Es un año de pelear

Un punto con mejores números que sensaciones permite al Racing sumar ante un muy buen Tenerife (1-1). Los cántabros se adelantaron con un gol de Íñigo Vicente tras presión cuando más estaban sufriendo, y en su mejor momento se encontraron con el empate visitante. Ambos pudieron ganar con un Tenerife más preciso y vertical ante un Racing demasiado replegado y atenazado. José Alberto tiene trabajo. Martija también.

Es un año de pelear
Aritz Aldasoro fue el más destacado en el centro del campo tras la amarilla a Íñigo. Es el MVP de la encuesta de @Racing_VAVEL. Imagen: RRC
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Por Isaac Benito González

El Racing parece condenado a sufrir hasta el final. La distancia con el descenso se mantiene mínima y se antoja complicada una salvación que no sea sobre la bocina. Es el precio de la adaptación a la LFP. No parece que el Albacete lo vaya a pagar ya con el temporadón de los manchegos, pero Andorra y Villarreal B empiezan a acusar la dureza de la competición. En el horizonte, varias jornadas ante más rivales directos que marcarán el devenir racinguista en la competición. Se vienen curvas, y con apenas tres días más en el mercado de fichajes. Nadie dijo que fuera fácil.

Eneko por Saúl

Mínimos cambios en la alineación elegida por José Alberto, que únicamente introdujo a Eneko por el lesionado Saúl -muscular, unas 3 semanas-. El resto, mismos protagonistas que en Vitoria ante la expectativa de encontrarse ante un rival de menor entidad.

Pero no fue así. Al menos, no en muchas fases del partido. El Racing se encontró a un Tenerife sobresaliente al que nada le pesó la posibilidad de acercarse al descenso. Presión asfixiante, salida vertiginosa y combinaciones muy precisas provocaron que los locales se encontraran muy incómodos con el balón achicando agua durante los primeros minutos. Sin embargo, y fruto de una valiente y coordinada presión racinguista, Íñigo Vicente fue capaz de robar en la frontal del área para que, con un ajustado disparo con el exterior, batiese de forma magistral a Juan Soriano (1-0 min. 15). El Racing se ponía por delante y el trabajo de José Alberto daba sus frutos.

Lejos de amedrentar a los tinerfeños, el 1-0 sirvió para que desplegasen todo su potencial. Cambios de orientación precisos para atacar por las bandas de Nacho y el ex-racinguista Buñuel, que no pararon de nutrir de balones a Borja Garcés y Enric Gallego. Precisamente, un centro preciso de Nacho sirvió para que Enric batiese de cabeza a Miquel Parera -que acababa de salvar al equipo con una soberbia estirada-. Sin embargo, el árbitro decretó falta por un leve forcejeo con Rubén Alves. Primer gran aviso. 

O más bien el segundo, ya que previamente el Tenerife tuvo una ocasión clarísima en las botas de Waldo tras un fallo grosero de Germán al tratar de ceder a Miquel. Rubén achicó aguas y el extremo visitante perdonó ante una defensa ya vendida. Falta de concentración total del veterano ex-Granada que no parece encontrarse todo lo cómodo que debería sobre el césped. Ni él ni Satrústegui -que acusó la falta de ritmo- mostraron la solidez que nos tienen acostumbrados en sus mejores momentos.

Tras los dos sustos llegaron los probablemente mejores minutos locales de la primera mitad. Aritz Aldasoro fue capaz de superar varias líneas en conducción y cada vez que Íñigo Vicente o Pombo recibían con espacios pasaban cosas. Por contra, Íñigo Sainz-Maza sufrió una amarilla rigurosa al comienzo del partido que el condicionó el resto del encuentro, llegando al borde de la expulsión en hasta dos ocasiones. Para bien o para mal, el colegiado decretó el descanso y ambos conjuntos enfilaron los vestuarios.

José Alberto trató en todo momento de adelantar líneas ante el excesivo repliegue. Imagen: RRC
José Alberto trató en todo momento de adelantar líneas ante el excesivo repliegue. Imagen: RRC

 

Incomodidad

Por suerte para los intereses racinguistas, la segunda mitad arrancó como terminó la primera. Con un Tenerife cada vez menos convencido de lo que hacían y un Racing que ganaba enteros con el esférico. Sin embargo, ah el fútbol. Cuando mejor estaban los pupilos de José Alberto y parecía que escampaba el temporal, un despeje impreciso de Rubén permitió a Romero caracolear dentro del área y batir por bajo a Miquel Parera (1-1 min. 55). Mazazo moral para los intereses locales que acusaron el golpe.

JAL buscó reaccionar dando entrada al reciente fichaje Marco Sangalli por un más que inoperante Mboula, que no tuvo su día. Buenos minutos del extremo vasco que salió con intensidad y hasta forzó varias faltas de mucho peligro en las pocas conducciones de las que dispuso.

El encuentro transcurrió con los verdiblancos en bloque bajo la mayor parte del tiempo, aunque en igualdad de ocasiones para una posible victoria: Elady puso el picante visitante mientras que Aldasoro -que hizo un partidazo- y Matheus -que forzó varias amarillas pese a estar muy sólo- pudieron marcar el gol de la victoria local. Sabor agridulce con los últimos cambios pues volvimos a disfrutar de Juergen a los mandos -cómo se nota la batuta del cafetero, irreemplazable- y Pol Moreno tuvo que salir en detrimento de un Rubén Alves lesionado. Buenos minutos del catalán aunque esperemos que todo quede en un susto, pues Rubén es el mayor baluarte defensivo de este equipo.

En definitiva, sensación de desazón de un equipo que si bien sumó, dio la sensación de no poder mantener la ventaja ante un muy buen Tenerife. Los mejores minutos locales vinieron en acciones combinativas con balón, y tiene trabajo José Alberto en dar continuidad a estas acciones. La vuelta de Juergen -sin recambio- se torna crucial en este equipo. Saúl y Rubén Alves también sobre el alambre. El fondo de armario -Arturo, Medina, Tienza- no da la seguridad que este equipo necesita. ¿Martija?