El Athletic Club comenzó más metido en el partido. Aunque los primeros minutos fueron de una imprecisión notable por parte de los dos equipos, los leones supieron aprovecharse de las pérdidas del Villarreal para lanzar ataques rápidos. Así llegaron las dos primeras ocasiones del encuentro, de parte de Williams y Beñat, cuyos disparos se marcharon ligeramente desviados de la portería de Barbosa, uno por cada palo. 

A partir del cuarto de hora del partido, el Villarreal empezó a sentirse más cómodo y comenzó a mantener posesiones más largas y a jugar en campo rival. Además, se acercó por primera vez a zona de peligro y Nahuel tuvo incluso un disparo desde la frontal que no cogió puerta. 

Justo cuando mejor estaba el Villarreal, gol del Athletic. En una jugada en el centro del campo, ligeramente escorada a la banda izquierda de su ataque, Laporte filtra un gran pase para Iñaki Williams, que le gana la posición a Bailly y supera a Barbosa con un toque sutil proveniente del interior de su pie derecho. 

El gol le hizo al Submarino perder el rumbo del partido durante algunos minutos. Hasta el minuto 30 no llegaron más ocasiones. Primero, Samu Castillejo la tuvo en la frontal del área tras una buena galpada. Probó a disparar con su pierna derecha y Iago Herrerín pudo hacerse con el balón. Dos minutos después, Williams volvió a probar suerte y a punto estuvo de anotar el segundo. 

Eric Bailly acabó la primera parte con molestias en su hombro derecho tras caer al suelo en una disputa de balón en el minuto 43. El costamarfileño volvió al campo segundos después de ser retirado por el cuerpo médico, aunque con notables molestias.

El Submarino, irregular e inofensivo

Bailly siguió jugando en una segunda parte que comenzó como la primera. El Villarreal, impreciso, perdía balones en la elaboración del juego y el Athletic se sentía más cómodo sobre el verde.

Igual que en la primera parte, al Villarreal le costó unos diez minutos cogerle el ritmo al encuentro. Samu García cayó lesionado y, tras un par de intentos por seguir en el campo, tuvo que ser sustituido. La entrada de Soldado en el terreno de juego llegó en los mejores minutos del Villarreal, que empezó a encontrarse y trazar buenas jugadas de combinación en posesiones largas.

El partido se durmió en los siguientes minutos. Los equipos no llegaban al área y solo el intenso duelo entre Bailly y Aduriz aportaba algo de calor a un tramo de encuentro algo frío en cuanto a juego.

El Athletic de Bilbao aprovechó el poco juego que ofrecía el Villarreal y se fue haciendo con el control del partido y las ocasiones. En el minuto 65, los leones tuvieron dos ocasiones de peligro en el área, pero sin remate a puerta. Marcelino dio antrada a Jonathan dos Santos en el lugar de Rodri para aportar experiencia e intentar dominar el centro del campo, pero el Villarreal seguía sin lograr controlar el juego ni disfrutar de posesiones largas. Además, la presencia amarilla en el área de Iago Herrerín seguía siendo inexistente desde hacía ya bastantes minutos.

Por otro lado, el repliegue del Athletic cuando el Villarreal superaba la línea de medio del campo era feroz, con dos líneas de cuatro y cinco jugadores defendiendo el marco del guardameta Herrerín. El Submarino Amarillo volvió a navegar cerca de las aguas del portero de los leones, pero el peligro se limitó a un débil disparo de Samu Castillejo en la frontal del área.

Por este motivo, y con el objetivo de darle al equipo más peso ofensivo, Marcelino dio entrada a Denis Suárez en lugar de Nahuel Leiva en el minuto 78. Ernesto Valverde, por su parte, dio entrada a Lekue por Susaeta y a San José por Eraso para tratar de defender el resultado favorable.

En una acción rápida tras un robo de balón de Rukavina a Iñaki Williams, Pina condujo el esférico y disparó desde la frontal, aunque su disparo no cogió puerta por un metro.

Ya en el tramo final del encuentro, Valverde sustituyó a Williams y dio entrada a Bóveda para amarrar algo más el resultado. Los cambios dieron su fruto y el sistema defensivo se convirtió en un muro infranqueable para el Villarreal, que veía impotente como todos sus ataques se topaban con un jugador blanquirrojo.

Ya con el estadio medio vacío, el Submarino tiró de orgullo para crear las últimas ocasiones en saques de esquina, aunque estos no encontraron ningún rematador.

El partido murió en las manos de Iago Herrerín, quien consiguió que su meta quedara a cero. Al final, 0-1 y el Athletic logra una merecida clasificación para los cuartos de final de la Copa del Rey. El Villarreal, borrón y a centrarse en la liga y la UEFA Europa League.