El Madrigal se vistió de gala para volver a disfrutar de unos cuartos de final de la Europa League. Hacía cinco años que no llegaban a esta ronda del torneo, por lo que el estadio respondió a la gran temporada que está realizando el Submarino Amarillo.

Sobre el papel, el Villarreal era favorito ante el Sparta de Praga, pero no supieron materializar esa superioridad sobre el césped de El Madrigal y se llevaron una ventaja corta y engañosa para encarar la semana que viene el partido de vuelta.

Imparables en El Madrigal

El Villarreal hizo honor a su condición como uno de los mejores locales en la competición y tardó dos minutos en adelantarse en el marcador. La defensa checa cedió el balón a su portero Bicik. Bakambu presionó al portero y precipitó el fallo del cancerbero que, al querer despejar, el esférico golpeó en la pierna de Bakambu y se coló en la portería.

Las ocasiones se sucedían del lado local pero el segundo tanto no llegaba. Un mano a mano de Bakambu, otra ocasión de Castillejo, cabezazos de Víctor Ruiz y Soldado, pero ninguna servía para ampliar la ventaja del Submarino. El Villarreal optaba por las posesiones largas de balón, moviendo el esférico de un lado a otro buscando los huecos en la defensa checa

Pero el Sparta no se iba a ir de El Madrigal sin plantear batalla y defendió con uñas y dientes. Pero también tuvieron sus ocasiones. De hecho, la primera acabó en el fondo de la portería defendida por Sergio Asenjo, pero el árbitro anuló el tanto tras un claro fuera de juego.

Las ocasiones del Villarreal se sucedían pero el gol no llegaba. Hasta trece tiros realizó el Submarino en la primera mitad, aunque solo cinco de ellas fueron entre los tres palos. Pero el Sparta empezaba a tener más presencia en el área de Asenjo, sobre todo con las internadas de Konaté.

Pero el que perdona lo paga. El Villarreal desaprovechó muchísimas ocasiones en la primera mitad y el Sparta aprovechó una de las pocas que tuvo. Justo antes del descanso, en la última jugada de la primera mitad, Brabec remató en el punto de penalti tras un córner y estableció el empate en el electrónico.

Nuevo doblete de Bakambu

Lejos de bajar los brazos tras sufrir un tanto psicológico, el Villarreal encaró la segunda parte igual que la primera: al minuto de la reanudación, Mario Gaspar envió el balón al larguero con un cabezazo en el segundo palo.

Pero cuando ya se superaba la hora de juego, el Villarreal encontró lo que tanto ansiaba gracias a una jugada elegante entre tres de los mejores jugadores del Submarino durante la temporada. Bruno se la dio a Denis, y éste dejó solo a Bakambu en la frontal para que el congoleño finalizara la jugada anotando el segundo tanto.

Y el que se convirtió en villano en los primeros tres minutos del encuentro pasó a ser el héroe. Bicik se convirtió en un muro y evitó con solvencia que el Villarreal aumentara la ventaja en el marcador. El portero checo fue importantísimo, por ejemplo, en una doble ocasión amarilla que tuvo como protagonistas primero a Denis Suárez y después a Bakambu, tapando el remate del delantero español a bocajarro.

El Villarreal buscó con ahínco un gol que diera más ventaja en la eliminatoria, pero la mala puntería y el portero Bicik evitaron que el Submarino engordara el marcador. Victoria corta para un Villarreal que mereció mucho más, por lo que el Submarino no podrá confiarse en el encuentro de vuelta y deberá certificar en la República Checa que merece estar en semifinales.