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Una partida de ajedrez polaco

El ajedrez es un juego de gente lista y 16 fichas; cuadrar el once de Osasuna también. Urban tiene trabajo. La normativa que obliga a presentar un once con un mínimo de siete profesionales trae de cabeza al técnico rojillo, que el pasado domingo estuvo a punto de ver como su equipo perdía en los despachos un partido que había ganado sobre el terreno de juego. La sanción que la LFP impuso a Osasuna el pasado verano —según la cual el equipo navarro solo puede contar con 18 jugadores de la primera plantilla— más las bajas por compromisos internacional hacen del mes de enero el más difícil del curso para la escuadra de El Sadar, que buscará en el mercado de invierno paliar las ausencias que dejará la Copa de Asia y África.

Una partida de ajedrez polaco
Montaje de Asier Ganuza [VAVEL.com].
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Por Asier Ganuza

Un número ronda la cabeza del bueno de Urban. No son los exiguos 22 puntos que Osasuna acumula en lo que va de temporada; tampoco los 28 tantos en contra que convierten a su equipo en uno de los más goleados del campeonato; ni siquiera es el 2015, que ya está a la vuelta de la esquina, para bien o para mal —de hecho para mal...—. Esa cifra que atormenta al técnico polaco es 16. No son días, ni horas, ni un dorsal —casualmente esta temporada ningún jugador navarro porta ese número en su camiseta—. Entonces, ¿qué significa para Urban la dichosa cifra? ¿Qué sabemos del 16? Hay 16 onzas en una libra inglesa, los Sacramento Kings retiraron hace unos días el número 16 de Pedja Stojaković, cada jugador de ajedrez dispone de 16 piezas... ¡ALTO! ¿A Urban le gusta el ajedrez? No lo sabemos, pero supongamos que sí. Supongamos —o sin suponer...— que tiene 16 fichas para colocar sobre el tablero. Por ahí va la cosa.

El pasado domingo el conjunto rojillo conseguía en Las Palmas de Gran Canaria una victoria vital para sus aspiraciones esta temporada. Una victoria necesaria en lo clasificatorio —para alejarse levemente del pozo—, en el apartado anímico —en casa del líder, con remontada y tras una mala racha de resultados— y hasta en la faceta estadística: primer partido ganado a domicilio esta temporada y primera vez que los navarros conseguían encadenar dos encuentro consecutivos con victoria. Una inyección de adrenalina en toda regla, vaya. Tras ir perdiendo, sufriendo hasta el último momento, con uno menos... En definitiva, uno de esos encuentros de los que jugadores y aficionados salen dando botes del estadio/bar. ¿Os imagináis que entonces, tras esos interminables tres minutos de añadido y el pitido celestial del colegiado, tras ese brinco irreprimible de felicidad, os dicen que el 1-2 no es válido y que Osasuna oficialmente perdía el partido por 3-0? Surrealista, ¿verdad? Pues estuvo a una amarilla de convertirse en un hecho. Y, a continuación, el motivo:

En virtud del artículo 223 el Reglamento General de la Real Federación Española de Fútbol, para poder comenzar un partido cada uno de los equipos deberá intervenir, al menos, con siete futbolistas de los que conforman la plantilla de la categoría en que militan, siempre que tal anomalía no sea consecuencia de la voluntad del club sino que esté motivada por razones de fuerza mayor. Si no concurriera dicha causa o, en cualquier caso, si el número fuera inferior, al club que así proceda se le tendrá como incomparecido.

Una vez iniciado el partido, los equipos deberán estar integrados, durante todo el desarrollo del mismo, por siete futbolistas, al menos, de los que conforman la plantilla de la categoría en que militan.

Si una vez comenzado el juego, en su caso, uno de los contendientes quedase con un número de futbolistas inferior a siete, el árbitro acordará la suspensión del partido.

Si tal reducción de un equipo a menos de siete futbolistas hubiera sido motivada por expulsiones, el partido se resolverá a favor del oponente por el tanteo de tres goles a cero; salvo que éste hubiera obtenido, en el tiempo jugado hasta la suspensión, un resultado más favorable, en cuyo supuesto éste será el válido.

