El rival era muy complicado y el CA Osasuna sabía que iba a tener que mantener la concentración al máximo si quería sacar algo de su visita a Montilivi. Difícilmente la práctica estuvo alguna vez más lejos de la teoría. El cuadro de Mateo arrancó el partido con una empanada monumental, hecho este que aprovechó el Girona FC a las mil maravillas para darle un auténtico repaso. No habían transcurrido ni cinco minutos del pitido inicial cuando los catalanes ya habían fabricado y perdonado tres ocasiones de gol clarísimas.

El cuadro rojillo se vio absolutamente superado por el vendaval ofensivo catalán. La defensa rojilla hacía aguas y las ayudas no llegaban, o eran demasiado tímidas, cosa que aprovechaban una y otra vez los atacantes blanquirojos, especialmente rápidos, para hacer y deshacer a su antojo y mantener al conjunto navarro contra las cuerdas. La diferencia resultó, por momentos, digna de sonrojo, más propia de un encuentro entre profesionales y amateurs.

El primer cuarto de hora Osasuna se vio sobrepasado por el vendaval ofensivo del Girona

En su cuarta ocasión clara de gol, en el minuto nueve, el segundo mejor equipo de la Liga Adelante no perdonó y se adelantó en el marcador. Alex Granell, en el carril del ocho, penetró en el área rojilla sin más oposición que la que puso Loé, que le molestó tímidamente –sin noticias de Javi Flaño, negándose una vez más a establecer un peaje en esa autopista que es su banda- y envió un centro preciso que Mata mandó a la red sin que Riesgo, totalmente vendido, pudiera hacer nada.

Osasuna mejoró ligeramente tras el horrible primer cuarto de hora, y fruto de ello llegó, en el minuto 25 la ocasión más clara de los rojillos en la primera parte. Buena llegada a línea de fondo de Sisi por la banda derecha, tras una precisa pared con Cedrick, y el centro del albaceteño lo remata Nino con un gran cabezazo que obliga a Becerra a hacer la parada de la tarde. Tan solo dos minutos después, Sisi cayó dentro del área en una acción polémica que pudo ser interpretada como penalti, pero González Fuertes saldó la jugada con una amarilla para el menudo atacante de Osasuna, al interpretar que se había dejado caer. Estos fueron los mejores minutos del partido de los navarros.

Tras la ocasión de Nino, y hasta la conclusión de la primera parte Osasuna llevó el peso del partido sin sacar beneficio alguno de ello. A los navarros, demasiado planos, les costaba un mundo mover la pelota con rapidez y dinamizar el juego, y eran incapaces de llegar con peligro a la puerta de Becerra. Al Girona, sin embargo, se le veía muy cómodo. Incluso cuando los de Mateo obligaron a los de Machín a replegarse en su campo, la sensación de peligro de estos últimos se mantenía, ya que en cuanto recuperaban el balón se animaban a salir al contragolpe, suerte esta que dominan a la perfección.

El Girona, imbatido en su estadio en este 2015, sacó a relucir sus argumentos para conseguir una de las dos plazas de ascenso directo a Primera División. El conjunto catalán se mostró perfectamente asentado sobre un sistema 3-5-2, poco habitual en esta Liga Adelante, que los gerundenses tienen muy mascado. Este sistema favorece que brillen los excepcionales carrileros catalanes, Cifuentes y Coris, que consiguen marcar las diferencias. Además Mata y Felipe Sanchón, escurridizos e incisivos, poseen total libertad para moverse por todo el frente de ataque.

Los rojillos comenzaron la segunda parte mucho mejor que la primera, y el partido transcurría más o menos en los mismo términos en los que había finalizado el primer periodo. Osasuna dispuso de alguna ocasión inocente, pero no terminaba de poner en apuros al Girona. En estas, a los diez minutos de que la reanudación, Mateo sacó del campo a un estéril José García y dio entrada a Torres, acaso buscando dar cierto aire fresco al ataque rojillo.

Osasuna no se iba a recuperar del tremendo golpe que le supuso el segundo gol de Mata

La reacción no iba a tener cabida, ya que en el minuto 59 Jaime Mata iba a hacer el segundo en su cuenta particular a través de un auténtico golazo. Bonito pase de Cifuentes a la espalda de los centrales navarros -en el baño y sin papel- que plantó solo a Mata ante la salida de Riesgo, y que el nueve gerundense resolvió con una vaselina exquisita. Un golazo propio de delantero de clase mundial que, en el día en el que Mayweather y Pacquiao protagonizan la pelea del siglo, mandó a la lona a los navarros. Los rojillos no se iban a recuperar del tremendo golpe que les supuso el segundo gol de Mata y el partido quedó visto para sentencia.

En el minuto 71 Riesgo mandaba a saque de esquina un potente disparo de Aday desde la frontal del área, y a la salida de ese mismo saque de esquina, Lejeun hacía el definitivo 3-0 para los catalanes. Richi cabeceó a puerta el envío de su compañero de saque de esquina, Riesgo consiguió parar el remate pero dejó la pelota muerta dentro del área pequeña, hecho que aprovechó Florian Lejeun para mandar el esférico a la red. Los aficionados del Girona que habían acudido a Montilivi, encantados con lo visto, incluso se permitieron hacer la ola. La fiesta era completa.

El partido aún dejó un par de ocasiones claras para los rojillos, a través de sendos testarazos, que lejos de poder transcender en el resultado final, quedaron en mera anécdota. Nino envió al palo el esférico y Vujadinovic lo rozó después de dos buenos centros laterales a balón parado. Ansarifard y Olavide tuvieron minutos sustituyendo a Nekounam y Cedrick, lo que propició que Sisi disputara los últimos veinte minutos acompañando a Loé en el doble pivote.

Recalcar, una vez más, el mérito de la afición rojilla que volvió a estar con su equipo, a pesar de la situación y la distancia a recorrer. Los cien o ciento cincuenta seguidores osasunistas se hicieron notar en Montilivi cantando ininterrumpidamente. El resultado acerca al Girona FC a su objetivo por ocupar al final de temporada uno de los dos puestos que aseguran plaza en Primera División, y aleja a los de Mateo –que queda en una situación muy complicada- de su objetivo por evitar el descenso a la categoría de bronce del fútbol nacional.