La UD Las Palmas remontó un partido, con un gol a falta de tres minutos, que el Racing jugó con un hombre menos el último cuarto de hora. Antes, el equipo cántabro había jugado un buen partido, en el que tuvo mala suerte, porque no merecieron perder.

Esto se trata de un revés muy duro, sobre todo después de perder en el debut en casa contra el Mirandés, después estrellar cuatro balones en los palos, y en este después de dos goles con fortuna del rival.

El Racing empezó con cambios

El Racing, con las bajas de Juanpe y Koné por lesión y de Saúl y Andreu por decisión técnica, comenzó el encuentro con el interés de corregir los errores defensivos de partidos anteriores. Por su parte, Las Palmas salió con los jugadores habituales y atacando más que los cántabros en los primeros minutos.

Así, el conjunto santanderino salió bien en defensa, pero con errores de concentración en las jugadas de estrategia.  Con todo, y aunque los canarios tuvieron dos ocasiones en sendas faltas desde la frontal del área, fue el Racing el que se adelantó en el marcador con un gol de Miguélez, a pase de Mariano tras un mal despeje de la zaga canaria. El jugador cántabro se plantó solo ante el portero rival y lo batió ajustado al palo.

El Racing consigue adelantarse en el marcador por primera vez

Las Palmas remonta en el segundo tiempo

En el segundo tiempo, los canarios imprimieron más velocidad y abrieron las bandas para tratar de empatar el partido. Mientras, el Racing se defendía con orden.

Los canarios, con ese mejor juego, casi consiguieron empatar tras una ocasión a un remate de Asdrúbal que sacó Mario a una mano. Pero la mejor ocasión fue del Racing, tras un remate de Javi Soria por encima del larguero tras un centro al área de Álvaro García.

Pero la jugada que cambió el partido fue la innecesaria expulsión de Javi Soria, por roja directa, tras una dura entrada sobre David Simón. El equipo cántabro se quedó con 10 cuando más atascado estaba el equipo canario.

La expulsión cambio el partido

La expulsión y la entrada de Valerón hizo que Las Palmas dominara el centro del campo, aunque los santanderinos crearon peligro en varias contras.

Pero la suerte cántabra se acabó cuando Araujo empató el partido, con mucha fortuna, tras enganchársele el balón en los pies y este acabar en la red sin que el jugador hiciera el gesto de disparar. Y el colmo de la mala suerte fue cuando Ángel López metió el gol que remontaba el partido a falta de tres minutos para el final. 1-2 y cuarta derrota consecutiva del equipo santanderino en su vuelta a la Segunda División, en un partido en el que el Racing no mereció perder.