El Villarreal logró unos valiosos tres puntos ante el disfrute desu afición tras su victoria por 4-1 ante el Celta de Vigo. Un partido igualado que se desequilibró por la gran efectividad de los futbolistas amarillos comandados por un pletórico, Tomás Pina.
Intensidad que termina en igualdad
Con mucha intensidad comenzó el encuentro con un Villarreal eléctrico que mostraba sus carta de cara al encuentro. Un conjunto castellonense con mayor verticalidad y con mayor tendencia al balón directo. En el primer minuto de encuentro, Campbell se zafó con facilidad del defensor y cuando entró en el área, cayó. El costarricense reclamó penalti, unas protestas a las que Clos Gómez no les dio importancia. Esta muestra de polivalencia y velocidad fue una constante durante todo el encuentro.
Los locales comenzarían a saborear las primeras ocasiones ante la pasividad de la línea de tres centrales en el repliegue defensivo. Gerard Moreno tuvo una clara acción de peligro, sin embargo, su disparo fue directo a Sergio. Tras unos minutos de control del esférico, el submarino amarillo fue perdiendo protagonismo en favor del Celta. Un Celta, bastante tímido en el inicio, pero que poco a poco tuvo mayor participación en el centro del campo, algo que igualaba las fuerzas de la contienda.
El primer disparo peligroso del equipo gallego fue de Nolito tras un libre directo que atrapó sin problemas Asenjo. Los minutos pasaban y el choque se había igualado en todas las facetas provocando posesiones largas con poca fluidez y ritmo en los envíos. La única manera posible de romper la dinámica era mediante asistencias a los interiores o delantero para que explotaran su velocidad y se fueran de la línea defensiva. El Villarreal lo intentó, sobre todo, por el carril derecho con Campbell y con Rukavina, éste último muy entonado en las jugadas ofensivas.
Giovani y Musacchio desequilibran la balanza
No obstante, en una acción aislada, Giovani ganaría un balón aéreo a Cabral en el centro del campo y se iría con una velocidad endiablada hasta el área donde batía a Sergio. Se adelantaba el cuadro amarillo en el momento de mayor paridad del encuentro. El golpe no sería definitivo, ya que el equipo local anotaría el segundo gol justo antes del descanso. Musacchio se adelantó a un desafortunado Cabral para rematar el saque de equina ue había botado Moi Gómez. El equipo castellonense se iba al descanso con un cómodo 2-0, en un encuentro más igualado de lo que reflejaba el marcador, pero donde la eficacía fue el factor que desequilibró la balanza.
Augusto Fernández mantiene viva la remontada
Sin embargo, el Celta no daría por bueno el resultado y su salida hizo replegar a las filas locales ante las oleadas de ataques de los gallegos. Pocos minutos les bastaron para tener su recompensa en forma de gol. Una buena falta botada por Nolito al centro del área fue rematado por Augusto Fernández con mucha rabia. El Celta recotaba haciendo muy buen fútbol y comenzaba a poner nervioso a El Madrigal. Charles, dos minutos después, disfrutó de una gran ocasión que evitó Asenjo con una buena estirada.
Las oportunidades continuaban llegando y Nolito tuvo dos buenas acciones desde la frontal, sin fortuna. Parecía que los hombres de Marcelino habían decaído ante la gran actuación en este primer tramo de segundo tiempo de los visitantes. Aunque, Marcelino sería determinante en el devenir del encuentro con sus sustituciones. La entrada de Mario permitió mayor frescura a Rukavina, que terminó como banda, ante las continuas acometidas de Nolito. La otra gran sustitución fue la entrada de Vietto.
El pleno goleador en la delantera sentencia el encuentro
El Celta no supo aprovechar sus ocasiones, en cambio, el delantero argentino materializó en el primer balón que tocó dentro del área. Tras un gran pase de Pina desde el centro del campo, el delantero se marchó y batió entre las piernas de Sergio. Sentenciaba el conjunto castellonense ante el jolgorio de la afición presente en el estadio, algo asustada en este segundo tiempo. este gol dejó noqueado al Celta en el tramo final que solo se acercó a los dominios de Asenjo en un disparo lejano de Augusto Fernández.
Gerard Moreno sería el encargado de cerrar cualquier posibilidad de remontada de los visitantes. Otra gran asistencia de Pina para el delantero catalán, le sirvió a éste para batir a Sergio y poner el cuarto en el luminoso. Un recital de efectividad que se traspasó a las gradas con la afición haciendo la ola y aplaudiendo el trabajo de los jugadores. El partido no daba más y el Villarreal consiguió tres puntos vitales para distanciarse del Málaga, mantener la presión sobre el Sevilla y seguir soñando con la cuarta posición. El Celta, por su parte, ve como no ha podido aprovechar la derrota del Málaga para acercarse más a la séptima posición.