Algo le ha tenido que hacer el Racing al destino o a la suerte, llaménlo como quieran. Después de años y años soportando directivas corruptas que lo único que han hecho es endeudar y perjudicar a un histórico del fútbol español como el Racing. Después de años sufriendo, entre Primera, Segunda y Segunda B. Después de una temporada resistiendo a la mala fortuna, las remontadas en contra en minutos finales y las protestadas actuaciones arbitrales. Después de todo eso, llegó el colmo de las desgracias.

Un descenso casi asimilado...

Tras la derrota ante la Ponferradina el pasado domingo, el racinguismo entero tenía prácticamente asimilado el descenso a la categoría de bronce. Una semana para digerir que, salvo milagro, el Racing sería equipo de Segunda B la próxima temporada. Pocos por no decir nadie, esperaban una derrota de Osasuna ante el Sabadell que le daría al equipo cántabro una oportunidad. Pero, tras veinte minutos de jornada, el racinguismo revivió su esperanza, su ilusión.

...y 20 minutos para la ilusión

Y es que mirando de reojo al encuentro de la Nova Creu Alta, las noticias no podían ser mejores para el Racing. El Sabadell ganaba por 2-0 en solo veinte minutos. Un gol dejaba, momentáneamente, al equipo en Segunda División. Un gol que no llegó hasta la media hora de juego. Las buenas noticias motivaron a un Racing que fue ligeramente superior a su rival en esta primera mitad.