Felices Navidades amarillas

El Villarreal está en estado de gracia. Goleada del 'Submarino' para redondear un año de fábula. Jonathan dos Santos y Vietto, por partida doble, vapulearon a un débil y pobre Deportivo. Quinta victoria consecutiva en Liga y decimosexto partido en el que el Villarreal ve puerta de forma seguida. Todo es alegría en la familia 'grogueta'.

Felices Navidades amarillas
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Por David Donaire Pitarch

Último partido del año para el 'Submarino'. El Madrigal se despedía de este magnífico 2014 en lo futbolístico para los 'groguets' con ganas de una última victoria que hiciera salir a la afición del estadio y encarar la Navidad con una sonrisa de oreja a oreja. Tienen motivos. El Villarreal está de dulce. Hoy, prácticamente sin despeinarse, goleó a un inofensivo y timorato Deportivo.

En tres jugadas casi calcadas, los de Marcelino doblegaron a un Dépor que se marcha de vacaciones en una situación muy complicada. Jonathan dos Santos y Vietto, en dos ocasiones, perforaron a puerta vacía la portería de un Fabricio que poco pudo hacer para evitar la abultada derrota de su equipo.

Solvencia y control en todo momento

Diez minutos le costó al Villarreal demostrar su clara superioridad y encarrilar un partido más cómodo de lo que se esperaba. Tiro desde el lateral de Chéryshev, Fabricio despeja como puede y Jonathan, completamente libre de marca, solo tiene que empujar el balón a la red. La defensa gallega quiso excusar su fallo de marcaje reclamando fuera de juego del mexicano, pero el árbitro no coló. El Villarreal abría la lata sin apenas haber buscado el gol.

Sobre todo, si hoy había enfrente un rival tan endeble y limitado como el Deportivo. Los coruñeses, no obstante, no se vinieron abajo con el gol. Intención y ganas no les faltaron, pero la ejecución y la calidad no les acompañó este domingo.

Si a esa nulidad en ataque le sumamos una defensa vulnerable, entendemos fácilmente por qué el Dépor está solo a un punto del descenso. Fabricio, una vez más, se convertiría en el mejor jugador de los gallegos. El portero canario apareció para salvar un mano a mano ante Vietto y un trallazo de Jaume Costa.

Pero encomendándose solo a una gran actuación del guardameta es difícil superar a este rocoso y compacto Villarreal. Los de Marcelino vivieron de las rentas durante la primera mitad y se limitaban a salir a la contra para sorprender a los blanquiazules.

Pegada demoledora para sentenciar el partido

El Deportivo salió en la reanudación más decidido a buscar la portería de Asenjo. Un disparo desviado de Cavaleiro tras arrancar la segunda mitad fue el primer disparo a puerta de los gallegos en todo el partido.

Fabricio volvió a salir al rescate de su equipo al salvar un disparo a bocajarro de Giovani, que reaparecía en Liga mes y medio después. Pero nada pudo hacer más tarde para evitar el festín goleador de Vietto.

Antes, en dos jugadas consecutivas, Bergantiños, con un remate que rebotó en un defensa, y Sidnei, de volea, a punto estuvieron de helar a una tranquila afición de El Madrigal que veía el partido totalmente controlado.

Más lo estuvo aún cuando la figura de Luciano Vietto volvió a emerger. Si en la primera parte su ansia de gol le cegó en más de una ocasión y pecó algo de individualista, en ese momento sus compañeros sí le hicieron el favor y le regalaron dos goles a placer, ahora que se acercan las fechas navideñas.

Primero, en el 68', Víctor Ruiz, aprovechando su estancia en ataque en un córner, ejerció de asistente y dio el pase de la muerte para que Vietto marcase el segundo. Y después, Chéryshev, en el 73', con un gran centro al hueco, se la puso al pie al delantero argentino. Fueron cinco minutos de una pegada abrumadora que frustaron toda esperanza del Deportivo de poder empatar.

Ahí acabó el partido. Faltaba un cuarto de hora insulso en el que el Villarreal intentó ampliar la goleada y el Dépor, maquillar algo el resultado. La expulsión de Pina solo quedó en anécdota. No llevaba ni cuatro minutos sobre el campo cuando González González le mostró la roja directa por una aparatosa entrada sobre Álex Bergantiños. Fue la única mancha del partido para el 'Submarino'.

En el 85', Cavaleiro dispondría de la ocasión más clara del Deportivo. Pese a que el partido estaba más que resuelto, Asenjo quería acabar el último partido del año con la puerta a cero y se tiró al suelo para evitar el gol en el mano a mano ante el jugador portugués.

Así finaliza el 2014 para el Villarreal. Un año magnífico con un cierre aún más espléndido si cabe. Los 'groguets' llegan a Navidad en un grandísimo estado de forma. Cinco victorias consecutivas en Liga y 16 partidos seguidos marcando como mínimo un gol. No es fruto de la casualidad. Marcelino ha armado un bloque sólido y compacto difícil de superar. Jugando así, quién sabe cuáles pueden ser los límites de este Villarreal CF.