Ignacio Camacho siempre ha vivido bajo la presión del foco mediático desde que era un muchacho imberbe que abandonó Zaragoza de forma polémica y aterrizó en el Atlético de Madrid en enero de 2006, siendo un cadete que estaba cerca de cumplir los 16 años. Ya en ese momento su llegada supuso un pequeño halo de esperanza, que esperaba encontrar en el centrocampista aragonés al centrocampista que por aquel entonces el Atlético de Madrid echaba en falta.

Un subcampeonato mundial sub-17 y cerca de dos temporadas después bastaron para que Camacho debutara en un escenario complicado para los rojiblancos. El FC Barcelona visitaba el Vicente Calderón, Maniche había firmado su enésimo desencuentro con la grada del Manzanares y el equipo atravesaba una mala racha que amenazaba con dejarlo fuera de las cuatro primeras plazas de la liga. 90 minutos después, Camacho había sustituido en su debut como titular en liga con el conjunto colchonero y había recibido una atronadora ovación de una afición que lo esperaba como agua de mayo.

Sin embargo, ese dulce estreno no se consolidó con el paso del tiempo. A pesar de contribuir a la consecución de la primera Europa League en 2010 y de la posterior Supercopa de Europa contra el Inter de Milán, el centrocampista maño se veía obligado a hacer las maletas rumbo a Málaga para tratar de encontrar los minutos y la regularidad que el Vicente Calderón y el Atlético de Madrid no le habían concedido. Ahora, la escuadra andaluza no sólo le ha dado continuidad, también le ha permitido poder estrenarse con la selección absoluta tras ser capitán en las categorías inferiores de una generación con David De Gea, Bojan Krkic, Álvaro Domínguez o Iago Falqué como nombres más rutilantes.

Unos inicios duros

Sus primeros años en el vestuario rojiblanco no fueron un camino de rosas para Ignacio Camacho. Lejos de asentarse en la titularidad y tener un papel protagonista con el Atlético de Madrid, para el maño fueron tres años complicados en la capital de España. Ni Javier Aguirre, ni Abel Resino, ni Quique Sánchez Flores lograron ubicarle en el esquema y que mostrase las cualidades que le llevaron a firmar por el Atlético cuando era cadete.

El aragonés anotó cinco goles la temporada pasada, donde destaca por su potencial en el juego aéreo

En enero de 2011, el centrocampista defensivo internacional sub21 tomaba la decisión de abandonar la disciplina rojiblanca en busca de minutos. Málaga era el destino elegido, con la llegada de la familia Al-Thani y los petrodólares a la Costa del Sol para salvar a un equipo que había comenzado la temporada de mala manera y la terminaría en mitad de la tabla, logrando la salvación sin apuros.

La etapa en el Calderón

Ignacio Camacho aterrizó en el Vicente Calderón con 15 años procedente de la cantera del Real Zaragoza. Su llegada supuso un conflicto importante entre ambas entidades y un fuerte agravio para el conjunto maño, que perdía a la que por entonces era una de sus perlas en la cantera maña. La adaptación de Camacho no fue fácil a la entidad del Manzanares, después de llegar en enero, con media temporada transcurrida para el Cadete A rojiblanco.

Sin embargo, la siguiente temporada sería la de la confirmación de Ignacio Camacho. Con un Juvenil B encuadrado en la misma competición que los rojiblancos, el Atlético Madrileño juntaba en sus filas a gente de un nivel importante. Sergio Rodríguez, 'Pichu' Atienza, Álvaro Domínguez, Ignacio Camacho, David de Gea o Joel Robles, entre otros, conformaban aquel juvenil que terminó la temporada en tercera posición, a un paso de lograr acceder a la Copa del Rey y terminó por delante del Juvenil A la temporada. Muchos de ellos acudirían al Mundial sub 17 de Corea del Sur de 2007, donde acabarían logrando la plata.

Aquella magnífica temporada bastó para dar el salto a Segunda División B. Camacho sería habitual en el filial rojiblanco y empezaría a ser una de las atracciones de un equipo que siempre anduvo en mitad de la tabla, sin pena ni gloria. Pero los problemas en el primer equipo, con Maniche en el Inter, Cléber Santana no aparecía en el juego del equipo, la lesión de Motta... Raúl García quedaba como única opción en esa posición. No dudó Javier Aguirre, Camacho jugaría contra el FC Barcelona el 1 de marzo de 2008. Fue el principio de su historia en Primera División.

Camacho no disfrutó de muchas oportunidades con el Atlético de Madrid

Con el zaragozano en el medio campo, el Atlético de Madrid cambió su mala racha en el inicio de la segunda vuelta por unos números para alcanzar la Champions League. El maño disputó 10 partidos, de los que el equipo rojiblanco venció en siete ocasiones, empató en otras dos y sólo cosechó la derrota por 3-0 en Villarreal. De hecho, dos goles suyos ante el Recreativo de Huelva ayudaron mucho a encarrilar la clasificación para la máxima competición continental.

El regreso de Maniche y la llegada de Paulo Assunçao complicaron su progresión. 533 minutos en la siguiente temporada, con Aguirre relegándolo al ostracismo y Abel contando con él muy poco, echaron tierra sobre las esperanzas depositadas en el trabajador mediocentro rojiblanco. La siguiente temporada la cosa no mejoraría mucho más. La rápida destitución de Abel no hizo que cambiara su situación. Quique Sánchez Flores apenas le concedió los 806 minutos que disputó en la temporada 2009/2010 en 22 partidos. El jugador empezaba a comprender que el Atlético no era su lugar.

