El Madrigal respiraba ambiente de fútbol en la jornada vespertina del sábado. Como en las grandes noches europeas, el feudo amarillo, a rebosar. Enfrente, uno de los grandes: el Real Madrid.
Planteamiento valiente de Marcelino
El asturiano esta vez no cambió de esquema. Prefirió la continuidad al experimento. Y pareció salir bien. El Villarreal salió enchufado al partido y empezó a incomodar a los de Ancelotti. A los dos minutos Casillas ya había intervenido en el partido más que cualquier jugador de campo. A la salida de un córner en el minuto 5, Ramos cabeceaba a gol, aunque la jugada sería invalidada por mano. Sería la única jugada de peligro de los blancos hasta el gol.
En medio de la anecdótica avioneta que sobrevoló El Madrigal con la pancarta que pedía el regreso de Ronaldo al United, era el ‘Submarino’ quien disponía de las acciones de peligro. Sin prisas, los amarillos trenzaban acciones por una banda y otra que acababan poniendo en peligro a Casillas. La fuerza de Uche y el desparpajo de Vietto incomodaban a la zaga merengue. Este último dispondría de la ocasión más clara para los locales. Pase entrelíneas para el argentino, que se deshace con clase y facilidad de Ramos dentro del área, pero su disparo se marchó alto.
Eficacia blanca
Contra el Madrid no se puede perdonar. El Villarreal lo estaba haciendo, y lo pagó. Pasada la media hora, una jugada de ataque de los madrileños si aparente peligro, acabó en las botas de Modric. El croata recibió en la frontal y disparó. Nadie lo esperaba. Pero el balón entró. La clase del centrocampista adelantaba a un pobre Madrid.
Sin tiempo para la reacción, Cristiano Ronaldo en el minuto 40 pondría tierra de por medio. Un balonazo de la defensa visitante, acaba en botas de Benzema, que aguanta el esférico a la perfección dentro del área hasta la llegada de Ronaldo para servirle el gol en bandeja. Pase del ‘9’ que el astro portugués empuja a gol. Un mal Madrid dejaba tocado al ‘Submarino’.
Los de Marcelino tratarían de recortar distancias antes del descanso, pero un espléndido Casillas con una doble parada; y luego Marcelo, frenaron las expectativas locales.
Dominar no es sinónimo de premiar
El Villarreal salió en la segunda mitad con la misma idea que en la primera: perforar la meta rival. No lo conseguiría. La solidez defensiva de los visitantes y la falta de fuerzas de los locales, permitieron al Madrid aguantar el trámite de la segunda parte. La vuelta de Gio y las entradas de Espinosa y Jonathan dos Santos, tampoco le darían la frescura necesaria a los de Marcelino que veían como pasaba el tiempo y no conseguían hacer gol.
Los últimos diez minutos, con el Villarreal con diez por la lesión de Musacchio, y la entrada de Isco para el Madrid le dio minutos de dominio y juego a los visitantes para matar el partido.
El Villarreal mereció más, pero la falta de acierto le volvió a pasar factura. Ahora los de Marcelino deberán preparar el partido del jueves de Europa League ante el líder: el Apollon de Limasol chipriota.