El príncipe destronado

El inicio de temporada de Cani no está siendo el esperado. Al futbolista maño se le ve apagado, sin chispa. Otros han cogido su testigo para llevar las riendas del equipo. El Madrigal le echa mucho de menos. Le necesita para afrontar el duro reto europeo.

El príncipe destronado
Foto: Mº José Segovia | VAVEL
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Por Iván Manzana Mollar

En 1973 escribía un vallisoletano una preciosa novela titulada ‘El príncipe destronado’. Miguel Delibes -para muchos la mejor pluma española del Siglo XX- quiso dejar entrever con el título lo que nos depararía su fina prosa en el interior del libro. Una verdadera obra maestra.

Una casa, con su padre, su madre y un hijo, acomodados por sus respectivas criadas, propias de una adinerada familia de la España de posguerra. Todo normal, todo bonito. Hasta que el niño de los ojos de los papás deja de serlo con la llegada al mundo de su hermano pequeño. Un nuevo heredero del cariño familiar. Alguien con quien compartir privilegios. Precioso símil con la situación actual de Rubén Gracia Cani.

A orillas del Mijares sucede algo parecido. Cani vivía acomodado en su posición de estrella. No le hacía falta demostrar nada porque contaba con los galones necesarios en el vestuario y con la absoluta confianza del entrenador. La hinchada amarilla acostumbraba a vitorear el ‘Cani selección’ cuando el maño brindaba algún destello de su inmensa calidad.

El Villarreal necesita recuperar la mejor versión de Cani

Nada más llegar al club y tras el descenso a Segunda y la consecuente marcha de muchas estrellas, Cani asumió las riendas del ataque amarillo. Aportaba ese puntita de magia en los momentos oscuros. Secundado por un imperial Bruno Soriano, el exzaragocista solo había de preocuparse por atacar. Por marcar goles y dar asistencias. Por ganar partidos. Fueron tiempos muy bonitos para el maño.

Pero el Villarreal se ha reinventado con su nueva andadura europea. Han llegado grandes refuerzos que hacen cambiar de planes a Marcelino. El damnificado principal es Cani. Se le ve apagado, sin chispa. Muy lejos de su mejor versión. El zaragozano siempre partía desde la izquierda. Se sentía cómodo a banda cambiada y gozando de una casi total libertad de movimientos. Pero esta campaña ha tenido que emigrar. La banda izquierda tiene un nuevo dueño. Se trata de un potente extremo ruso llamado Chéryshev, que desde que aterrizó el pasado verano se ha convertido en el centro de todas las miradas. En indiscutible. El maño, pues, queda relegado a la derecha. Pero tampoco allí vive acomodado.

Otro de los que hacen peligrar el puesto de Cani es Javier Espinosa. Son muchas las bocas que comparan al talaverano con el hombre que nos hizo campeones del mundo. Los minutos que ha disputado ataviado de amarillo, demuestran que no solo lo dicen por el mero hecho de haber nacido en La Mancha. Juventud, futuro y mucha clase para que el ‘10’ amarillo observe desde el banquillo más minutos de los previstos.

Tiempo de reivindicación

Pero esto no ha hecho más que empezar. La temporada es larga y el Villarreal disputa tres competiciones. Minutos hay para todos. Y la clase que atesora el maño es digna de muy pocos privilegiados. Del selecto grupo de elegidos. De gente que nació para el balompié. Eso sí, es innegable que Cani a día de hoy, está en segundo plano. Ya no es el primero en la pizarra del entrenador rival. Acabó aquello de ‘Cani y diez más’. 

Sin embargo todos los que le han visto con un balón en los pies, saben que los jugadores de la talla del maño aparecen en contadas ocasiones, pero quedan para siempre en la retina del aficionado. Y, por suerte para todos los amantes del fútbol, el ‘Príncipe destronado’ no ha dicho su última palabra. Seguirá cuidando de su amiga la pelota. Luchará por continuar esbozando sonrisas en lo alto de Europa.