Osasuna estuvo a una cartulina amarilla de perder ante Las Palmas con alineación indebida

Y este año, Osasuna, que es un equipo al que le gusta probar la tensión de sus fieles seguidores, ha estado en más de una ocasión jugando al borde de la legalidad. Ocurrió frente al Alcorcón en Santo Domingo (2-0), ante la Ponferradina en El Sadar (0-1) y, la última y más justita, contra el conjunto canario. Condicionados por la expulsión de Miguel Flaño, los rojillos terminaron el partido con el mínimo de siete profesionales exigidos: Santamaría, Sisi, Cadamuro, Raoul Loé, Echaide, Roberto Torres y Nino; y con el manchego, el argelino y el camerunés con tarjeta amarilla. Es decir, que una segunda cartulina para alguno de estos tres jugadores —u otra roja— habría supuesto la inmediata interrupción del partido y tirado por tierra todo el trabajo del conjunto navarro, que había conseguido remontar un partido en casa del líder.

¿Y cómo Urban, un tipo que lleva más años en esto del balompié que Jabo Irureta, puede dar lugar a semejante situación? Pues bien, lo cierto es que el técnico polaco tiene muy poca culpa de lo sucedido —por no decir ninguna—. Pongámonos en contexto: el descenso a Segunda del pasado mes de mayo levantó las alfombras de El Sadar dejando a la vista de todos —incluida la LFP— una deuda de más que considerables dimensiones. Fue entonces cuando el máximo organismo de la Liga de Fútbol Profesional se echó encima del club rojillo que, incluso, llegó a estar a un paso del descenso administrativo a Segunda B. Finalmente, la Junta Gestora de Zabaleta logró salvar los muebles e inscribir a Osasuna en la categoría de Plata, aunque no sin consecuencias: entre las múltiples sanciones que el club navarro recibió de la LFP por no haber podido presentar en su día el certificado de estar al corriente de los pagos con la Hacienda Foral, una según la cual el equipo dirigido por Jan Urban no puede tener más de 18 fichas profesionales durante el curso 2014/15. O lo que es lo mismo, siete menos que el resto de equipo de la competición.

Un plantilla condicionada

A priori, esta limitación no parecía ser mayor problema para el club. Hay entrenadores que hasta prefieren plantillas cortas y ya desde un primer momento se dijo que durante el presente curso los jugadores del Promesas tendrían un peso importante en el primer equipo. Sin embargo, el paso de las jornadas ha acabado demostrando que las condiciones en las que se enfrenta Osasuna a una liga de 42 partidos pueden acabar lastrando al conjunto navarro de forma determinante —y los partidos ante el Alcorcón y la Ponferradina son los mejores ejemplos de ello—. Para entenderlo, echemos primero un vistazo a la actual plantilla profesional del equipo rojillo de Segunda División:

PORTEROS DEFENSAS CENTROCAMPISTAS DELANTEROS

1. Asier Riesgo

2. Javier Flaño

6. Javad Nekounam

7. Juan Francisco Martínez 'Nino'

13. Roberto Santamaría

3. Liassine Cadamuro

8. Miguel De las Cuevas

9. Manuel Onwu

4. Miguel Flaño

10. Roberto Torres

12. Karim Ansarifard

5. Ion Echaide

11. Sisinio González

19. Nikola Vujadinovic

14. Maikel Mesa

17. Cedrick Mabwati

23. Raoul Loé

A las 18 fichas hay que restar a Kodro y al portero suplente

Un plantel de 17 jugadores con ficha federativa a los que hay que añadir a Kenan Kodro que, a pesar de estar inscrito como jugador del filial, cuenta como el futbolista número 18 por llegar este verano procedente de otro club (Real Sociedad) —eso sí, "ocupa" ficha de profesional, pero no cuenta como tal a la hora de alinear un mínimo de siete hombres del primer equipo—. Es decir, 17 cromos a los que hay que restar al portero suplente —aunque visto lo visto lo mismo Riesgo acaba jugado de delantero centro—, lo que hace un total de 16 piezas con las que Urban deberá jugar de aquí hasta final de temporada para conformar onces de garantías deportivas y legales —y hasta aquí el misterioso caso del número 16—.

