Thiago Alcántara ha sido una de las grandes atracciones del panorama futbolísitco mundial durante el curso 2013/14. Tras un verano atípico, en el que consumó su fichaje por el Bayern de Múnich que lidera su principal valedor en el FC Barcelona, Pep Guardiola, le costó entrar en el ritmo de competición de Alemania y una serie de problemas físicos no terminó de otorgarle toda la confianza y rodaje necesarios.
Tras superar esos problemas físicos, Guardiola le comenzó a dar minutos y oportunidades. Además, para proteger su fútbol, vistoso y extravagante, cubrió las espaldas de Thiago con Lahm, un lateral reconvertido a centrocampista que protegía los pocos errores del excelente mediocampista de Bari, Italia.
Poco a poco se fue haciendo un hueco en los esquemas de Guardiola y las molestias físicas de Kroos y, sobre todo, Schweinsteiger le hicieron insustituible para el técnico catalán, que le dio las riendas del equipo sin miramiento alguno.
Campeón de la Bundesliga, del Mundial de Clubes y la Supercopa de Europa, Thiago fue llamado por Vicente Del Bosque para el amistoso ante Italia, en el que brilló con luz propia. Lo que se presuponía como una convocatoria cantada de cara al Mundial se truncó con una nueva lesión que le dejaba muy complicado llegar al 100%.
En vistas de una hipotética llegada a la Final de la Champions y la Final de la Copa Alemana, forzó más de la cuenta y una recaída le ha obligado a pasar por el quirófano, lo que le impedirá, oficialmente, jugar el Mundial de Brasil, que calificó el propio Thiago como: "Un sueño desde niño".