A principios de temporada, Djukić dijo que "el Valencia es un gigante dormido y venía a despertarlo". Dichas declaraciones provocaron la clásica ilusión temporal en una afición con un hambre y una necesidad de títulos que empieza a ser crónica. Su visión ambiciosa, a la par que realista, hizo creer hasta a los más incrédulos. Pero la realidad, a 9 jornadas del inicio de Liga, es bien distinta. El bueno de Miroslav parece haber chocado con la realidad de un equipo inestable e irregular, tanto en lo social como en lo deportivo. El gigante no sólo no ha despertado, sino que, en algunos tramos de la temporada, se ha tapado con un edredón bien gordo y parece haber desconectado la alarma.

El equipo es irregular y tiene poco gol Djukić suele ser un hombre racional y consecuente. El entrenador serbio sigue en busca de la tecla que haga funcionar al equipo con cierta solvencia y fiabilidad. Y como buen hombre racional y consecuente, duda. Desde principios de temporada ha dado muestras de no saber si elegir lo que funciona o lo que quiere que funcione. Está dando oportunidades a todos, pero parece que le cuesta mantener unos pilares fijos. Ello le ha sumido en un bucle de inseguridad e irregularidad deportiva.

Vamos a intentar analizar un poco la situación (deportiva) en la que llega el Valencia CF de cara al duro partido que le espera en el Madrigal.

Continuidad, cantera y dependencias

¿Guardado o Bernat? ¿Feghouli o Fede? ¿Merece más minutos Alcácer? ¿Hay algo más allá de Banega? Estas son algunas de las preguntas que podríamos hacer para empezar. Hay jugadores que se han ganado, por rendimiento, la titularidad indiscutible en el once: Ricardo Costa, João Pereira, Bernat, Javi Fuego, Fede Cartabia y Jonas. Los tres primeros, pertenecientes a la línea defensiva, han mantenido una regularidad fundamental para erigir una defensa segura. Costa es el capitán, Pereira el carácter y Bernat aporta el doble -en ataque y defensa- que Guardado. Los dos siguientes, centrocampistas de roles diferentes, han hecho aplaudir a Mestalla: Javi Fuego es la base en el centro del campo, fundamental para que el equipo no se parte; Fede es la chispa, la decisión, la elección bien tomada en fracciones de segundo. Ambos han aportado mucho más que Oriol Romeu o Feghouli.

El último en discordia, Jonas, siempre genera debate. El brasileño vive atado al gol. Si Jonas no encuentra al gol, el gol le encuentra a él. Puede no aparecer en 85 minutos y caerle a él el balón decisivo. Y es ahí donde radica la discusión. Sus cifras son indiscutibles, pero no así su participación en el juego. En el primer año, lo de "Jonas asiste a Soldado en profundidad" era un clásico. Hoy en día casi se considera utopía que O'Detonador baje hasta el centro del campo a iniciar la jugada o asista. Pero él es gol, y eso es obligatorio para un equipo que carece de ello.

El equipo depende del gol de Jonas y del pase de Banega

E hilando con las dependencias del equipo, a algunos les extrañará no haber visto a Éver Banega entre los fijos (por rendimiento). En realidad, lo es. El problema es el mismo que Jonas: la excesiva dependencia. Éver siempre ha sido irregular, siempre. Necesita recibir de cara y tener socios que se muevan con los que combinar en 3/4 de campo. Necesita sentirse liberado para subir y dar el pase. Esto nos lleva a la pregunta de: ¿anclado en el mediocentro o libre en la mediapunta? Valverde le explotó al máximo y encontró su mejor posición muy rápido (justo por delante del doble pivote -sin llegar a ser mediapunta-, eximiéndole de tantas tareas defensivas). Djukić no ha conseguido tener en sus manos la mejor versión del argentino y eso el equipo lo nota. Si él no juega, nadie lo hace.

Puntos fuertes y puntos débiles

Este equipo, ahora mismo, tiene más fragilidades que puntos a favor. Aunque claro, todo depende de en qué día les pilles. El pasado jueves, frente al St. Gallen, vimos posiblemente, la mejor versión del conjunto che: un equipo liderado por Parejo y Canales en medio, con subidas constantes de Pereira y Bernat, con Fede en la derecha (a pierna cambiada) generando superioridad por dentro constantemente. Fue un equipo de combinaciones rápidas, empezando por fuera y acabando por dentro. Además, Djukić empezará a tener en cuenta a Alcácer, ya que le da algo al equipo que Postiga no da: desmarques y movimiento. El buen Valencia es eso. Un equipo vertical.

Este podría ser un once apropiado, confeccionado por meritocracia/ necesidad:

Más allá del juego, Mestalla quiere actitud Los 'contras' a esto son los mismos que los últimos años. Sólo llevamos 9 jornadas y ya se han vivido situaciones de tensión máxima en Mestalla (vs Swansea), donde el Valencia se mostró apático, sin actitud en las situaciones comprometidas, lentos y sin sangre en el cuerpo. Cuando todos estos factores se juntan, llegan las desconexiones defensivas, las remontadas, las humillaciones y los pañuelos en el estadio. Además, Mestalla es un campo, históricamente, con poca paciencia; si el equipo no acompaña, el estadio tampoco lo hará.

Las armas del Villarreal

El Villarreal ha empezado implantando un estilo propio desde el principio y ha seguido con él hasta el final. Un estilo basado en el contragolpe, en el ataque extremadamente vertical y veloz. Posiblemente, el domingo veamos un partido frenético, con mucho ritmo y llegadas constantes hasta ambas porterías. El trabajo de Bruno y Pina (o Trigueros) será fundamental para frenar a los trequartistas del Valencia.

En zona ofensiva, será importante la presión de Pereira, Aquino, Gio y compañía sobre los centrales valencianistas, quienes han cometido más de un error a la hora de sacar el balón jugado desde atrás (Víctor Ruiz contra la Real Sociedad, por ejemplo). Otra buena opción para esto, sería que Marcelino pusiera a Jeremy Perbet como titular en el submarino. El francés -un 9 referencia- fijaría a los centrales y proporcionaría un apoyo para la línea de tres jugadores que tiene detrás (como hicieran Jorge Molina y Salva Sevilla con la defensa del Valencia hace unas jornadas).

Este podría ser un once adequado para crearle problemas al Valencia: