España: piezas nuevas para cerrar el círculo

No es fácil defender el título de campeón del mundo en el país de residencia del favorito entre los aspirantes para arrebatártelo. Eso mismo le ocurre a España. Sin embargo, Vicente Del Bosque ha aprovechado esta ocasión para seguir remodelando ligeramente la plantilla, consciente de que éste será para muchos su último Mundial.

Todo lo que no sea ganar no valdrá para La Roja. Acostumbrada a los últimos éxitos, salir campeona es el objetivo. Eso no significa que perder en la final fuera un fracaso, pero no hay conformismo. Además, a este equipo le exigen buen juego, superioridad y dominar cada partido. El nivel es alto y todo es posible, pero los problemas físicos pueden afectar.

Partiendo del 4-2-3-1 que instauró a su llegada, con el que España se convirtió en campeona del mundo y de Europa, Del Bosque cuenta seguramente con el equipo que más variantes tácticas le ha ofrecido de todos los que ha entrenado desde que es seleccionador.

Partiendo de los ataques posicionales tan habituales que suele desarrollar España, frente a rivales muy replegados en su campo con pocos metros entre la espalda de la defensa y la portería, últimamente parece que el ritmo en la circulación de balón tiene a volverse lento y monótono a causa de la falta de espacio. Para evitarlo -teniendo en cuenta que la intensidad con la que se juegan los amistosos es inferior a la que se le presupone a una competición como el Mundial-, en esta ocasión la plantilla cuenta con 3 laterales de largo recorrido, además de Pedro (el único extremo del equipo), que son capaces de dar amplitud por los dos costados o ganar la espalda de la defensa aprovechándose del buen golpeo en largo de jugadores como Xabi Alonso, Ramos o Xavi. De este modo, los espacios por dentro deben crearse con mayor facilidad si la circulación es la adecuada.

En algunas ocasiones, especialmente si el rival es de los llamados “grandes”, algunos equipos tratan de realizar una presión a todo el campo tratando de evitar que ningún jugador español reciba con comodidad, obligándoles a que la distancia entre unos y otros sea excesiva. En esta tesitura España ha demostrado sentirse más cómoda que en la que mencionábamos antes, pues aunque la distancia entre unos jugadores y otros es mayor, los espacios también lo son. Por si fuera poco, la llegada de Diego Costa permite tener una referencia que fije a los centrales, que cae a banda con mucha facilidad y que da una opción de juego directo en caso de que la presión sufrida obligue a golpear en largo.

Otra de las variantes que posee el juego de España, cuando ofrece su mejor versión, es una presión muy intensa tras la pérdida de balón. En esta fase, con el rival tratando de desarrollar la transición ofensiva, los de Del Bosque tratan de recuperar lo antes posible aprovechando las pérdidas de posición de los rivales.

Por último, en el aspecto defensivo, una de las novedades se encuentra en la defensa de los corners. Tras algunas variaciones, Del Bosque parece haber escogido un marcaje mixto aprovechando el dominio del juego por alto de jugadores como Ramos, Piqué, Albiol, Javi Martínez, Busquets, Xabi Alonso, Diego Costa o Torres. Así, tres jugadores permanecen al borde del área pequeña, mientras que el resto marcan al hombre, uno tapa el primer palo y otro una posible jugada al borde del área.

Datos de la selección

Asociación: Real Federación Española de Fútbol (RFEF).

Fundación: 1913.

Participación en Mundiales: Italia 1934, Brasil 1950, Chile 1962, Inglaterra 1966, Argentina 1978, España 1982, México 1986, Italia 1990, Estados Unidos 1994, Francia 1998, Corea y Japón 2002, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Brasil 2014.

Títulos: tres Eurocopas (1962, 2008 y 2012), un Mundial (2010) y un Oro Olímpico (1992).

Convocatoria