El 14 de enero de 2013 Marcelino García Toral aterrizaba en Villarreal y solo cinco días después se estrenaba en el banquillo amarillo en un encuentro que les enfrentaba al Real Madrid Castilla en Valdebebas. Esta vez, el tópico de entrenador nuevo, victoria segura no se cumplió. ¿Quién le iba a decir al asturiano que esa aventura que comenzó con una dolorosa derrota por 5-0 iba a durar por lo menos dos años más?

Esa temporada acabó con el ascenso del Submarino a Primera, lo que supuso la renovación automática del contrato de Marcelino al frente del club. Finalmente, el segundo puesto logrado permitió al Villarreal ascender de forma directa, evitando así el sufrimiento de los playoffs. La campaña del regreso del equipo a la máxima categoría del fútbol español se saldó con un notable sexto puesto que supuso la clasificación directa para disputar la Europa League.

Y una vez alcanzado el ecuador de la presente temporada, Marcelino mantiene vivo al conjunto castellonense en las tres competiciones. El Villarreal es sexto en la Liga, ocupando plaza europea, y a solo cuatro puntos de los puestos que dan acceso a la Champions. Si consigue ganar al Athletic el próximo sábado en El Madrigal, el equipo mejorará los números de la pasada campaña al término de la primera vuelta. Además, los amarillos siguen adelante en la Europa League, competición en la que disputarán los dieciseisavos de final ante el Red Bull de Salzburgo. Y, por último, certificaron su pase a cuartos de final de la Copa del Rey, ronda a la que acceden por quinta vez en su historia y en la que se verán las caras con el Getafe de Quique Sánchez Flores.

En estos tres años, Marcelino ha dirigido un total de 93 partidos, los cuales se saldan con 48 victorias, 24 empates y 21 derrotas, con 166 goles a favor y 93 en contra. En Liga será difícil superar los números de la temporada pasada, pero lo cierto es que el equipo no está nada lejos de las plazas que dan acceso a la Champions League cuando solo falta una jornada para llegar al ecuador del campeonato. Pero quizá el mayor reto del técnico asturiano será llevar al club a disputar la primera final de su historia. De momento, el sueño sigue vivo tanto en la Europa League como en la Copa del Rey.