Y es que, por mucho que desde el club rojillo se quejen, todo parece indicar que la sanción se mantendrá, al menos, hasta el 30 de junio de 2015. El pasado martes, el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, acompañado por la vicepresidenta Eva Blanco, y el gerente rojillo Ángel Ardanaz, se reunió en Madrid con Javier Tebas, presidente de la LFP, en algo más que una presentación formal de la nueva junta directiva. Con la promesa de presentar el certificado de Hacienda, como muy tarde el 15 de enero, el máximo dirigente de Osasuna se dirigió a su homólogo en la Liga de Fútbol Profesional para solicitar el levantamiento de la sanción de las 18 fichas y así poder para hacer alguna incorporación en el mercado de invierno o, como mínimo, hacer ficha profesional a alguno de los jugadores del filial para que no vuelva a darse una situación como la acontecida ante Las Palmas.

La LFP rechazó la solicitud de levantamiento de la sanción de las 18 fichas

Pero la respuesta fue un no rotundo. No de Tebas, que remitió al presidente rojillo ante la comisión de control financiero, pero si del encargado de dicho departamento, con quien Osasuna se reunió esa misma tarde. "He pedido que nos levantaran la sanción y poder tener más de 18 fichas, pero la respuesta ha sido negativa. Nos han dicho que es una sanción a la anterior directiva —no han concretado si a la de Archanco o a la Gestora— por no haber estado al corriente del pago con Hacienda y que es para toda la temporada", aseguraba Sabalza a portal web Navarrasport tras su visita a Madrid.

Llegados a este punto, la única salida que le queda al club rojillo es la de recurrir al área jurídica de la Real Federación Española de Fútbol. La baza con la que cuenta el club navarro es alegar que la normativa de los siete profesionales está hecha para plantillas que puedan tener 25 fichas, y no solo 18 como ocurre en el primer equipo de Osasuna. En cualquier caso, en las oficinas de El Sadar no son demasiado optimistas ante esta posibilidad, ya que sería de extrañar que la RFEF hiciera una excepción con el club que preside Luis Sabalza.

Javier Tebas posa con las banderas de varios equipos. Fotografía: Que.es.

La cuesta de enero más dura

Loé, Cedrick, Ansarifard y Nekounam se perderón entre tres y cuatro partidos

Para colmo de males, esos 16 futbolistas con los que Urban tendrá que jugar para no caer en alineación indebida podrán verse reducidos a 12 durante el primer mes del año. Y es que Australia acogerá del 9 al 31 de enero la Copa de Asia, mientras que Guinea Ecuatorial hará lo propio con la Copa Africana de Naciones del próximo día 17 al 8 de febrero; y Osasuna ya ha recibido las convocatoria de Raoul Loé (Camerún), Credick (Congo), Ansarifard y Nekounam (Irán). De hecho, los futbolistas persas ya no volverán a vestir la camiseta rojilla hasta que finalice su participación con la selección, mientras que los dos jugadores africanos podrán disputar el primer partido del año —el 3 de enero frente al Leganés en El Sadar— dado que, según ha comunicado la LFP, los clubes no están obligados a soltar a sus internacionales hasta el 5 de enero. Y podría ser mayor el apartado de bajas de no ser porque el seleccionador argelino, Christian Gourcuff, ha decidido excluir a Cadamuro de la lista definitiva.

La situación de la plantilla rojilla es tan dramática que la dirección deportiva del club navarro ya planea soluciones contundentes ante esta situación. Situaciones que pasan por poner en venta a los internacionales para poder cubrir así sus ausencias en el mercado de invierno. Desde el equipo rojillo se calcula que se van a perder entre tres y cuatro partidos de Liga, y esta es la razón por la que el cuerpo técnico está analizando la posibilidad de dar salida a alguno de ellos. Y, de momento, si bien no hay nada avanzado, ya empiezan a surgir los rumores en torno a los cinco internacionales de Osasuna, incluido Cadamuro.

De los cinco internacionales, solo Nekounam tiene asegurada su continuidad

De hecho, es el argelino el que más papeletas tiene para salir de Osasuna en el mes de enero. Cedido por la Real Sociedad hasta el 30 de junio, Cadamuro no ha contentado a nadie con su rendimiento en el carril zurdo. Su escaso compromiso y la ausencia de competencia por el puesto ha sumido al futbolista en un estado de relajación que poco o nada gusta a la grada de El Sadar; y tampoco a los técnicos, que ya han pedido a su club propietario permiso para renegociar su situación y buscarle una salida. El problema es encontrar un equipo que lo quiera y al que el jugador esté de acuerdo en ir. De momento, la Real ya ha dado el visto bueno a la operación, dejando claro que repescar a Cadamuro para el cuadro txuri-urdin no es una opción.

