Tras haber disputado ya las dos primeras jornadas de la nueva temporada de la liga doméstica, el Villarreal afronta las dos semanas de parón por las selecciones con un objetivo mayor: que sus nuevas piezas se ensamblen en su maquinaria lo antes posible. Samu Castillejo, Denis Suárez y Cedric Bakambu no podrán trabajar a las órdenes de Marcelino durante este tiempo de asueto porque han sido convocados con sus respectivos combinados nacionales. Sí lo harán Baptistao, Aréola, Samu García, Soldado, Barbosa y, sobre todo, los dos últimos en llegar: Adrián y Bonera. Recopilemos todos los cambios de este nuevo Villarreal línea por línea.

Aunque la zona más comentada por lo llamativo de sus cambios hasta ahora ha sido la delantera, que será íntegramente nueva para esta temporada, bajo los palos, y hasta que se recupere Sergio Asenjo, hacia noviembre o diciembre, habrá dos nuevos huéspedes que tampoco vestían la elástica groguet la pasada temporada. El primero de ellos es Alphonse Aréola, portero francés internacional con las categorías inferiores de su selección que llega en calidad de cedido desde París. Lo primero que llama a la vista de Aréola son sus tremendas condiciones físicas: alrededor de 1'90 metros protegerán las redes del Sumbarino esa temporada. Lo siguiente que llama la atención del francés, en cuanto se coloca bajo la portería, son sus aún mejores cualidades técnicas: agilidad, reflejos y rapidez. En su debe: su inexperiencia en ligas exigentes como la española. Es la gran esperanza en su puesto para París Sant-Germain y para su selección y en Villarreal encontrará el paso más importante en su evolución.

La segunda incorporación es un viejo conocido para la afición groguet. Ocho años han pasado ya desde que Mariano Barbosa abandonara la disciplina amarilla para continuar forjándose una buena carrera bajo los palos. Tras pasar por Huelva y regresar a Argentina, el de Lanús encontró la estabilidad de nuevo vestido de amarillo, esta vez en Las Palmas. Su buena labor durante las cuatro temporadas que jugó en las islas le sirvieron para que el Sevilla llamara a su puerta. No tuvo la misma suerte en territorio hispalense. Aunque Beto, el portero titular, tuvo un año complicado con lesiones y actuaciones mejorables, la irrupción de Sergio Rico, estos días trabajando a las órdenes de Del Bosque tras ser convocado por primera con la selección absoluta, le bloqueó sus posibilidades en el arco. El Villarreal ha vuelto a acordarse del argentino, que llega a La Plana de nuevo para ser el segundo de a bordo de Asenjo. Su llegada viene a ocupar el puesto que Juan Carlos Sánchez ha dejado tras su marcha Albacete, tras más de diez años vinculado a la disciplina amarilla y está por ver quién recogerá el testigo en cuanto a los intangibles que el portero aportaba en el vesturario.

Por suerte para Marcelino, un obseso del orden defensivo, el eje central de la zaga no ha sufrido excesivos cambios este verano. Mientras Musacchio sigue superando los plazos de su lesión (ya toca balón), Eric Bailly y Victor Ruiz continuarán siendo la pareja titular en el esquema de Marcelino. La salida de Dorado ha sido cubierta con la llegada de Daniele Bonera, que aportará experiencia y contundencia en un rol que acabará siendo bastante testimonial en cuanto Musacchio vuelva a los campos. Y, en caso de que el plan A no funcionara, el técnico asturiano podrá echar mano de la plantilla de un filial que este año va bien cubierto en todos los puestos. Tanto Edgar Ié, recién llegado, como Pablo Íñiguez, de vuelta a Vila-Real, estarán a su disposición.

Las dos líneas que sí mantienen el bloque esta temporada son los laterales, un año más defendidos por Costa, Mario, Jokic y Rukavina, y los pivotes, una vez asegurada la continuidad de Jonathan, sobre el que planearon rumores de salida después de que su hermano, Gio, pusiera rumbo a la MLS. Es de tres cuartos de campo en adelante donde el Villarreal presenta toda una nueva cara.

Prácticamente durante toda la pasada temporada Marcelino solo contó con tres jugadores para las bandas del Villarreal: Cherysev, Moi Gómez y Cani primero (el papel de Espinosa terminó siendo testimonial en su tiempo en Vila-Real), y Cherysev, Moi y Joel Campbell a partir de enero. Además, Jonathan Dos Santos y Rukavina terminaron disputando bastantes minutos en banda derecha. Por eso no resulta osado pensar que, aunque a primera vista Samu Castillejo, Samu García y Denis Suarez se pueda antojar una rotación excesivamente corta en ese puesto, Marcelino no necesitará muchos más efectivos, toda vez que, además, Nahuel parece haber dado el paso adelante en las dos primera jornadas de liga.

Castillejo vendrá a ocupar el rol de Cherysev, aunque su fútbol y el del ruso distan bastante de parecerse. El barcelonés, también zurdo, ofrecerá imprevisibilidad, gambetas y desborde. En duda queda sí será capaz de aumentar sus cifras realizadoras y sí terminará acostumbrándose al trabajo defensivo que Marcelino exige a sus jugadores en ese puesto. Samu García y Denis Suarez sí presentan perfiles más similares, aunque su juego tampoco se acerca. Ambos pueden jugar por la derecha, pero se encuentran más comodos en el centro, más cerca del balón, pero, mientras el malagueño presenta un perfil más finalizador, con un gran disparo y un tren inferior poderoso, Denis Suarez es un futbolista más combinativo, al que le encanta trazar paredes con los puntas. Desde luego, sus perfiles se alejan diametralmente del físico poderoso de Joel Campbell y del chico-para-todo que terminó resultando ser Moi Gómez.

La punta del ataque ha sido la línea más comentada este verano: pasaremos de ver sobre el césped a Gio, Vietto, Uche y Gerard a Bakambu, Baptistao, Soldado y Adrián. Esto es una remodelación absoluta del ataque del Submarino. Soldado parte como el delantero referencia en los esquemas de Marcelino, por inversión, por experiencia, por bagaje en la liga española y, sobre todo, por los galones con los que ha llegado desde el primer minuto a Castellón. Baptistao y Bakambu, a priori, se disputarán ser su acompañante. Mientras el franco-congoleño ofrece un perfil más físico y hasta ahora ha demostrado muy buena sintonía con el valenciano, Baptistao cumplirá un rol muy cercano al que Gerard le daba a la ofensiva amarilla la temporada pasada: caída a bandas y una gran capacidad de combinación, lo que le convierten en un gran generador de juego. Está por ver cual será el papel de Adrián López, cuyo juego ofrece esa variable tan valiosa que es en ocaciones la imprevisibilidad.

Aunque algunos de los fichajes han ido orientados a seguir el esquema que hasta ahora tan bien le había funcionado a Marcelino, con unos roles bastante definidos tanto dentro como fuera del campo, es seguro que será otra imagen completamente distinta, la de este nuevo Villarreal.