Tras vencer por 2-1 al conjunto de Emery en la tarde de fútbol en El Madrigal, el técnico asturiano ha logrado quitarse una espinita clavada y cosechar pequeños datos positivos personales y colectivos. Esto no hubiera pasado sin los goles de Mario Gaspar y Cédric Bakambu, que están teniendo mucho éxito de cara a portería esta temporada, sin embargo al segundo no le acompañan las lesiones. A esto hay que sumarle una buena solidez defensiva y un buen trabajo de creación plasmado con resultados positivos como el producido frente al Sevilla.
Este era el séptimo partido donde se veían las caras ambos conjuntos con Marcelino como entrenador del equipo castellonense. En los seis primeros partidos solo logró rasgar un empate por lo que cinco victorias y un empate hacían que el conjunto andaluz fuese un hueso duro de roer para el asturiano. Pero las estadísticas están para romperlas y eso ha sido lo que ha hecho el técnico en la tarde del sábado. Cabe destacar que en los siete enfrentamientos entre ambos conjuntos estaban los mismos entrenadores sentados en el banquillo, Emery y Marcelino.
Cuando el técnico asturiano entrenó al conjunto andaluz tampoco cosechó ninguna victoria en los dos enfrentamientos que disputó frente al Villarreal. Esto indica que no solo ha rotó una racha con el conjunto amarillo sino que también se ha rehecho de una mala racha de enfrentamientos entre ambos conjuntos a nivel personal.
Por otro lado, Marcelino ha conseguido, con la victoria frente al Sevilla, el mejor arranque con un equipo de Primera División en las diez primeras jornadas, empatado con el que realizó en la temporada 2013-2014 con el mismo equipo. Sumando un total de 20 puntos en diez partidos consigue igualar otro record personal. Sin duda debe ser una noche placentera para el técnico del 'Submarino Amarillo'.