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Un punto amargo

Osasuna saldó con empate su visita a Leganés. Botín escaso para el conjunto navarro, a pesar de que fue el peor equipo sobre el césped, ya que se mantuvo por delante en el marcador durante la gran mayoría del encuentro y vio como la igualada llegaba en los minutos finales. Osasuna queda en una situación muy delicada, ya que si el Racing gana su partido de esta jornada, los navarros entrarían en puestos de descenso a falta de dos jornadas para el final del campeonato, y ya no dependerían de sí mismos para lograr la salvación.

Un punto amargo
Kenan Kodro grita en el estadio de Butarque. Fotografía: LFP.
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Por Imanol Itokún

El CA Osasuna saltaba al césped de Butarque con varias novedades en el once inicial respecto al equipo más o menos habitual de las últimas jornadas. Nekounam, David García y Roberto Torres salían del once, y les sustituían Loé, Echaide y Kodro. Martín Monreal ya había avisado en la previa de que solo iba a contar con aquellos jugadores que estuvieran totalmente centrados y entregados a la causa de salvar al equipo. Nekounam, además de salir del once, incluso se cayó de la convocatoria a última hora. El técnico de campanas ha dejado bastante claro que no le tiembla el pulso a la hora de elegir los descartes.

Martín se decidió por un once inicial con varios nombres nuevos y cierto baile de posiciones

Las novedades en el once propiciaron un baile de posiciones importante. En esta ocasión, Javi Flaño se pasaba al lateral zurdo, y Sisi, tras muchos partidos sin hacerlo, volvía al lateral derecho. Oier pasaba del lateral al doble pivote, donde acompañó a un Loé que volvía también al once inicial. Kodró formó dupla atacante con Nino, y Echaide se alineó con Miguel Flaño y Vujadinović en el centro de la zaga.

Lo que sí se mantuvo igual que en anteriores partidos fue la formación del equipo. Martín ha decidido apostar por este sistema de tres centrales y dos carrileros largos y va a ir con él hasta el final. Le saldrá bien o mal, pero no parece que se vaya a echar atrás. En el futuro se comentará cómo aquel año Martín cogió un Osasuna que estaba hecho unos zorros a falta de seis jornadas para el final y se puso a jugar con defensa de cinco, y aquel invento le salió rana, o príncipe.

Primera parte

Los dos conjuntos saltaron al campo sin tener una idea demasiado clara de cómo iban a hacerle daño al rival. A los once minutos, un buen pase a la espalda de Miguel Flaño ponía a Chuli solo ante Riesgo, dentro del área y con el balón a botes. Por suerte, el meta guipuzcoano atajó la vaselina del onubense, y el rechace no vio puerta. Esta fue la ocasión más clara de los madrileños en la primera parte. El Leganés llegaba al área rojilla con bastante asiduidad, pero sin conseguir crear ocasiones de gol claras.

Osasuna se fue al descanso por delante en el marcador sin haber producido ninguna ocasión clara de gol

El equipo rojillo, con menos capacidad asociativa que en otros encuentros, tuvo serias dificultades para llegar al área rival con cierto peligro. Le costaba un mundo si quiera encadenar cuatro o cinco pases seguidos en una misma jugada. En uno de los pocos arreones navarros, Oier se internó en el área rival como una exhalación y César Soriano mandó al de Estella al césped de un empujón. Piñeiro Crespo no dudó en señalar el punto de penalti. En ausencia del especialista, que es Javad Nekounam, Kodro tomó la responsabilidad de lanzar la pena máxima. Eligió su lado izquierdo, y le pegó fuerte y a media altura. Serantes acertó la trayectoria del balón, pero no pudo detener el potente y ajustado disparo del atacante rojillo.

Osasuna se iba al descanso por delante en el marcador sin haber producido ninguna ocasión clara de gol y casi sin creérselo. Cosas del deporte rey. El cuadro navarro no había conseguido jugar bien al fútbol, y hasta el momento lo más destacable era la agresividad defensiva y la movilidad de un Herviás, que además de mucha calidad, tiene una personalidad enorme. Siempre pide la pelota, y en cuanto se la dan pone la directa hacia la portería contraria.

Segunda parte

En la segunda parte ambos equipos radicalizaron sus discursos. Osasuna saltó al césped con la clara intención de no encajar gol y mantener el resultado que mostraba el marcador por todos los medios. Para ello, decidió que lo mejor era no salir demasiado de su propio terreno de juego, no fuera ser que el Leganés encontrara algún hueco. Los madrileños, en cambio, decidieron que el tiempo de especular se había acabado y se lanzaron a por el partido.

El Leganés se lanzó a por el partido y tuvo un puñado de ocasiones clarísimas

El “Lega”, que en líneas generales fue mejor que Osasuna durante todo el partido, comenzó a disfrutar de cada vez más ocasiones, y cada vez más claras. Tan claras, que alguna de ellas llegó a parecer increíble que no acabara en el fondo de las mallas de la portería defendida por Riesgo. Martín decidió reaccionar, y dio entrada a Torres y Cedrick, que sustituyeron a Kodro y Herviás, y acertó. La entrada del congoleño le hizo mucho bien al conjunto rojillo. Sus galopadas por la banda izquierda alejaban el peligro del área visitante, conseguían que el equipo tomara aire y le recordaban a los madrileños que si descuidaban la retaguardia en demasía Osasuna podía sentenciar el partido.

Osasuna se sobrepuso al asedio que estaba sufriendo y llegó a la recta final del partido con las aspiraciones de lograr la victoria intactas. En estas, en el minuto 80, el técnico de Campanas quiso reforzar la zaga rojilla y retiró a Nino para dar entrada a David García. El cambio, de corte descaradamente defensivo, no dio el resultado esperado. Osasuna, captó el mensaje de su entrenador, se encerró atrás y se dedicó casi exclusivamente a defender, hasta que cinco minutos después, Chuli, que jugó todo el partido como si le fuera la vida en él, se pudo redimir de la ocasión fallada en la primera parte. Echaide erró al despejar en una jugada sin peligro aparente, el balón pegó en el cuerpo de un jugador rival y Chuli se volvió a plantar solo ante Riesgo. El onubense definió sin titubear, y su disparo raso y ajustado al poste izquierdo de la porteria rojilla devolvió las tablas al marcador.

Si el Racing vence al Numancia, Osasuna pasaría a ocupar puestos de descenso a falta de dos jornadas

Al partido aún le quedaron un par de buenas ocasiones de Osasuna, incluyendo un gol anulado tras un saque de esquina, pero el marcador no se volvería a mover. Este empate deja a Osasuna tres puntos por encima del Racing de Santander, que es el equipo que marca el descenso, pero que tiene un partido menos, y que en caso de ganarlo superaría a los navarros, ya que el golaveraje particular favorece a los cántabros. Por lo tanto, en el caso de que el Racing consiguiera vencer al Numancia en el partido que le queda, Osasuna pasaría a ocupar puestos de descenso a falta de dos jornadas, y dejaría de depender de sí mismo para lograr la salvación.

Destacar, una vez más, que el CA Osasuna volvió a contar con el apoyo de su hinchada en un estadio lejos de Pamplona, hecho este que viene siendo habitual a lo largo de la presente temporada. Entre 200 y 300 aficionados rojillos alentaron a los suyos desde las gradas de Butarque.