nino. El ariete almeriense no cuenta para Osasuna, algo que ya tienen bastante claro todas las partes interesadas. Tras lesionarse de gravedad el pasado verano y cumplir la primera parte de la temporada sin ficha, el club rojillo ha decidido desprenderse del jugador alegando cuestiones económicas. A día de hoy, Nino cuenta con la ficha más alta de la plantilla —cercana al millón de euros— y la intención del club es desprenderse del jugador durante este mismo mercado, sin esperar siquiera al vencimiento de su contrato. Este movimiento, que a principios de mes parecía cantado, se ha ido demorando y, a escasas horas del cierre del mercado, el menudo delantero sigue siendo jugador de Osasuna.

2015 y el caso Kike Sola

Diez terminan contrato en 2015: Andrés, Arribas, Echaide, Oier, De las Cuevas, Loé, Armenteros, Sisi, Silva y Onwu

Pero que nadie se piense que el trabajo de la secretaría técnica acaba aquí. Hasta diez jugadores terminaran contrato en junio de 2015: Andrés Fernández, Arribas, Echaide, Oier, De las Cuevas, Loé, Armenteros, Sisi, Silva y Manu Onwu. Aunque el momento parezca lejano, no sería la primera vez que una situación contractual similar genera algún que otro contratiempo al club rojillo. El ejemplo más cercano se remonta hace apenas unos meses, con el fichaje de Kike Sola por el Athletic de Bilbao. Hace un año, por estas fechas, el cascantino tenía contrato con Osasuna hasta junio de 2014 —es decir, lo que restaba de temporada más otra más—. Con los rojiblancos siguiéndole la pista, el club navarro se apresuró en ampliar el contrato de su delantero estrella, pero las reticencias del jugador a sentarse a negociar llevaron a Osasuna, en agosto, a la siguiente tesitura: o vendía a la baja o al año siguiente el jugador saldría gratis.

Al final, la escasa competencia del Athletic por hacerse con los servicios de Sola y el reducido mercado en el que se mueve el conjunto vizcaíno posibilitaron a los navarros sacar un buen pellizco de la transacción —4 millones—, sin embargo, difícilmente nadie en Pamplona quiera revivir una situación parecida. Por ello, la dirección deportiva no debería tardar demasiado en poner sobre la mesa ofertas de renovación para, al menos, Andrés Fernández y Arribas, dos jugadores que si no salieron el pasado verano fue porque la cantidades ofrecidas se estimaban insuficientes. Unas cantidades que, este verano, en el caso de no renovar, serían el máximo al que Osasuna podría aspirar.

Fotografía 1: EFE.

Fotografía 2: EFE.

Fotografía 3: AFP.

Fotografía 4: Osasuna.

Fotografía 5: EFE.