Puntos que se pierden en los últimos compases, victorias seguras que terminan con derrotas dolorosas o simplemente empates que nunca tendrían que haber ocurrido, así terminan algunos partidos del Racing de Santander. Las Palmas, Leganés y Zaragoza son la prueba de que algo pasa en los minutos de descuento pero ¿qué pasa en el tiempo añadido?
Cuando el minuto 90 llega al marcador y el colegiado añade los minutos necesarios el equipo verdiblanco pierde puntos, partidos o simplemente los nervios. De las nueve jornadas disputadas el Racing ha caído en el descontrol de los minutos finales en tres de ellos y les ha llevado a dos derrotas y un empate. Pero ¿cuál es el motivo?, ¿La falta de intensidad?¿La falta de concentración? ¿Un equipo mal preparado físicamente? ¿O unos cambios que no dan el aire fresco que el equipo requiere?
¿Falta de concentración o intensidad?
Cuando quedan apenas cinco minutos para el final el Racing, siempre que va con el marcador a favor o con posibilidades de marcar, comienza a cometer esos errores tontos que nadie llega a entender. Pérdidas de balón, poca contundencia en la defensa o simplemente desaparición del centro del campo que hace al equipo caminar a ciegas.
Durante esos minutos los jugadores bajan la intensidad y puede que la concentración, lo que termina por hacer desaparecer a un equipo que durante 90 minutos había cosechado un gran partido. Pero al igual que frente a Las Palmas, Leganés y Zaragoza el encuentro se les ha ido en los últimos compases, también ha habido partidos en los que no han dejado de buscar el gol, la victoria y esos tres puntos más que importantes.
¿Falta de físico?
Los 90 minutos que dura un partido no son siempre fáciles, a veces por ser un partido complicado, otras por la intensidad que requiere o incluso por tener que remontar un partido. Pero, si el problema reside en la preparación física del equipo la situación cambia.
El Racing no llega bien al tramo final de los partidos, aquellos jugadores que no son cambiados cuando llegan los últimos compases no todos llegan al cien por cien. Pero la realidad es que Juanpe, Orfila, Saúl o Iñaki que disputan todos o casi todos los encuentros completos llegan al final del encuentro con fuerzas y disputando balones que ayudan al equipo.
¿Equivocación en los cambios?
Cuando el equipo necesita aire Paco saca la libreta y prepara los mejores cambios para que sus pupilos puedan culminar un partido perfecto. Sustituciones claves que no siempre dan el oxígeno necesario para culminar los partidos manteniendo el resultado.
Frente al Zaragoza se vio con claridad, ni Álvaro ni Iván Moreno estuvieron al cien por cien cuando saltaron al terreno de juego. Quedaban pocos minutos y ellos eran los que estaban frescos pero no fueron el revulsivo que el equipo necesitaba para poder ganar un partido en el que fueron mejores.
Al final, muchas preguntas que en este momento no tienen respuesta pero a las que Paco Fernández las tendrá que encontrar para que puntos vitales comos lo que se perdieron el sábado, no vuelven a perderse.