OsasunaOsasuna VAVEL

Osasuna y San Fermín hacen los deberes

Osasuna superó el primer 'match ball' con cierta facilidad gracias a los goles de Vujadinovic y David García, ambos de jugada de estrategia. Con esta victoria y la sorprendente derrota del Racing de Santander, la clasificación da un vuelco y los navarros necesitan un punto en Sabadell para conseguir la permanencia. El cuadro arlequinado, el Barcelona B y el Recreativo de Huelva son, matemáticamente, equipos de Segunda División B. Fotografías: Rodrigo Jiménez (UGS Visión)

Osasuna y San Fermín hacen los deberes
El zapatazo de David García supuso el 2-0 y el primer tanto del canterano como profesional.
borjabbs
Por Borja Bernarte

El pitido final dio inicio al éxtasis en la grada y en el terreno de juego. Ni los más optimistas y devotos habían pensado que Osasuna iba a ganar con facilidad al Recreativo de Huelva y, muchos menos, que el Racing de Santander iba a perder ante la Ponferradina. Los del Bierzo, impulsados por la victoria de la UD Las Palmas en Zaragoza, asaltaron El Sardinero para alegría de la parroquia rojilla. Por fin, la suerte sonreía al cuadro de Martín Monreal que con solo un punto en la Nova Creu Alta conseguirán la ansiada permanencia tras 41 jornadas de lucha contra viento y marea.

La jornada dominical comenzaba con un preludio: Osasuna Promesas se clasificaba para la siguiente ronda del playoff de ascenso a Segunda División B. El filial tumbaba en su estadio al Atlético Malagueño, uno de los equipos punteros en España, tras neutralizar un 2-0 en contra. ¿Cómo iban a subir los chavales si el primer equipo bajaba de categoría? Imposible. Por ese motivo, los rojillos salieron a morder desde el primer minuto en busca de un gol tempranero que trasladara los nervios al Racing. Sin embargo el Recreativo enseñó las uñas pronto con dos jugadas de estrategia que no encontraron rematador, pero hicieron el silencio en El Sadar. El antiguo Reyno de Navarra, repleto hasta la bandera, sabía de la transcendencia del partido y llevó en volandas a su equipo durante todo el choque.

La pócima perfecta

El laboratorio de Tajonar iba a sacar a la luz su experimento de antaño que funcionó a la perfección al cuarto de hora. Roberto Torres botaba una falta lateral y, entre la muchedumbre, se erigía la cabeza de Vujadinovic para rematar y batir a Sotres. Los decibelios subieron como la espuma en una grada abarrotada para la ocasión. El Decano quedó tocado y Raoul Loé pudo poner la puntilla en una jugada idéntica. El centrocampista de Arre sacaba a relucir el guante y tan solo el poste aguó la celebración del camerunés en lo que hubiera sido el 2-0. 

El Recreativo se mostró muy fallón en El Sadar

El resultado mandaba a Segunda División B al Recreativo que adelantó líneas en busca del empate. Antonio Núñez se echó el equipo a sus espaldas y aprovechó los errores de marcaje de la zaga navarra para poner a prueba a Asier Riesgo. Osasuna se partió en dos y los onubenses, muy fallones durante todo el partido, no supieron aprovechar los nervios rojillos. Mientras tanto, el aficionado no se separaba de la radio y confiaba en un gol de la Ponferradina para que la tarde fuera perfecta. "Gol de Las Palmas en La Romareda", se celebró con júbilo en la grada. La derrota del Zaragoza ponía en bandeja el séptimo puesto para los del Bierzo que debían ganar en Santander.

Todo resultado favorable podía ser inútil si Osasuna no ataba su partido, por eso era vital llegar con la victoria al descanso. Pero antes todavía iba a quedar una oportunidad más tras una falta lateral que concedió el Recreativo. Roberto Torres colocó decidido el balón y la puso a la perfección para que Oier la peinara y David García, en el segundo palo, perforara la meta de Sotres con un tremendo zapatazo. Era el primer gol como profesional del joven central que fue a celebrarlo al banquillo. 

Bajar las revoluciones

Con la victoria prácticamente cerrada, en la segunda parte Osasuna debía congelar el partido y esperar buenas noticias de Santander. El Recreativo de Huelva cambió el sistema y se fue a la desesperada en busca del milagro. Ello propició que los hombres de Martín Monreal se pusieran las botas de tirar contras, pero ninguna de ellas acabó en buen puerto. Con el aire a favor y un Sadar vestido de gala como en las grades tardes tan solo faltaba que la Ponferradina, al menos, se llevara un punto del Sardinero. 

Los minutos pasaban y el Decano se diluía viendo que era imposible meter mano a la telaraña defensiva que había tejido Osasuna. Por muchos hombres ofensivos que sacaba al césped José Domínguez, el destino había querido que el Recreativo de Huelva descendiera en Pamplona como ya ocurrió en la temporada 2000. Mientras tanto la UD Las Palmas ampliaba su ventaja en La Romareda, el filial del Barcelona se hundía en el Mini Estadi y el Sporting ponía la puntilla al Sabadell. "Vamos Ponferradina, vamos" gritaba El Sadar.

El tanto de la Ponferradina se festejó como si fuera de Osasuna

A falta de 20 minutos para el final, la grada celebró como propio el tanto de los del Bierzo en Santander. Alberto había puesto el 0-1 tras un cabezazo a la salida de un córner. El Sardinero enmudeció y El Sadar era una fiesta en la que no faltó ni el tradicional 'riau riau'. En 70 minutos el fútbol había hecho una de las suyas y ahora era Osasuna quien tenía todo a placer para conseguir la permanencia. Un objetivo que queda mucho más cerca tras la victoria ante el Recreativo y la derrota del cuadro cántabro que deberá ganar en Albacete y esperar que los navarros no puntúen en la Nova Creu Alta. 

41 jornadas después dos equipos lucharán por evitar la última plaza de descenso a Segunda División B. Categoría en la que militarán el curso que viene Sabadell, Recreativo de Huelva y Barcelona B tras una temporada complicada. 90 minutos separan a Osasuna y Racing de Santander de sus objetivos. Sabadell y Albacete, respectivamente, serán los rivales a batir. La semana será larga en Pamplona y Santander. Mientras tanto, Martín Monreal deberá recordar en el vestuario de Tajonar la famosa frase de Pedro Mari Zabalza: "Si nos confiamos, somos muy malos". Los rojillos lo tienen más cerca que nunca, pero hace falta un último empujón y las distracciones no están permitidas.