Tres puntos en Ipurúa decisivos en la lucha por la cuarta plaza

El Villarreal logró una trascendental victoria remontando a un Eibar que quizá mereció más. Los de Marcelino no ganaban fuera de casa desde el 3 de enero.

Tres puntos en Ipurúa decisivos en la lucha por la cuarta plaza
Tres puntos en Ipurúa decisivos en la lucha por la cuarta plaza
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Por Manrique Barbero

Partido dinámico y con emoción en todo momento el que se vivió entre las dos localidades mas pequeñas de Primera División. Los locales comenzaron muy fuertes y Capa lo materializó en el electrónico, pero decayeron tras el descanso, al que llegaron con un empate injusto tras el inesperado gol de Adrián. Un polémico gol de Soldado en la reanudación dio pie a numerosas oportunidades de los castellonenses para sentenciar pero acabaron pidiendo la hora ante un rival muy competitivo. Primera victoria del Villarreal en este feudo.

Soldado, protagonista amarillo hoy y Pantic, deseando reivindicarse ante el club que aun no confía en él
Soldado, protagonista amarillo hoy y Pantic, deseando reivindicarse ante el club que aun no confía en él

Dominio estéril de los de Mendilibar

Si por algo se caracteriza el modesto estadio de Ipurúa, es por la fama que le precede de ser bastante más complicado conseguir puntuar de lo que aparenta. Un césped correoso, una grada entregada y 11 futbolistas que no te permiten respirar tranquilo. Jugadores como Bruno (que ha superado a Senna en partidos con el Villarreal) o Dénis Suárez lo sufrieron en una primera media hora de apabullante dominio local. La presión de Escalante y Dani Gª junto con la chispa de Inui encarando constantemente a Rukavina vaticinaban el tanto local, que acabó llegando. Un centro raso de Jota no fue blocado por Areola, y Víctor Ruíz la dejó muerta en la frontal del área, donde el lateral diestro conectó un buen disparo que rebotó en un defensor para acabar dentro de las mallas. Ya se había producido alguna llegada peligrosa más de los armeros, como el disparo a bocajarro de Inui que se topó con Pina cuando llevaba mucho peligro, pero el tanto se hizo esperar hasta el minuto 22. 

Los siguientes diez minutos continuaron en la misma linea, los amarillos achicaban agua ante un rival crecido. Sin embargo, una genialidad de Dénis Suárez alteró el decorado; el gallego filtró, con ayuda de Rukavina, que se desmarcó desplazando a Juncá, un pase excepcional a Soldado , cuyo posterior disparo fue repelido por Riesgo. Adrián establecía el empate empujando el rechace.  No se quedaron ahí los de Uría, y tan sólo dos minutos después, otro pase al hueco de Dénis hacia Adrián se vio invalidado por un inexistente fuera de juego. A falta de 5 para el descanso otro robo de Dénis Suárez acabo en los pies de Pina, pero el mediocentro la envió por encima del larguero. Así se llegaba al ecuador del choque.

Intercambio de papeles

En los siguientes 45 minutos, se aprecio una permuta notoria de la función de cada equipo en el partido. En el minuto 50 aconteció la jugada más controvertida del duelo; un pase de Dénis a Adrián fue mal rechazado por la defensa, y Soldado culminaba la remontada con un aparatoso lanzamiento. Pese a que la defensa armera reclamaba vehementemente posición antirreglamentaria del  '9', el colegiado interpretó que no hubo un rechace, sino un mal despeje y eso convertía en legal la diana. Los aficionados estallaron contra el árbitro y el Villarreal comenzó a ser dueño y señor de la lid; Adrián llegó forzado ante la portería y no encañonó bien el cuero. Tan solo un minuto después, Soldado se quedó solo ante el cancerbero e intentó regatearle, pero no lo logró y la zaga despejó evitando lo que habría supuesto casi la sentencia. 

Trigueros y Enrich disputando el esférico
Trigueros y Enrich disputando el esférico

Con el paso de los minutos, el técnico local recobró la fe en sacar algo positivo y dio entrada a Sergi Enrich para jugar con dos puntas. Trigueros y Bakambu saltaron en los de la Plana para intentar dominar el esférico y hacer daño con su velocidad punta, no obstante, el combate se convirtió en un constante ida y vuelta de ambos conjunto, algo que suele beneficiar al que se impone en el marcador. Capa y el incorporado Luna intentaban con más fe que precisión llevar a cabo buenos centros que pudiesen ser rematados, la mayoría terminaban en saque de esquina o, incluso, de portería. Borja Bastón dispuso de una genial ocasión en el añadido pero Pina repelió su disparo para decepción de la grada. Areola se mostró firme blocando los centros laterales y, con el pitido que señalaba el final, los jugadores del "submarino amarillo" estallaron de felicidad y se dirigieron a la zona de los hinchas desplazados. El Eibar tiene amarrada la salvación virtualmente con 38 puntos pero no debería relajarse, han escarmentado desde la hecatombe producida en 2015.