Camino de Brasil 2014: Fernando Llorente

El riojano, pieza clave cuatro años atrás con su actuación contra Portugal en octavos, es una de las grandes incógnitas de cara a la lista de convocados de Vicente Del Bosque. Flamante ganador de la Serie A con la Juventus en su primer año por Turín, ha sido uno de los hombres importantes en el ataque de Conte para olvidar su último año aciago como rojiblanco. Aún en duda su presencia en la Copa del Mundo 2014, su principal bagaje es el negativo tramo final de Negredo y sus alternativas ofensivas en términos técnico-tácticos.

Camino de Brasil 2014: Fernando Llorente
Camino de Brasil 2014: Fernando Llorente
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Por Adrián Navarro

Todavía perduran en la memoria los minutos finales de Fernando Llorente en el Green Point. Poco más de media hora que sirvió para agitar un árbol demasiado maduro, del que no caían frutos gracias a la solidez defensiva de los lusos. El poderío físico del por aquel entonces león riojano fue una sorpresa para los infatigables zagueros portugueses. Una nueva arma, el juego aéreo, se les presentaba a los vecinos íberos sin capacidad de reacción inmediata y consiguiente creación continua de peligro para el guardameta Ricardo. No fue quien marcó, pero fue quien cambió el rumbo de un partido hasta el momento estancado. Prevalecerán sus minutos en cada repaso hispano de aquel verano de 2010 y, sin duda, se mantendrá en su cabeza aquel momento de levantar la Copa del Mundo con la rojigualda.

Lejos queda ya su primera convocatoria meses después de que España rompiese los pronósticos futbolísticos en Austria y Suiza. En noviembre de 2008, meses después de que La Roja se hiciese con el entorchado europeo, el joven ariete vasco debutaría relevando al mejor jugador de aquel torneo, Xavi. En El Madrigal, contra Chile en un amistoso, sería cuando, portando el ‘16’ a la espalda Fernando Llorente debutase con la selección absoluta. Su primer tanto sería meses después, en febrero de 2009 contra Inglaterra, mediante un arte que domina a la perfección: un testarazo en el minuto 71 a centro de Xavi que pondría el 2-0 en contra de los pross.

Su alternativa ofensiva fue clave en Sudáfrica; en la Euro 2012 no jugó

En Sudáfrica se desvirgó como protagonista de un torneo con el combinado nacional. La Confederaciones de 2009 fue el primer campeonato en el que defendió los colores de la selección como preludio al Mundial del siguiente año. Consiguió marcar su segundo gol con España y cada vez parecía más afianzada su figura en el combinado de Del Bosque. Pasó por el campeonato del Mundo y llegaba como uno más, como un fijo, a la Euro 2012. Clave en la fase de clasificación para el torneo final fue quien desatascó varios partidos con sus goles, pero no dispuso de oportunidades en Ucrania y Polonia, marchándose de vacío, sin sumar minutos tras una temporada memorable en Bilbao.

El riojano saluda a Cristiano al final de los octavos de Sudáfrica 2010 (FOTO: Reuters)

Bilbao: todo y nada

Sus inicios en Bilbao fueron difíciles. No por la primera temporada, pues tras un debut de la mano de Ernesto Valverde en Liga frente al Espanyol conseguiría tres días después su primer hat-trick en Copa contra el Lanzarote. Quince partidos disputaría durante la 2004/2005 con un total de tres tantos, así como una participación en dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA. Su proyección prometía y la vinculación con la entidad presidida por Lamikiz no dudó en prorrogar su contrato hasta 2008 con una cláusula de rescisión que alcanzaba los 30 millones de euros. El duende en su segunda temporada no le abandonó pese a la falta de minutos. Anotar en la Catedral contra la Real Sociedad en el derbi vasco y en el Camp Nou para un imberbe cachorro era, cuanto menos, destacable.

Un punto de inflexión: la salida de Urzaiz. Un nombre: Joaquín Caparrós. Una temporada: 2007/2008. Durante la campaña en la que el técnico andaluz y el ariete vasco cogieron las maletas, el riojano ve ante sí la gran oportunidad de hacerse dueño y señor del área bilbaína. San Mamés tiene un referente y se llama Fernando Llorente. Afianzado en el once titular, consigue los minutos que no tenía bajo la confianza de Caparrós para alcanzar los 11 goles en 35 partidos. Máximo goleador del equipo en la temporada, comenzaban a sentarse las bases de un proyecto que terminaría en mayo de 2012 alcanzando sendas finales de Copa y Europa League con el delantero rojiblanco como principal valedor de un cambio de estilo bajo la batuta de Bielsa. La 11/12 fue una temporada de ensueño con duelos memorables y exhibiciones en plazas como el teatro de los sueños o remontadas históricas en San Mamés que valían finales. Su mejor temporada, con 29 goles (17 en Liga) y el Trofeo Zarra como máximo goleador español. Más de medio gol por partido.

Llorente, en su última temporada como rojiblanco (FOTO: Nando Martínez)

Y del cielo, al infierno. De ser amado por la Catedral a que los fieles se dividiesen por el rechazo a renovar su contrato y ampliar su estancia como rojiblanco. Crispación que llegó a lo deportivo, un Loco que no entendía situar sobre el césped a un futbolista que no aportaba en lo externo al equipo. Defenestrado al banquillo, su primera titularidad fue en el debut copero del Athletic allá por noviembre, y su bagaje al final de la temporada tan pobre como su salida de un club que todavía porta en el corazón. En enero se anunciaba el fin de un ciclo, el inicio de una nueva era. Cambiaba el rojo por el negro, dejaba San Mamés por el Juventus Stadium, de Bilbao a Turín.

Casi medio gol por partido en su primera temporada como bianconeri

La pesadilla no terminaba de concluir. Después de quedarse fuera de la Copa Confederaciones en Brasil, el ariete veía cómo Conte no contaba en demasía con él. Relegado al banco, tan solo aportaba en los minutos finales de los partidos. Sin opciones en un equipo que aspiraba a todo, veía cómo Vucinic formaba pareja con Tévez en el ataque bianconeri. El 22 de septiembre inauguraría su cuenta goleadora con la Vechia Signora para dar el triunfo a las cebras. Un tanto que le serviría para coger confianza y dar confianza. Paulatinamente entró en juego y se fue haciendo con el puesto en una temporada que acarició la final de Europa League pero terminó consiguiendo ganar su primer Scudetto. Casi medio gol por partido (17 en 40) para dar buena cuenta de su aportación, ya conocida por Del Bosque, pero sin garantía por el momento de ser partícipe de la Copa del Mundo en Brasil.

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Sobre el autor
Adrián Navarro
ADE de la UV. Apasionado del deporte en general y, sobre todo, del fútbol, baloncesto y futsal. Entrenador de fútbol 7 y futsal en categorías prebenjamín, benjamín e infantil. Colaboré en Radio GED como tertuliano de fútbol internacional. Ahora en VAVEL persiguiendo un sueño: PE-RIO-DIS-MO!