Otro jugador ante el que Osasuna no haría ascos a su salida es Ansarifad. El delantero iraní está inmerso en un eterno proceso de adaptación al fútbol español que empieza a costar la paciencia del club rojillo. Los técnicos ven en él un jugador con mucho potencial y en otras condiciones no dudarían en tener algo más de paciencia con el delantero persa, pero en la actualidad Osasuna no puede esperar hasta el próximo curso los goles de Ansarifard. La decisión en el seno del club parece estar tomada: si llega una oferta por él se irá en el mercado de invierno y con el dinero que se ahorraría de su ficha se incorporaría otro delantero nacional. Hay que recordar que el futbolista todavía cuenta con un buen cartel y que si finalmente acabó recalando en Pamplona fue por la intervención de Nekounam, que, casualmente, es el único de los cinco internacional que tiene asegurada su presencia en el equipo de Urban. El centrocampista iraní no está en venta.

Mas complicados son los casos de Cedrick y Loé. El futbolista congoleño irrumpió con fuerza en el club rojillo, pero el veloz extremo de Osasuna cayó en el llamado 'efecto Lamah'. Con el paso de las jornadas su presencia perdió peso en el equipo y pasó de titular a revulsivo para acabar de suplente sin paliativos. Los rumores sobre un posible regreso al Betis —club poseedor de sus derechos— en el mercado de invierno comenzaron a rondar la cabeza de Cedrick, que mejoró considerablemente su rendimiento en los dos últimos partidos del año. Sus actuaciones ante Valladolid y Las Palmas han terminando convenciendo a un Urban que por momentos tiró la toalla con el exjugador del Numancia. Su idea es que se quede, que su velocidad y desborde son factores muy aprovechables para Osasuna; falta saber si la dirección deportiva opina lo mismo.

Menos dudas hay con Loé. El centrocampista camerunés es uno de los mayores valores del club rojillo. Su aportación está siendo vital y actualmente es uno de los pilares que mantiene al equipo unido sobre el terreno de juego. En Osasuna conocen del potencial del pivote y por supuesto Urban no quiere ni oír hablar de su posible marcha. Pero está el tema del mercado y de su contrato. En primer lugar es un jugador muy apetecible y ya hay varios clubes extranjeros —entre ellos algún equipo ruso— que ha preguntado a Osasuna por la situación del jugador; en segundo lugar está el hecho de que su vinculación con el equipo rojillo finaliza el próximo 30 de junio y en El Sadar ven casi como un imposible que acabe renovando su contrato por Osasuna, por lo que venderle ahora sería una buena oportunidad para sacar algo con su marcha.

Osasuna saldrá al mercado

Y si unos salen, otros tendrán que entrar. Está claro que si Osasuna acomete la venta de al menos cuatro de sus profesionales es porque pretende llenar el vacío que dejan con nuevas incorporaciones; y ya hay varios nombres que han salido a la palestra, especialmente para el flanco izquierdo. Cuando el pasado verano el club rojillo se puso manos a la obra en busca de un lateral zurdo se barajaron tres posibilidades: Liassine Cadamuro, José Manuel Casado (Málaga) y Carlos Clerc (Espanyol). Y ante un primer intento fallido —el del argelino—, la secretaría técnica rojilla podría tirarse de cabeza a por el plan B. Y, de ellos, el malaguista parece el mejor posicionado para vestir de rojo.

Casado y Clerc suenan como sustitutos de Cadamuro

Esta semana varios medios andaluces se hacía eco de la noticia. El club rojillo podría haber preguntado al Málaga por la posibilidad de hacerse en el mercado de invierno con los servicios de Casado, que en lo que va de temporada solo ha conseguido entrar en una convocatoria de Javi Gracia. En Osasuna ni aseguran ni desmienten el interés por el futbolista de 28 años (Coria del Río, 1986), que durante su etapa en el Rayo Vallecano (2010-2013) apuntaba buenas maneras. No obstante, una grave lesión del ligamento cruzado de su rodilla derecha ha frenado en seco su progresión: esta temporada aún no ha debutado con el Málaga y el curso únicamente jugó 58 minutos repartidos en dos partidos.

