La afición del Submarino Amarillo acompañará al equipo en un encuentro trascendental para llegar a la finalísima de Basilea. Por ello, el Madrigal estará prácticamente abarrotado en un ambiente que se apresura trepidante para llevar en volandas al Villarreal.
Rozando el lleno
Hasta la fecha 2.500 son las entradas disponibles para aquellos rezagados que todavía no tengan su localidad, por tanto a falta de dos días, mínimo 22.000 espectadores estarán en el feudo amarillo en la mejor entrada en la competición europea superando con creces los 17.700 seguidores que acudieron ante el Nápoles. Del mismo modo, ante el Leverkusen y el Sparta de Prafa la afluencia rozó los 16.000.
Cabe resaltar que de los 4.000 abonados que debían pagar suplemento, alrededor de 1.700 han retirado sus localidades. El resto podrá pasar por taquillas hasta el inicio del choque.
Ambiente de las grandes noches
La entidad amarilla ha querido dar un paso más para conseguir una marea amarilla tanto en las inmediaciones como en las gradas del templo "groguet". Ni más ni menos que 20.000 bufandas serán repartidas con el lema "Yellow Submarine" con el objetivo de realizar un bufandeo. Además de ello, justo antes de comenzar el partido sonará la canción de los Beattles "Yellow Submarine" (1966), que ha estado unida al club desde su ascenso a tercera hace justo 50 años.
En las horas previas al partido, el Submarino Amarillo hinchable, como en las grandes citas, paseará por las calles junto a una charanga. El Ayuntamiento ha desplegado en su fachada una bandera gigante con la finalidad de que los vecinos de la ciudad decoren sus balcones con banderas o con bufandas. El objetivo es vestir Vila-real de amarillo y para ello ha elaborado un spot.
Los "reds" no caminarán solos
Por si no fuera poco, el Villarreal CF homenajeará a los 96 aficionados del Liverpool que fallecieron a causa de una avalancha el 15 de abril de 1989 en Sheffield. En el fondo sur se desplegará una pancarta con el lema ‘You'll Never Walk Alone’ y el número 96 recordando a las víctimas.
El conjunto inglés estará secundado por más de 2.400 seguidores de la "Red Army". El Liverpool ha agotado las localidades de la zona visitante e incluso ocuparán los huecos en las restantes partes del estadio. Además del dispositivo policial para partidos clasificados por el CSD de alto riesgo, el club amarillo subirá la dotación de vigilancia privada para que todo transcurra con normalidad y no se produzcan altercados.