Bastó media temporada para que decidiera salir. Camacho sólo disfrutó de cinco partidos en media temporada, y optó por hacer las maletas a mitad de temporada. La aparición de Mario Suárez y Tiago le cerraron las puertas a cualquier opción de jugar. El Málaga de Pellegrini era el lugar idóneo para volver a ser futbolista, donde Camacho ayudó a que el equipo malacitano remontara el vuelo tras un mal inicio de temporada y lograra de forma cómoda la salvación. Esta jornada, el centrocampista retorna al Vicente Calderón, al escenario donde debutó en Primera División, convertido en un futbolista internacional.

Camacho calienta durante el España - Bielorrusia de clasificación para la Eurocopa.
(Foto: José María Colomo).

Su llegada a Málaga

El aragonés ha contribuido decisivamente al crecimiento del Málaga como entidad, pero su progresión se frenaría en brusco en la temporada 2011/2012, y su buena recta final de temporada no le serviría tampoco para estar en Dinamarca en el Europeo sub21 que ganaría España con los Thiago, Javi Martínez, Mata, De Gea y compañía. La llegada de Toulalan, y la aparición de Recio o Portillo aumentaron la competencia en el centro del campo boquerón.

Camacho apenas tuvo un papel protagonista en el equipo que logró clasificar al Málaga por primera vez en su historia a la Champions League, pero sí lo tendría en la memorable temporada 2012-2013, con el conjunto malacitano dejando su pabellón bien alto. El mediocentro pasó a ser un jugador de jerarquía e importancia esa temporada para Manuel Pellegrini junto al francés Toulalan en el mediocampo malaguista. El aragonés completó su mejor temporada hasta el momento, y fue pieza clave para que el Málaga llegara a cuartos de final de la Liga de Campeones. Estuvo cerca de las semifinales el equipo de Pellegrini, pero dos goles en un infausto tiempo de prolongación privaron del sueño a los andaluces.

El premio silencioso de 'La Roja'

Con tan poco ruido como mucho trabajo y sacrificio, a Ignacio Camacho le ha vuelto a llegar la oportunidad de la selección española. Lo ha hecho a sus 24 años, cuando la España de Del Bosque busca una nueva identidad, con caras nuevas que abran las ventanas para que entre aire fresco en la selección y salga lo malo de la etapa más exitosa de nuestro fútbol, que también ha dejado malos momentos.

El centrocampista del conjunto malacitano logró debutar en esta convocatoria. Con 24 años, el aragonés jugó el segundo tiempo en el compromiso ante la actual campeona del mundo, y desea que ese partido sea el primero de muchos con el combinado nacional. Camacho sabe que Del Bosque aprecia su trabajo con su club, se lo ha hecho saber durante esta concentración, y ahora quiere dar un paso adelante en el lugar donde saltó al profesionalismo. Un gran partido en el Calderón y un triunfo serían un gran espaldarazo a la buena temporada del Málaga y del mediocentro.

Tiempo de madurez

Al centrocampista zaragozano le ha llegado su momento de importancia y de crecimiento en el Málaga. Tras la notabilísima temporada 2012-2013, Camacho se proclamó campeón de la Eurocopa sub21 en Israel junto a Isco, Thiago, Koke, Morata, Illarramendi, De Gea, Rodrigo y compañía. No tuvo un papel destacado, pero sí que tuvo participación en el torneo cuando así lo requirió Julen Lopetegui, uno de los grandes triunfadores de aquel torneo en Israel.

Camacho fue un debutante precoz en Primera a sus 17 años. Hoy, tras ser pieza clave en las selecciones inferiores, es una realidad e internacional absoluto

Camacho fue imprescindible la temporada pasada para el alemán Bernd Schuster, y lo vuelve a ser esta temporada para Xavi Gracia, nuevo inquilino del banquillo de Martiricos. El mediocentro defensivo se ha convertido en una pieza fundamental y clave de un Málaga en el que el ruido y el foco mediático es para otros. Para Samu García, Samu Castillejo, Juanmi… pero Camacho hace funcionar de manera destacada la sala de máquinas de los boquerones.

Sin tener una técnica superdotada, es un jugador aseado y correcto en el pase, con pocos errores en el pase corto y con una capacidad física muy grande, que le permite abarcar mucho campo y salir a presionar a zonas muy arriesgadas y alejadas de su posición. Roba muchos balones, lo que le permite al Málaga salir rápido y aprovechar la velocidad de los hombres de arriba para ser un equipo punzante y vertical.

Y a todo ello, el aragonés le suma una de sus mayores virtudes, su llegada y su juego aéreo, donde es un especialista. Camacho domina la llegada a posiciones de remate y los tiempos de los cabezazos muy bien, y suele marcar goles cada temporada de esta manera. Cinco goles, con dos dobletes al Celta y al Granada que permitieron al Málaga salvarse dos jornadas antes del final de la liga, es su máxima cifra en Primera División. Esta temporada ya suma un gol a sus guarismos en el primer tercio de temporada, y promete más goles en cada balón aéreo que vuele el área contraria.

Ignacio Camacho ya se ha hecho un jugador maduro. A sus veinticuatro años ya es un futbolista con tablas y veterano, después de pasar tres años y medio en el Atlético de Madrid y de asentarse en el primer nivel futbolístico en el Málaga. El premio de la selección le llega en pleno crecimiento y le permite revalorizarse. Quién sabe si la próxima temporada no le veremos en un grande de nuestra liga o fuera de España. Lo que es seguro es que Camacho ya es capital para los intereses del Málaga CF y busca asentar su lugar en la selección absoluta.