Los laterales, el engranaje ofensivo de Marcelino

Los laterales están siendo el 'arma' sorpresa de Marcelino en las triangulaciones ofensivas. El 2 contra 1 que consigue en las bandas les permite hacer mucho daño al equipo contrario. Sin embargo, la plaga de lesiones en esa demarcación ha hecho saltar la alarma en el propio Marcelino, ya que puede venirse abajo el planteamiento. De momento, el joven Adrián Marín ha respondido bien a las peticiones del técnico asturiano.

Los laterales, el engranaje ofensivo de Marcelino
(Foto: Mª José Segovia)
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Por David Sánchez Fabregat

Mucha gente se preguntará las claves del éxito del Villarreal y su vistosa forma de jugar al balompié, tras apenas dos temporadas después de sufrir un verdadero revés jugando en la Liga Adelante. La principal clave comenzó a eclosionar con la llegada de Marcelino al banquillo del Madrigal. No obstante, no sería hasta la vuelta del submarino amarillo a Primera División cuando este enclave comenzaría a destacar. Este hecho es la importancia de los laterales en el ámbito ofensivo siendo el elemento más importante de desborde del conjunto amarillo.

Los jugadores del Villarreal calientan antes de verse las caras con el Rayo Vallecano.

La importancia de los laterales tácticamente en el verde es visible desde que árbitro señala el comienzo del partido. La formación que Marcelino saca de inicio es un 4-4-2 con un mediocentro con tareas más defensivas (Bruno o Pina) y otro más ofensivo (Trigueros, Jonathan Dos Santos). Sin embargo, esa formación se moldea en base de los laterales. Todo aficionado al fútbol habrá visto esta temporada como los interiores van al centro para recibir y dejar como 'arma' de sorpresa el carril despejado para la subida de los laterales. En ese preciso momento se llega a un 2 - 1 favorable al conjunto amarillo que está generando gran parte de los goles, y que está leyendo bien, sobre todo, Chéryshev.

Esta función crucial en el juego del conjunto castellonense está sirviendo como oxigeno para otros jugadores, como es el caso de Cani o Moi Gómez. Está claro que por razones opuestas, en el caso de Cani debido a que cada temporada se está viendo con menos fuerzas para doblar a los laterales rivales por la banda, por ello, la ayuda de Mario está siendo vital para darle ese descanso al maño y que centre su atención en crear jugadas de peligro. Por otro lado, la juventud de Moi Gómez está causando aun mayor peligro por su posición estática y con la ayuda del lateral se está encontrando con mayor confianza para probar nuevas cosas. El tercer gol ante el Celta de Vigo se produjo por una jugada del interior que Mario aprovechó yendo al medio a rematar el centro.

Sin embargo, el mediocentro creativo también se ve modificado con la subida de los laterales. Con su subida, los interiores tienden a centrar más su posición -lugar en el que teóricamente debe de estar en el mediocentro más adelantado- y obliga a Trigueros a caer en una tercera línea en las jugadas de ataque que solo rompe en centros desde banda llegando desde la frontal como sorpresa y con tiros desde fuera del área. Aunque esta menor influencia en ocasiones de gol la están suplantando con una mejor visión en los pases, ya que al haber más gente en el centro, los espacios aumentan y permiten más pases al hueco que generan auténtico peligro, y lo más importante, goles.

Eso sí, Marcelino ha tenido que dedicar mucho tiempo para lograr que los laterales sean letales atacando, pero que recuperen su posición con velocidad en tareas defensivas. Una de las principales claves ha sido la mejoría de Mario Gaspar como futbolista. Siempre cuestionado el de Novelda ha logrado callar los balbuceos con actuaciones soberbias que le han consagrado como uno de los pilares del equipo. El canterano subió al primer equipo con la marcha de Javi Venta al Levante y le tocaba luchar por el puesto con el canario Ángel. El canario le ganó el puesto por experiencia, pero fue diluyendo y dando entrada al valenciano. No obstante, no convencía y hasta la llegada de Marcelino nunca había sido el ídolo entre los aficionados. Uno de sus principales defectos era su nefasta realización cuando llegaba a línea de fondo y la facilidad en que los rivales se marchaban del lateral sin necesidad de un gran esfuerzo. Todo ello se ha acabado y Mario está siendo uno de los principales partícipes de los escasos goles que recibe el submarino amarillo.

Mario en pleno partido ante el FC Barcelona.

Rukavina, fichaje necesario para el planteamiento de Marcelino

Rukavina fue un fichaje necesario para tener un suplente de garantías, que permita las rotaciones y que siga las pautas claves como lateral para realizar la función que le pide el técnico asturiano. Estaba claro que el ex jugador del Valladolid era el hombre. Su velocidad y mentalidad ofensiva le servía al Villarreal para tener esa ventaja por la banda derecha. Además la resistencia del jugador serbio le permitía la recuperación de su posición en tareas defensivas sin problemas. Era un fichaje clave para el planteamiento táctico de Marcelino.

Las lesiones, un rompecabezas

Aunque no saldría todo como desearía el entrenador de Villaviciosa, y comenzarían a saltar las alarmas con las lesiones en el carril izquierdo. Desde el comienzo de temporada iban a comenzar las preocupaciones con la lesión de Jokic y su consiguiente pasó por el quirófano. Era una gran preocupación que iba a desaparecer con el excelente papel de Jaume Costa. El futbolista valenciano iba a ser el mayor peligro en ataque ya que siempre llegaba con facilidad al borde del área y asistir a sus compañeros. Su estado de gracia lo unía siendo un cerrojo en ese lateral izquierdo para los jugadores contrarios.

Sin embargo, el partido ante el FC Barcelona iba a cambiar todo. El valenciano se iba a tirar al suelo tras un golpe y silenciaría a todo El Madrigal, que sabían de la importancia de Jaume Costa. Gabriel, sin ninguna experiencia en el lateral, tuvo que defender a Messi que sin problemas encontró el espacio para dar la victoria al Barcelona con un pase claro de gol a Sandro. Aquí se encendería la luz de emergencia visto el panorama que se presentaba. Tras el partido llegaba la buena noticia, había sido un susto. No obstante, durante un entrenamiento iba a sufrir una lesión, esta vez seria, Jaume Costa. A Marcelino le tocaba buscar una solución, pero solo encontraba respuestas desesperadas. ¿Gabriel de lateral izquierdo? ¿Pasar a Rukavina al otro lateral? No convencían las soluciones, ya que además Rukavina no estaba teniendo el protagonismo deseado.

Adrián Marín, al rescate

Adrián Marín fue la llave para el 'mal de cabeza' de Marcelino. El lateral izquierdo había entrenado con el primer equipo y sabía el juego que quería. Era un recambio en condiciones, que iba a demostrar que su escasa edad no iba a ser un problema. En su debut en Los Cármenes demostró una gran capacidad para mantener la concentración y ser vital en las jugadas defensivas. El enfoque ofensivo disminuye con el canterano, a pesar de que se incorpora al ataque, pero el cerrojo en su carril lo mantiene y está demostrando unas grandes cualidades defensivas.