Minuto 87 de partido. Una buena combinación entre Roberto Torres y Urko Vera dejaba al centrocampista de Arre solo ante la portería rival, aunque su disparo, tras un fenomenal control, salvaba la salida del guardameta rival y acababa estrellado en el palo izquierdo de la portería defendida por Isaac Becerra. Pero hubo partido antes de esa ocasión.
Un partido marcado por la intensidad defensiva
Hay un tópico que dice: “Un buen ataque comienza por una buena defensa”. Tras varios partidos fuera de casa dejando una imagen defensiva pobre -como ejemplo el partido de Albacete-, se vio un Osasuna sólido en defensa, donde Tano cuajó un partido excepcional, haciendo olvidar la baja de Unai García.
Martín alineó un equipo en función de lo que sacaba su rival. Un 5-2-2-1 con tres centrales fijos, dos carrileros para tapar a los carrileros rivales, un mediocampo formado por Otegui y Manuel, donde el primero tenía la función de jugar la pelota, mientras que el segundo actuaba como pivote defensivo; dos jugadores por delante, formando un cuadrado con los de medio campo, y Urko Vera arriba.
Muchas ocasiones sin premio
Tanto Girona como Osasuna gozaron de buenas ocasiones para abrir la lata, pero el resultado fue siempre el mismo. El gol nunca llegó. Osasuna lo intentaba por la banda de un Álex Berenguer eléctrico en el tiempo que duró en el campo.
Los locales gozaron de las primeras ocasiones del partido. La mejor ocasión del conjunto dirigido por Pablo Machín llegó por banda izquierda. Borja García, tras deshacerse de Aitor Buñuel, centra al área con la mala fortuna de Nauzet en el despeje, puesto que en vez de despejar hacia adelante, el esférico se envenenaba e iba directo a su propia portería, pero ahí estaba Oier para despejar el balón bajo la línea. El balón acabaría en córner tras una gran parada de Nauzet a disparo de volea de Alcaraz.
La siguiente gran ocasión local llegaría por la misma banda. Un balón que centraba Cristian Herrera acababa en el palo tras un despeje de Miguel Flaño. Osasuna despertó y Roberto Torres, con un zurdazo de fuera del área obligaba a Isaac Becerra a intervenir por primera vez en el encuentro. La primera parte acabaría con varias internadas por banda de Álex Berenguer.
Una segunda parte igual de intensa que la primera
Salió tras el descanso el conjunto local más enchufado que el visitante, gozando de la pelota, pero se encontraba con un gran muro amarillo formado por el técnico de Campanas o por un gran Nauzet, muy seguro durante todo el encuentro.
Pasaban los minutos y Osasuna comenzaba a gozar de llegadas a la meta rival, pero no lograba obtener el premio del gol. Los cambios introducidos por Martín dieron un nuevo aire al equipo. Aitor Buñuel, Antonio Otegui y Álex Berenguer dejaron su sitio a Maikel Mesa, Miguel De las Cuevas y Javier Flaño, que aportaban más veteranía para los minutos finales.
Y llegó la mejor ocasión para Osasuna. Una jugada entre Urko Vera y Roberto Torres dejaba a "Rober" -como lo llama Martín- solo ante Isaac Becerra, pero su disparo acababa en el palo.
48 puntos y sexta posición
Osasuna llegaba a Girona sabiendo que los resultados de la jornada estaban acompañando. El Zaragoza perdía en Elche y el líder, el Leganés, salía goleado en su visita al Mallorca, mientras que el Nástic empataba con el Córdoba. Resultados propicios para que, de ganar, Osasuna se alejase de sus perseguidores y acercarse a los puestos de ascenso directo.
Pero este empate, contando con las victorias de Elche y de Alcorcón, que se impuso por 1-0 al Mirandés, hace que se forme un cuádruple empate a 48 puntos. Córdoba, Alcorcón, Osasuna y Elche están empatados a puntos y los ilicitanos son los próximos en visitar el feudo rojillo, partido para el que ya estará disponible Mikel Merino, indispensable en la medular rojilla.