En la rueda de prensa post-partido, Marcelino García Toral, expresó su malestar tras la derrota de su equipo ante los medios de comunicación; ya que, a su parecer, el Villarreal jugó muy por debajo de su capacidad. “No me ha dado la sensación en ningún momento de que pudiésemos hacer algo aquí. Creo que para triunfar en este campo debemos ofrecer un rendimiento mucho más alto del que hemos tenido. Hemos sido excesivamente contemplativos y muy poco intensos en defensas y creo que muy repetitivos y previsibles en ataque. En los primeros goles debimos hacer muchísimo más. Más aún en el segundo que en el primero, porque el primero es una acción individual que puede suceder, pero creo que en el segundo hemos sido muy ingenuos o muy blandos. Nos hemos mostrado a un nivel competitivo por debajo del que solemos ofrecer. Es imposible ganar aquí jugando así. Hemos sido un equipo vulnerable atrás, poco intenso en mediocampo y en la presión. Hemos tenido organización pero solo con eso es imposible ganar y arriba hemos tenido poca profundidad”.

En cuanto a la intensidad dels groguets, el asturiano explicó que a su equipo le faltó mucha. Además, no quiso quitar méritos al rival, y reconoció el gran potencial de los de Ancelotti. “El Real Madrid siempre es muy buen equipo porque tiene individualidades y de la nada te hace un gol. Pero a mí no me corresponde analizar al Madrid, sino a mi equipo, y creo que hoy ha estado muy por debajo de lo que podemos hacer. Hemos sido muy débiles a nivel de disputa, muy poco intensos. No hemos hecho faltas, no hemos cortado contraataques, me parece que estuvimos en el partido muy lejos de nuestro nivel. Si vienes a jugar contra el Real Madrid y estás muy lejos de tu máximo nivel, es imposible ganar”.

Por último, el preparador amarillo se sintió defraudado con el equipo por no conseguir hacer sufrir al Real Madrid, a pesar de llegar en un buen momento y con mucha ilusión. “Creo que si hubiéramos metido dos, el Real Madrid hubiese metido tres, y si hubiesen sido tres, habrían metido cuatro. Es la sensación que yo tenía desde el banquillo, que no pusimos en excesivo peligro la victoria del Madrid y nunca les hicimos sufrir. Hay muchas formas de perder, pero esta no me gusta nada. No es bueno porque significa que no hemos hecho un buen partido. Es triste porque veníamos con mucha ilusión, en un momento que era posible, y hemos dado muchísimas facilidades”.

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