Menos fuerza parece tener la opción Carlos Clerc (Badalona, 1992), lateral zurdo de 22 años que apenas está teniendo minutos en el Espanyol de Sergio González. El Periódico de Aragón le vinculó hace unos días con el club navarro, pero fuentes cercanas a Osasuna han desmentido el interés por el jugador natural de Badalona. El Sabadell, club con el que la pasada temporada disputó 15 partidos tras llegar en calidad de préstamo en el mercado de invierno, parece el mejor posicionado para hacerse con sus servicios, pero son muchos los equipos que podrían estar interesados en el jugador. Barcelona B, Zaragoza y Ponferradina estarían tras su pista.

Oier y Lotiès tendrán ficha; Onwu y Mesa quizá no

Sin embargo, dos que tienen prácticamente asegurado "fichar" por el club rojillo durante el presente mercado son Oier Sanjurjo y Jordan Lotiès. Ambos partían el pasado verano como dos pilares básicos del nuevo Osasuna, pero sendas lesiones de gravedad les apartaron de los terrenos de juego a las primeras de cambio: el canterano, con una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha en el primer partido del curso, ante el Barça B; el francés, con una rotura completa del tendón de Aquiles de su pierna izquierda. Sin embargo, los pronósticos son excelentes. El primero ya está corriendo en Tajonar y el segundo tiene permiso de los médicos para empezar a hacer ejercicios en el campo a partir de Reyes.

Oier celebra un gol la pasada temporada. Fotografía: Marca.

Según los informes, ambos podrían estar a disposición de Urban en febrero o a primeros de marzo; pero antes hay que hacerles sitio en el equipo. Ambos fueron dados de baja tras sus respectivas lesiones y con la limitación de las 18 fichas necesitan que haya salidas para poder ser inscritos en la Liga de Fútbol Profesional. Y los jugadores que más papeletas tienen para dejar su puesto son Manuel y Maikel Mesa. La situación de los dos canteranos en complicada, ya que tanto el tudelano como el tinerfeño esperaban tener más protagonista esta temporada en Segunda División. Sin embargo, el delantero ha perdido fuelle con el paso de las jornadas y el centrocampista ni siquiera ha llegado a entrar en las rotaciones del equipo. Ninguno vería mal una cesión, presumiblemente a Segunda B.

Y todo lo demás son especulaciones, tanto en el apartado de bajas como en el de altas. Según Navarrasport, De las Cuevas habría tenido una oferta de un club extranjero que en nada satisfacía al jugador y desde hace unas semanas ha rondado la posibilidad de que Asier Riesgo abandone la disciplina rojilla ante la falta de minutos —el Levante es uno de los equipos con los que se relaciona al meta guipuzcoano—. Mientras, Según plazadeportiva.com, Osasuna se habría puesto en contacto con el Valencia para conseguir cesión de Robert Ibáñez, un joven centrocampista ofensivo al que Nuno ya ha hecho debutar en Primera; no obstante, es el Elche el mejor posicionado para conseguir su cesión. E, incluso, hay quien ha sugerido la posible vuelta de Kike Sola a Pamplona en caso de confirmarse la marcha de Ansarifard, algo que parece poco probable debido a la oposición de gran parte de la afición rojilla. Además, el delantero de Cascante podría tener ofertas de Eibar, Valladolid y Real Oviedo.

Lo único seguro es que a Osasuna le espera un mes de enero más que complicado. Entre altas, bajas, fichas y presiones clasificatorias —que los rojillos todavía están a solo tres puntos del descenso, ojo— a más de uno se le pueden atragantar los polvorones del estrés. ¿Quien sabe? Lo mismo Urban se toma 16 uvas para celebrar el año nuevo. Pero, la gran duda es: ¿qué le pedirá a los Reyes Magos? De momento, el técnico polaco tendrá que seguir jugando la partida de ajedrez con sus 16 fichas habituales.

Jan Urban en un partido de Osasuna. Fotografía: Marca.