España cambió piezas y de actitud frente a los checos. Con muchas variantes, el equipo dio la sensación de carecer de la decente coraza, con y sin balón, que había derrotado a Italia. La Sub-16 contaba igualmente con buenos peloteros en el campo, pero pasaron muchos minutos hasta que realmente se juntaron con el esférico.

Los checos acumulaban efectivos en el centro del campo y España abusó en exceso de balones en largo que se perdían en la mayoría de las ocasiones. Así que en los primeros minutos la velocidad del tinerfeño David fue la baza con la que dar salida al juego. Aprovechándose de sus facultades, de contra, y tras una práctica dejada de Mario Rodríguez, arrancó, se encaminó hacia el portero y fue derribado claramente por un central.

El penalti anotado puso por delante a España pero no clarificó el encuentro. Realmente, solo tras el segundo gol, que fue una maravilla, los jóvenes de Denia  se anclaron con el balón durante un pequeño tramo del encuentro.

Fue una exhibición de manejo y jerarquía del capitán, Pedro Chirivella. Controló en mediocampo y abrió al costado para un activo David González, que con un preciso toque de empeine superó a los defensores para devolvérsela al valencianista. Éste la durmió en su pecho, amagó y dejó caer al portero para después superarlo. La mejor acción del partido y una nota de calidad que fue de las pocas que sonaron en la calurosa tarde madrileña.

Con la segunda mitad volvieron las dudas, los cambios y los problemas físicos a la selección. Los cadetes seguían sin dar continuidad a su mayor superioridad técnica y el juego fue poco a poco diluyéndose.

En uno de los últimos coletazos de posesión diáfana de España, Diego Altamirano falló un claro mano a mano, tras el buen espacio que se había creado por la banda derecha. Después de eso, los calambres le impidieron seguir y en una cadena de infortunios Madger , por un mal giro de rodilla (a la espera de confirmar la lesión), y Mario, por problemas en los gemelos, también abandonaron el campo. España tuvo que jugar con diez los últimos minutos y casi lo paga en el resultado final.

Porque al postrero gol de Cerny se unió una última jugada, con el árbitro a punto de silvar, que los checos mandaron al larguero. España venció sin dejar las mismas sensaciones que ante Italia. Hay talento en todo el grupo de jugadores, pero las diferencias físicas se hacen palpables entre unos y otros, y los rivales tienen muy trabajada una presión que cada vez incomoda más el juego combinativo de los nuestros.

En la federación saben que insistir en la idea será lo que dará mayores réditos a la larga. Y para seguir con el plan, la Sub-16 volverá a jugar el próximo martes (14:00, Marca TV) frente a Francia, que cayó derrotada ante Italia en esta segunda jornada (3-2). La de Denia es la única selección que cuenta sus partidos por victorias, así que un empate el martes le aseguraría el triunfo en este Torneo de Desarrollo de la UEFA.

Foto: Pedro Chirivella (Federación Mexicana de Fútbol)