Los verdiblancos se dejan dos puntos en el 'infierno' de El Sardinero

Flojo partido de cántabros y asturianos, que inauguraron el año y la segunda mitad del campeonato liguero con un flojo empate que sirve más a los de José Luis Quirós que a los santanderinos. Un factor a tener en cuenta para explicar el en cierto modo apático partido de los santanderinos es la situación extradeportiva que se vive ya desde hace más de un año, y que en las últimas semanas se ha incrementado con el tema de los impagos. La gran mayoría de los aficionados presentes en el estadio santanderino estallaron en ira contra el palco, exigiendo con toda la razón del mundo la inmediata dimisión de su presidente, no sin antes abonar las mensualidades pertinentes a jugadores y trabajadores verdiblancos. Antes del comienzo del choque, se guardó un minuto de silencio por la defunción del entrenador que más veces ha dirigido al Racing en sus 100 años de historia: José María Maguregui.

Flojo inicio de partido con el protagonismo en las gradas

Tras un intenso y caldeado prepartido, en el cual se escucharon todo tipo de insultos y cánticos hacia la ubicación de Ángel Lavín -popularmente conocido como 'Harry'-, el inicio de los noventa minutos no tuvo mayor trascendencia que la invasión a la preferencia norte en el minuto 13 de las Juventudes Verdiblancas, emplazamiento que se les había sido arrebatado (ubicándoles temporalmente en la tribuna Norte y cerrando dicha zona del estadio) esta misma semana a causa de los incidentes acaecidos hace dos semanas en el último partido del año ante el Coruxo, en el que los ultras verdiblancos invadieron el terreno de juego.

Los futbolistas racinguistas mostraron una admirable entereza ante esta difícil situación, pero son humanos, y en parte también se vieron afectados por el panorama reinante en El Sardinero. Fruto de esta inestabilidad, y mientras los ultras racinguistas mostraban pancartas contra la directiva, el juez que lleva el caso del administrador judicial y el locutor de radio Antolín, vino la primera ocasión del partido del lado visitante. Por fortuna para la parroquia local, Mario estuvo muy atento y despejó la buena oportunidad luanquina. Tras esta gran jugada de los asturianos, comenzaron a disminuir el ritmo con el que habían iniciado el partido.

La primera ocasión del encuentro fue para los visitantes

Con el paso de los minutos (y el consiguiente y lógico descenso de los gritos y abucheos por parte de la hinchada local), el Racing fue ganando terreno y haciéndose con el dominio del juego. Sin embargo, no conseguía llegar con claridad a la meta visitante. Tan solo Nieto (tras una buena jugada de Miguélez) fue capaz de inquietar algo a Rafa Ponzo, quien no tuvo problemas en desbaratar la oportunidad del ex del Numancia. No hubo nada más destacable en el resto de los primeros cuarenta y cinco minutos, y se llegó al intermedio del encuentro con otra sonora pitada hacia el palco y con la sensación de que el empate a nada era lo más justo por lo visto en el terreno de juego.

Nieto adelantó a los locales y Chus Hevia igualó poco después

Tras la reanudación, el Racing de Santander ratificó el dominio demostrado en el tramo final de la primera mitad y se hizo dueño y señor del partido. Fruto de esa supremacía llegó, al cuarto de hora del segundo tiempo y tras los abucheos propios del minuto 13, el primer tanto de la tarde -y último para el conjunto local-. Una buena jugada de Soria, seguida de una preciosa combinación con Nieto, finalizó con un disparo cruzado desde la frontal del área del ex del Real Madrid, que acabó en el fondo de las redes de un Rafa Ponzo que hizo la estatua ante semejante obús. 1-0, el partido aparentemente dominado y treinta minutos para el final.

Sin embargo, cuando todo parecía de cara para el cuadro verdiblanco, llegó un nuevo mazazo -esta vez en el aspecto deportivo- para el conjunto de Paco Fernández. Un grave error defensivo del Racing inición una bella jugada asturiana, que finalizó con un medido centro desde la banda derecha y un preciso remate de Chus Hevia al fondo de las mallas, en el que Mario tuvo poco que hacer. Después de este duro revés, el técnico local dio entrada a Javi Barrio y a Saúl, con la intención de oxigenar y rejuvenecer al equipo en el intento de buscar un segundo tanto que diese la victoria al equipo.

El Racing trató contra viento y marea de conseguir el gol que les diese el primer triunfo del año, pero por desgracia para ellos no llegó. Tuvieron dos muy claras, ambas en las botas de Mariano. En la primera de ellas, el benidormense estrelló el cuero, desde la frontal del área pequeña y con el portero totalmente vendido, en el cuerpo de Rafa Ponzo cuando la grada ya cantaba el gol. La otra ocasión llegó en una jugada ensayada tras un libre directo, en la cual Miguélez obligó al meta luanquín a lucirse para que después Mariano anotase a puerta vacía. No obstante, el colegiado invalidó la acción por fuera de juego.

Mariano tuvo dos claras ocasiones para el Racing

El partido moría con las constantes pérdidas de tiempo del conjunto visitante, que daba por bueno el valioso punto que se estaba a punto de llevar de uno de los estadios más difíciles del grupo. Cuando el colegiado decretó el final del encuentro, la parroquia local dedicó otra pitada a los directivos racinguistas, a los que seguro no les quitará el sueño que el equipo al que dirigen haya perdido dos importantes puntos. La próxima jornada, el Marino recibirá en Miramar a la SD Logroñés. El Racing, por su parte, recibe este miércoles a la UD Almería en la ida de los octavos de final de Copa del Rey, mientras que en liga visitará el próximo sábado el Nuevo Román Suárez Puerta para medirse al Real Avilés.

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