Era mayo de 2012. El Villarreal se jugaba el descenso recibiendo a un Atlético de Madrid que luchaba por una plaza para disputar la Champions League. Se la disputaba con un Málaga que hacía los deberes, imposibilitando la gesta colchonera. El partido vivió en aguas internacionales durante 87 minutos, pero los visitantes no dejaron de competir. Falcao adelantó a los rojiblancos en el minuto 88 y Tamudo anotó para el Rayo Vallecano en el 91. Ese resultado momentáneo dejaba al Villarreal en posiciones de peligro. Los locales, en estado de shock, intentaron el empate, pero un cabezazo del argentino Marco Ruben salió lamiendo el palo y los castellonenses descendieron de categoría.

Era agosto de 2012. El Villarreal planificaba la plantilla para afrontar su temporada en la Segunda División del fútbol español. No estaban tan lejanas las notas que componían la melodía que anuncia los partidos de Champions League y ya era necesario prepararse para volver a la élite del fútbol estatal. Y fue entonces cuando el Submarino fichó a un delantero de referencia. Un delantero argentino que venía de golear en Spartak de Moscú, Bordeaux, Mallorca, Internacional y River Plate. Se había formado en Millonarios, lugar al que volvió para conseguir el ascenso de categoría, pero la mala relación con el presidente Passarella forzó su salida en 2012. Y su fichaje por el Submarino. Era Fernando Cavenaghi, el Torito.

Cavenaghi con la camiseta del Villarreal CF | Foto: abc.es

Fichado como estrella, debutó en la primera jornada de liga. Era un 17 de agosto y el Villarreal recibía al filial del Real Madrid. Un conjunto en el que jugaban Fabinho (Mónaco), Mosquera (Elche), Cheryshev (Villarreal), Óscar Plano (Alcorcón), Álex y Lucas Vázquez (Espanyol) y Jesé, que llegaría finalmente al primer equipo madridista. Y Cavenaghi anotó dos goles para asegurar la victoria local en el estreno de categoría (2-1). Pero su olfato de gol se debilitó en las jornadas posteriores y acabó abandonando el equipo en enero de 2013 con una aportación discreta, de 18 encuentros y 4 goles. Fernando siguió su carrera en México, defendiendo la camiseta del Pachuca durante dos temporadas. Más tarde volvió, por tercera vez, a sus orígenes. Volvió a un River Plate sin Passarella.

En su regreso a La Banda, el delantero ha conseguido llegar a la cifra de tres dígitos en el registro de anotaciones. En su primera etapa, entre 2001 y 2004 anotó 72 goles. En la segunda, previa al traspaso que le llevó a Villarreal, marcó 19. En esta, la tercera, ya van 10. En total, 101 goles que le permiten sumarse a una lista de apellidos ilustres que ya superaron la barrera de los 100. Entre ellos están Francescoli, Morete o Passarella, causante de que Cavenaghi jugara para los Groguets.

Acento sudamericano

La historia moderna del Villarreal CF no se podría contar sin las aportaciones de jugadores nacidos en Argentina, Uruguay o Brasil. Jugadores que han aportado calidad y actitud en diferentes zonas del césped y que han permitido que el Villarreal se situara en la élite del fútbol estatal y, en algunos momentos, del europeo.

En la temporada 2000/01 llegaron Marioni, Palermo y Cagna. El primero volvió a la liga argentina tras unos meses, pero Palermo y Cagna se asentaron. Siguieron sus pasos otros futbolistas, y así llegaron Luciano Figueroa, Riquelme, Senna, Godín, Gonzalo, Forlán, Marco Ruben, Nilmar, Musacchio, Gabriel, Gio y Jonathan Dos Santos. Una larga lista que acaba en Luciano Vietto. Acento argentino para El Madrigal. Como el de Cavenaghi.