España volvía a disputar un partido oficial después del Mundial de Brasil y unos días después del duelo en Francia se vestían de corto los seleccionados. El cuadro de Vicente Del Bosque salía al ataque desde el inicio del encuentro con la meta de encontrar esa profundidad que echaron en falta en el Stade de France. Pedro en fuera de juego avisó a la zaga macedonia y fue cerca del minuto diez Fàbregas quien desde el pico del área izquierdo buscó el segundo palo sin encontrarlo. Antes, el equipo de Macedonia con una falta desde la frontal puso el miedo en una grada todavía sin llenar.

No cesaba el dominio español y los de rojo pisaban el área rival de forma continua. Tanto que Silva a los trece minutos tras una finta perfecta se encontró con un penalti. Ramos con un panenka espectacular rompió la igualdad. Duraría poco el 1-0 en el marcador, pues Alcácer pasaría a ser profeta en su tierra. Con un centro al segundo palo que dejó Juanfran al ‘9’ en línea de gol para únicamente empujar se ampliaron las ventajas.

Cesó en intensidad España y se llegó a la ocasión de Macedonia, una internada en el área que desembocó en un nuevo penalti. Ibraimi fue el ejecutor y no marró la ocasión macedonia de anotar y recortar distancias. Despertó España, pero no en base a la posesión sino a la transición. Pedro en un contraataque perfecto terminó un disparo cruzado abajo que sacó Pacovski a córner.

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Jordi Alba rompería la defensa con un desmarque interior que recordó a los de la Euro de Ucrania y Polonia que cerca estuvo de poner el 3-1. Cruzó el disparo, pero el cancerbero macedonio marró la tentativa del lateral. Tras el in-passe de dominio por parte de Macedonia llegó de nuevo la posesión para los locales. Con ella se logró al filo del descanso una nueva ocasión. Otra vez Alcácer con un desmarque al espacio fue encontrado por Fàbregas y el valenciano dejó a Silva quien desde el área percutió abajo con fuerza. Pacovski hizo una gran parada y desbarató el tercer gol.

Busquets rompió con el toque y derrumbó la ilusión macedonia

Arreón final de España antes de llegar al descanso que concluyó con un disparo lejano por parte de Busquets. El catalán encontró el palo izquierdo de la meta rival y metió el tercero rompiendo con los esquemas de Macedonia.

En la reanudación, cuando tan solo habían pasado unos segundos, sería Iker Casillas el que apareció para desbaratar una ocasión clara del cuadro de Europa del Este. Un uno contra uno con el rival escorado, que en el disparo cruzado se topó con la pierna del arquero español. Un espejismo, pues David Silva pondría la magia a relucir en el 49 con un disparo cruzado desde dentro del área que se encontró con la red para gozo de la afición. Comenzaban a verse atisbos de gran calidad entre los jugadores más ofensivos de rojo y se gustaban con un marcador amplio.

Pitos a Del Bosque por quitar a Alcácer

Cuando se llegaba a la hora de juego Del Bosque en una decisión controvertida y desaprobada por la grada quitó a Alcácer metiendo a Isco en el terreno de juego. Precisamente cuando Fàbregas se encontraba con el larguero en una llegada desde segunda línea a centro de Jordi Alba. El dominio español proseguía y en ocasiones incluso iba a más, pues David Silva después de una jugada trenzada de saque de esquina acabó con un disparo colocado al palo largo que por poco se marchó fuera. A los pocos minutos, Isco desde el otro perfil repetía la maniobra también con suerte esquiva.

El toque español proseguía su curso y la identidad con la que el combinado nacional logró grandes cosas permanecía intacta. Así se lograron nuevas ocasiones e internadas en el área. Sin delantero, pero con multitud de futbolistas asociativos con capacidad para llegar desde segunda línea. Tanto es así que en ocasiones se pecaba de esa profundidad que ansiaba Del Bosque en la víspera para desesperación de la grada.

Transitaba el partido por unos compases de dominio español pero poca profundidad cuando Munir salió al campo e Iker Casillas a escena. Un disparo lejano buscando la escuadra lo despejó el mostoleño a saque de esquina y de nuevo la grada coreó su nombre. La afición comenzó a abandonar las gradas cuando apenas quedaban poco más de cinco minutos para la conclusión del encuentro. Pedro, en una transición perfectamente llevada a cabo por Silva cerró el 5-1 final culminando mediante una excelsa definición.

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