Un partido clave para el Racing, no tanto para el Sporting aunque ante un rival al que podía hacer mucho daño. Dos derrotas consecutivas han sacudido Santander pero la irregularidad del conjunto cántabro, capaz de lo mejor y lo peor no dejaba nada claro. El conjunto asturiano, por su parte, en pugna por el ascenso directo, quería al menos puntuar para no perder comba.
El Racing quiso pero...
El Racing salió un poco más enchufado que su rival pero enseguida el Sporting cogió el timón del encuentro, tal y como le gusta a Abelardo. Los tímidos acercamientos de Concha y el disparo lejano de Iñaki fueron las únicas muestras de peligro de un inoperante equipo cántabro que apenas pudo dar tres pases seguidos en el grueso del este primer acto. A los siete minutos llegó el primer susto en el área verdiblanco y es que Jony no acertó a rematar una gran jugada fraguada en un carrerón de Ndi por la zurda, dejando atrás a todo opositor cántabro que se ponía de por medio. Al final, la defensa estuvo rápida para evitar que el extremo rojiblanco pudiera conectar el disparo dentro del área.
Poco fútbol pero lo poco que había era elaborado por el Sporting. Pero no fue hasta los veinte minutos de juego cuando los asturianos tuvieron su próxima ocasión, ocasión que derivó en el gol visitante. Presión y robo de Sergio Álvarez que inició una contra perfecta, abrió hacia Jony que dejó el balón franco para que Pablo Pérez rematara en boca de gol.
El Racing busca la reacción pero sin ideas
El Sporting siguió apretando tras el gol ante un Racing noqueado, sin capacidad de reacción más allá de balones largos que no llegaban a buen puerto. No había ideas, no había fútbol en las mentes de los jugadores verdiblancos. Además los continuos errores individuales seguían creando peligro en las cercanías de la meta de Mario.
El conjunto cántabro empezó a reaccionar en la recta final de la primera mitad. Presión más intensa, con más orden y con más profundidad pero tampoco logró crear peligro antes del descanso.
La chispa dio el empate
La chispa prosiguió tras el descanso. El Racing apretaba, peleaba, luchaba en la medular y hacía llegar buenos balones a los hombres de arriba. Especiamente Álvaro García que se mostró muy incisivo luego de un mes fuera por lesión. El utrerano fue el alma del equipo, actuando como falso delantero, y aportó la ocasión más clara del conjunto racinguista. Un remate de volea desde la frontal que se estrelló en la madera y que dejó congelados a los 4000 sportinguistas que se dieron cita en el feudo santanderino.
Tanto llegó el cántaro a la fuente que al final llegó el gol. El Sporting estaba adormilado y el Racing apretaba. Pero tuvo que ser en la jugada más estraña del partido en la que el conjunto verdiblanco conseguía el empate. Llegada de Álvaro hasta la línea de fondo, balón al área chica donde Iñaki era derribado. La bola cogió altura y el propio Iñaki, rehaciéndose desde el suelo, sacaba un ligero cabezazo que se colaba en la red ayudado por el poste. Extraño pero gol de todas formas.
Mario, el héroe
El conjunto visitante se empezó a poner las pilas. Sabedores de los problemas defensivos del Racing, no solo en banda sino en el conjunto, comenzaron a tener tímidas aproximaciones. Jony lo probó desde un costado pero atrapó Mario.
A partir del minuto 65 el dominio volvió a ser total del conjunto de Abelardo, minuciosamente trabajado desde la cantera. Mario se erigió como héroe local y ya van unas cuantas ocasiones. El guardameta estuvo atento al envió de Guerrero al área chica, con veneno y visos de gol. Instantes despues, Ndi y Jony pudieron adelantar a los suyos con una doble ocasión. Primero fue el africano el que remató a bocajarro pero Mario respondió de gran manera. El rechace fue a parar a los pies de Jony quien la pegó a puerta vacía pero estrellaba su remate en un acrobático Borja San Emeterio, perdido y desbordado en el día de hoy, por cierto.
Asedio final posterior al correcalles
El Racing quiso rehacerse a esos momentos de agobio y respondió con un disparo lejano de Fede, con intención pero fácil para Cuéllar. El partido se convirtió en un correcalles, sin ocasiones, con muchas imprecisiones por parte de unos y otros y sin un dueño claro del balón. Fue el conjunto asturiano quien buscó calmar el encuentro, llevarlo por el cauce correcto facilitando su juego de toque y control. El Racing apenas buscaba la meta rival con balones largos hacia Koné que reaparició sin protagonismo en los minutos finales.
Los últimos diez minutos fueron de asedio rojiblanco aunque sin suerte. Primer fue Isma López quien se recorrió todo el carril zurdo para acabar disparando alto. Poco después una carrera de Jony finalizó con un grandísimo pase, envenenado al área pequeña, pero Jony no pudo llegar al remate. Por último, Guerrero se sacó de la manga un disparo que se iba ajustado al palo largo pero Mario volvió a salvar a los suyos con una mano prodigiosa.
Al final, entre varias protestas de los sportinguistas que pidieron hasta dos penaltis y algún que otro tímido acercamiento se llegaba al final de un partido loco, en algunos momentos, pero en el que el Sporting puso todo de su parte para llevarse los tres puntos. El Racing estuvo desbordado en todo momento, sin ideas ofensivas, sin orden y con muy poca contundencia atrás.
El conjunto cántabro corta su mala racha, ya que acumulaba dos derrotas consecutivas y salva un duro partido ante el segundo clasificado. Por su parte, el Sporting sigue en puestos de ascenso directo a expensas de lo que hagan sus rivales directos. Además, obtiene el récord al equipo que más jornadas ha estado invicto en Segunda División.