La selección española cayó en octavos de final ante el conjunto italiano de Antonio Conte en una inferioridad manifiesta sobre el tapete que se saldó en el 2-0 para los azzurri. La eliminación pudo ser más dolorosa sin la gran actuación que De Gea protagonizó en la reedición de la final de cuatro años atrás. Sus paradas mantuvieron en la pelea a los de Vicente del Bosque, desesperado en la banda por los desajustes defensivos del engranaje, que hacía aguas, sobre todo, por el costado izquierdo de Alba y Nolito, perdido en las labores defensivas.

La actuación del portero del Manchester United contra el combinado nacional de Croacia despertó a los críticos de De Gea, culpado de la derrota por el gol de Perisic en el tramo decisivo tras el desvío de Gerard Piqué y de unas salidas indecisas que dejaron a las claras la inseguridad en el equipo de Del Bosque. Entonces, el debate en la portería se reabrió, pero De Gea lo cerró definitivamente con intervenciones de reflejos y en los mano a mano. En el primero gol, repelió el latigazo en forma de tiro libre que materializó Chiellini al borde del área pequeña después de un despeje tibio y salvó en varias ocasiones una debacle aún peor hasta que Pellé aniquiló las opciones de clasificación. 

De Gea, mejor jugador en el adiós a la Eurocopa

Sus intervenciones le valieron, según la encuesta realizada, un 48% de los votos como mejor jugador a pesar de la eliminación europea, por delante de Lucas Vázquez (36%), Aritz Aduriz (9%) y Álvaro Morata (7%). Al término del choque, De Gea valoró su partido. "¿Mis paradas? Al final no han servido para clasificarnos”. Por último, David no olvida el pasado y ya piensa en el futuro: “Esta selección ha marcado una época. Este estilo de juego impecable que es el nuestro. Tenemos que seguir mejorando, trabajando como siempre y a partir de ahora a pensar en clasificarnos".